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La mala cabeza del Ministro Gallardón
Maria Pazos – Consejo Científico de ATTAC España
Suscribo las palabras del Ministro de Justicia ayer en el Congreso: ‘pienso en el miedo a perder un empleo como consecuencia del embarazo’. No es un gran descubrimiento pero ¡qué bien que piense en ello! Se le agradecería la comprensión al Sr. Ministro si 1) facilitase el aborto a todas las mujeres que tienen ese miedo tan comprensible y fundado; y 2) ayudara a poner condiciones para que todas las mujeres empleadas pudieran tener criaturas sin necesidad de dañar su empleo, de tal forma que ese miedo se redujera (ya sabemos: universalización de la educación infantil, permisos iguales e intransferibles, las 35 horas semanales, etc. etc.…). Con estas dos condiciones disminuirían los abortos y aumentarían los embarazos deseados. O sea, si fuera verdad, todas las personas tan contentas.
Porque, si vamos a ver, en teoría tenemos muchísimos puntos de acuerdo: no nos gustan los embarazos no deseados y nos encantan las criaturas. Además, el miedo a perder (o a no adquirir) el empleo como consecuencia de la maternidad (real o hipotética) afecta a todas las mujeres, madres o no. Así que todas esas facilidades para compatibilizar maternidad con empleo de calidad son urgentes; cuando se hagan realidad podremos empezar a hablar de igualdad en el empleo.
Pero claro, el Ministro no razona así. Él razona: obliguémoslas a tener esos hijos que lógicamente no quieren tener. Como tienen miedo de tirarse a la piscina, empujémoslas. Esto no se lo ha inventado él: es el principio rector de las políticas llamadas ‘natalistas’: impidamos a las mujeres el acceso a la educación, al empleo, al aborto, a las libertades civiles, porque si acceden van a abandonar su función suprema que es la maternidad (el Ministro lo llama ‘derecho’). El problema es que ese viejo razonamiento no funciona, y resulta que en los países más tradicionales es donde menos criaturas nacen. De hecho, los países con mayores tasas de fecundidad de Europa son los países nórdicos, que es donde las mujeres no tienen que abandonar sus puestos de trabajo si deciden tener criaturas; y donde pueden abortar con todo tipo de garantías si no desean ser madres.
Tampoco la lógica del Sr Ministro es nueva. Todos los retrocesos y las barreras a la igualdad se han argumentado ‘por nuestro bien’: la resistencia al voto, la prohibición de muchos tipos de trabajos, la reclusión en el hogar… todito ha sido siempre ‘por nuestro bien’. Lo que es nuevo, al menos cuantitativamente, es cómo el Ministro se apropia de nuestro discurso, creyendo que así nos deja sin contestación (ni siquiera considero la posibilidad de el dislate sea producto de su forma habitual de razonar; me consta que tiene facultades intelectuales suficientes). Es lógico que nos saque de quicio, porque efectivamente excede de todos los límites del pudor y del respeto a sí mismo.
¿Qué hacer? Lo primero: respirar conscientemente para no permitir que aflore la rabia, porque la rabia no permite pensar claramente ni actuar con eficacia. Lo segundo: no desmoralizarnos, porque como dice Consuelo Abril, “el Ministro se ha metido en un jardín”. Estas posturas tan burdas se desprestigian por sí solas. Yo creo que, efectivamente, el Ministro ha metido un gol en su propia portería. Y, aunque nada está ganado y hay que seguir luchando, Gallardón tiene aún más difícil que ayer la aceptación social del retroceso en la Ley del Aborto que prepara. Todo por su mala cabeza.
¡Feliz ocho de marzo, nos vemos en la manifestación!
http://mariapazos.wordpress.com
- Es costumbre de los
hace 3 horas 25 mins - Y no podrian hacer algo mas
hace 4 horas 12 mins - Me sumo a este comentario y
hace 4 horas 24 mins - En esta propaganda y saraos
hace 5 horas 14 segs - ¿Mañueco tiene todo ese
hace 15 horas 28 mins - El Ayuntamiento se gastará
hace 23 horas 11 mins - Martin asiste , oye pues
hace 23 horas 11 mins - En el 2019 estaban otros
hace 1 día 1 hora - Se lo encargara a la empresa
hace 1 día 6 horas - ¿Se imaginan que la empresa
hace 1 día 18 horas
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