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Editorial nº 36, del 22 al 29 de abril de 2007: El efecto Delphi
En estos últimos meses estamos asistiendo al drama que se está viviendo en la Bahía de Cádiz, en la que la multinacional de componentes del automóvil Delphi ha manifestado su intención de cerrar la factoría y a la lucha de los trabajadores para conservar su puesto de trabajo.
Cuando ocurre un suceso de estas características existen numerosos prismas para hacer una lectura del mismo.
El primero y más dramático es sin duda el de los protagonistas, los trabajadores que pueden ir a engrosar las filas del desempleo en una zona con una alta tasa de paro. Es comprensible y encomiable el deseo de estas personas por conservar sus puestos de trabajo y la lucha que desarrollan, promueve sin duda la solidaridad.
Existe también la visión local de las autoridades de la zona y de los trabajadores de las empresas y comercios de la zona que contemplan con estupor y una gran preocupación como se va a pique una de las fuentes de riqueza de la comarca. Resulta también encomiable, no solo la solidaridad que demuestran sino también la defensa de su propio trabajo, ya que alrededor de Delphi existen 1600 puestos de trabajo directamente afectados, pero al menos otros 2000 indirectos que también corren peligro.
La base de una economía competitiva, que aleje los fantasmas delphinianos es sin duda la formación y la capacidad emprendedora de la sociedad. No es posible ponerle puertas al campo y vivir al margen de la globalización de la economía. El único camino a recorrer es el de hacer las cosas, bien, el del trabajo duro y el de disponer de recursos humanos (personas) motivadas y capacitadas, lo que implica formación.
Otra lectura también interesante es la de la propia empresa y la de los directivos que la gestionan. Por diferentes razones, que son muy complejas, no han conseguido hacer rentable la empresa, que ha venido dando pérdidas en los últimos años. No debe ser plato de gusto para esas personas proceder a cerrar una empresa en la que están y han estado comprometidos y que tiene una responsabilidad enorme sobre personas que seguramente conocen muy bien. Habría que preguntarse si estos directivos han hecho realmente los deberes en los últimos años o si han despreciado las señales que a buen seguro tenían sobre la mesa y que les hubieran exigido cambios profundos y probablemente algunos sacrificios. Quizás ahora se estén lamentando no haberlos hecho a su tiempo.
No conocemos exactamente otro de los puntos de vista relevantes, que no es otro que el de los Gerentes americanos de la multinacional, que responden a sus accionistas. Aunque en su página corporativa ( ver http://www.delphi.com/about/social/) dicen que acatan la ley de los países en los que operan (faltaría más) y se esfuerzan por mantener unas relaciones efectivas con las comunidades en las que trabajan . Lo más probable es que estos señores hayan llegado a la conclusión de que es más barato y rentable cerrar la factoría gaditana y llevar la producción a algún país con mano de obra y por lo tanto costes directos mucho más baratos.
De eso se sabe bastante en el textil bejarano y español, que está sufriendo desde hace años un fortísimo proceso de desindustrialización producto de la desleal competencia de las empresas asiáticas, basada en el dumping social.
No resultará fácil, ni quizás posible una solución satisfactoria al problema de Delphi. Ni siquiera con la intervencion del estado, que puede poner parches y dar ayudas, pero que no puede aportar un plan industrial de futuro, de forma permanente, ya que eso es tarea de la empresa privada.
Recientemente un periodista de Radio Nacional le preguntaba a un catedrático de economía sobre el tema. Era el día de la huelga general que se había producido en la Bahía de Cádiz un seguimiento enorme. El periodista hacía énfasis en el drama humano de la gente y el catedrático de economía le contestaba diciendo que el problema era grave a nivel local, pero que en España se habían creado 6 millones de empleos en los últimos 5 años y que aún había enormes dificultades para encontrar mano de obra cualificada en muchas provincias españolas.
En Béjar ya tuvimos nuestros "Delphis", el último sonado fue el de Hispano Textil, en el se enterraron muchos millones publicos, con la intención de salvarla, cuando quizás hubiera sido mucho mejor emprender otras políticas.
En la propia Europa existen muchas zonas deprimidas, antiguos baluartes de la industria pesada, que han recorrido una penosa y larga travésía por el desierto de la desindustrialización, pero que han alcanzado éxitos importantes en procesos de reconversión.
La base de una economía competitiva, que aleje los fantasmas delphinianos es sin duda la formación y la capacidad emprendedora de la sociedad. No es posible ponerle puertas al campo y vivir al margen de la globalización de la economía.
El único camino a recorrer es el de hacer las cosas bien, el del trabajo duro y el de disponer de recursos humanos (personas) motivadas y capacitadas, lo que implica formación. Para poder recorrer el ansiado camino de la reindustrialización, no valen los atajos, ni las obras públicas a construir en terrenos rústicos al margen de la legalidad. Solo vale hacer bien las cosas, planificar adecuadamente el territorio, ofrecer las ayudas que permita la ley y sobre todo formar y educar a los bejaranos. Crear en Béjar un ejército de emprendedores y de buenos profesionales. Ese y no el de crear puestos de trabajo efímeros ligados a las ayudas públicas mientras se construye un equipamiento ilegal es el único camino. Es cierto que es largo y que requiere trabajo, pero sin duda es el único sostenible a largo plazo.
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- ¿Pero no era el dios
hace 43 mins 40 segs - Gracias PP Vox, de primero
hace 10 horas 24 mins - DA una credibilidad cojonuda
hace 2 días 21 horas - Descrédito? Pero si se
hace 3 días 1 hora - Toda esta campaña de
hace 3 días 7 horas - Como se crean estos que es
hace 3 días 19 horas - Esta esperando a ver si
hace 3 días 19 horas - Pues efectivamente esto va
hace 3 días 19 horas - Esto empieza a parecerse al
hace 3 días 20 horas - Ya sabe que no suelo estar
hace 3 días 20 horas
Muy bien Antolín. Avalo tu análisis. Solo añadiría que también se ha de cuidar a los empresarios de dentro y de fuera, y a los turistas; en definitiva, hemos de tenclar a los potenciales inversores-clientes de Béjar y de los bejaranos. Y es que a veces los ahuyentamos con nuestras ácidas críticas o, a lo mejor, nos los mimamos lo suficiente.
A mi me lo va a contar usted Sr. Invitado. El ejemplo CLARO y PRECISO de como se trata en Bejar al inversor, es CTR BARRO COLORAO S.L. Cuando quiera le envio el resumen de nuestro periplo empresarial y nuestra lucha con el Ayuntamiento ( para conseguir lo que POR LEY tenemos derecho y nos corresponde )desde Septiembre de 2003 hasta el dia de hoy, ejemplo de como ha tratado Don Alejo Riñones el tema en estos años, mientras se ponia medallas etereas con Alditex, Krustanord y similares, y algun "tontoehaba" ( muchos ) se lo creia y le aplaudia.
Yo no pretendia recibir "MIMOS" como usted dice, simplemente me conformaba con JUSTICIA y AGILIDAD administrativa por parte del Ayuntamiento de un Municipio deprimido, fijese que poco !!. Mientras tanto, nuestro entorno mas cercano crece y se desarrolla, mientras que Bejar se sigue hundiendo en un pozo que parece no tener fondo.
Al dia de hoy, casi cuatro años despues, el Centro de Turismo Rural Barro Colorao sigue sin abrir sus puertas a esos turistas tan deseados, que ante la falta de plazas hoteleras, cambian su destino a Barco de Avila o Hervas.
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