Vértice del Calvitero. A la izquierda el TorreónEn la reunión que los coordinadores del programa MaB (Man and Biosphere) de la UNESCO mantuvieron en París en octubre de 2006, se aprobó la inclusión, entre otras, de las sierras de Béjar y Francia en la lista mundial de Reservas de la Biosfera.
Localizadas en el suroeste de la provincia de Salamanca y separadas entre sí por el valle del río Alagón, ambas sierras presentan características ambientales distintas debido al acusado descenso altitudinal que se aprecia, hacia el oeste, en esta zona del Sistema Central. Son evidentes, por tanto, las diferencias en sus comunidades de flora y fauna, así como en los aprovechamientos humanos del territorio y, por ende, en el paisaje.
También existen diferencias en lo que respecta a su protección legal, pues la Junta de Castilla y León ha declarado ya como Parque Natural a la Sierra de Francia, mientras que la Sierra de Béjar únicamente figura en el inventario del Plan de Espacios Naturales de esta comunidad autónoma y, aunque está previsto que en el futuro forme parte de su red de espacios protegidos, aún no se ha aprobado el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales.

La Sierra de Béjar forma parte del macizo de Gredos, del que constituye su sector más occidental, situándose las máximas altitudes por encima de 2.400 metros. Entre los valores naturales, es destacable la geomorfología, con magníficos ejemplos de la acción de los hielos en los circos glaciares de Peña Negra de Becedas y Hoya Moros, con grandes morrenas laterales en éste último, así como la presencia de varias lagunas que ocupan los fondos sobreexcavados por el desplazamiento de antiguos glaciares, donde también son frecuentes turberas y tremedales. También alberga varias especies de flora endémica que únicamente comparte con Gredos, como Antirrhinum grosii, Armeria bigerrensis, Dianthus gredensis o Santolina oblongifolia.
En la zona de cumbres, batida por fuertes vientos, con precipitaciones muy intensas y suelos formados por la descomposición de las capas superficiales de roca, se desarrollan algunas especies de flora perfectamente adaptadas a las duras condiciones climáticas, siendo el caso de Jasione crispa, Jurinea
humilis, Silene ciliata, Minuartia recurva, Echinospartum ibericum o la vistosa Linaria alpina. Entre las especies de fauna vertebrada se pueden citar: topillo nival (Chionomys nivalis) y topillo lusitano (Microtus lusitanicus), así como bisbita alpino (Anthus spinoletta), acentor alpino (Prunella collaris) y chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax).
Más abajo, hasta los 1.800 metros de altitud, el mayor desarrollo de los suelos permite el establecimiento de grandes extensiones de piorno serrano (Cytisus purgans) y amplios pastizales dominados por Nardus stricta y Festuca summilusitana.
Las aves cuentan con una mayor diversidad y se pueden localizar especies como codorniz común (Coturnix coturnix), alondra totovía (Lullula arborea), bisbita campestre (Anthus campestris), collalba gris (Oenanthe oenanthe), roquero rojo (Monticola saxatilis), ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica), acentor común (Prunella modularis) y escribano hortelano (Emberiza hortulana). En la cabecera del río Cuerpo de Hombre habita el esquivo desmán ibérico (Galemys pyrenaicus).

En un nivel altitudinal inferior las laderas aparecen cubiertas por repoblaciones de pino silvestre (Pinus sylvestris) y bosques autóctonos de roble melojo o rebollo (Quercuspyrenaica), al que acompañan abedul (Betula celtiberica), aliso (Alnus glutinosa), acebo (Ilex aquifolium) y serbal de cazadores (Sorbus aucuparia).
En lo más denso del robledal está presente el ciervo volante (Lucanus cervus), coleóptero de gran tamaño cada vez más escaso, mientras que en las zonas más umbrías y húmedas se puede observar al lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi). Entre las numerosas especies de aves destacan las rapaces, siendo comunes el abejero europeo (Pernis apivorus), la culebrera europea (Circaetus gallicus), el busardo ratonero (Buteo buteo), la aguililla calzada (Hieraaetus pennatus), el gavilán común (Accipiter nisus) y el azor común (Accipiter gentilis). Otras aves de interés son: pico menor (Dendrocopos minor), picogordo (Coccothraustes coccothraustes) y papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca).
Aunque difíciles de observar, están presentes mamíferos como el tejón (Meles meles), el gato montés (Felis silvestris), la gineta (Genetta genetta), el lirón careto (Elyomis quercinus) y el corzo (Capreolus capreolus).

La sierra de Béjar constituye un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), según las directivas de la Unión Europea relativas a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. De igual forma, es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) debido a la importancia de sus poblaciones de aves. Por ambos motivos, la sierra de Béjar quedará incluida en la futura red de espacios naturales protegidos de la Unión Europea, denominada Red Natura 2000.
La importancia ornitológica de este espacio queda de manifiesto al formar parte de una de las zonas catalogadas por SEO/BirdLife como Áreas Importantes para las Aves en España (Important Bird Areas, IBA), en concreto de la “IBA no 067, Sierras de Gredos y Candelario”, que abarca un total de 173.600 hectáreas. Entre los valores ornitológicos de esta IBA destacan la diversidad y densidad de rapaces forestales y rupícolas, así como las comunidades de paseriformes forestales y de alta montaña.
Lo descrito anteriormente refleja de manera somera la importancia ecológica y paisajística de esta nueva reserva de la biosfera. Pero, a pesar de lo evidente, este espacio debe afrontar en un futuro muy cercano resoluciones administrativas que serán decisivas para la necesaria conservación de sus valores naturales. En la actualidad está pendiente la ampliación de las controvertidas pistas de esquí de La Covatilla, que ya en su momento afectaron a una extensa zona de piornales y pastizales de gran importancia para la reproducción de algunas aves, aunque lo más significativo y preocupante es la propuesta de algunos empresarios del sector turístico de enlazar la actual estación con la zona de Candelario a través de nuevas pistas.
La realización de este último proyecto supondría la construcción de grandes infraestructuras y la degradación de amplias extensiones de territorios de alta montaña, aspectos incompatibles con los objetivos de conservación que persigue la inclusión de la sierra de Béjar en la Red Natura 2000 y con la honrosa nominación que acaba de otorgarle la UNESCO.
La Administración ambiental tiene la palabra...