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Paseo nº 19: Puerto del Tremedal-El Tremedal
Duración: Hora y media.
Dificultad: Ninguna.
Epoca: Todo el año.
Distancia recorrida: 6,5 km. 2,7 km. por carretera. Resto por pista de tierra.
Cota máxima: 1639 m. Cota mínima: 1469 m.
Mapa del I.G.N.: 553-IV (El Barco de Avila) 1:25.000
Este paseo, al contrario que la mayoría de los anteriores, nos va a llevar, en un breve recorrido, a través de la desolación que produjo en estos parajes el acongojante incendio que arrasó toda forma de vida, vegetal y animal, desde las inmediaciones de Solana y la Zarza, en el Sureste de la Sierra de Béjar hasta el Tormes en el Puente del Congosto. Ese incendio, que se produjo en el verano de 2005 arrasó miles de hectáreas de encinas y otras especies autóctonas. Actualmente se está repoblando esta zona. El contrapunto lo pondrá la espectacular vista que tendremos de los picos de la Sierras de Barco y Gredos y de los valles del Tormes y del Aravalle.
Para confortarnos por la pérdida de tanta vegetación, hemos querido visitar el castañar de Neila de San Miguel con sus monumentales castaños, varias veces centenarios, todavía dormidos a la espera de que la tibieza de la primavera les haga brotar el verde de nuevo.
Iniciamos este corto paseo en el Puerto del Tremedal. Descenderemos durante 2,2 km. hasta el pueblecito de El Tremedal, teniendo como fondo, hacia el Sur, el Aravalle y la Sierra de Barco, con La Covacha, La Azagaya y Castilfrío dominando el cuenco glaciar de Valdemingómez y la laguna de Barco. Hacia el Sureste divisamos las cresterías de Gredos y el valle del Tormes, desparramándose en los Llanos, al acercarse a Barco de Avila y cambiar de dirección para adentrarse en la provincia de Salamanca.
Desde El Tremedal, colgado en la cota 1500 sobre la ladera, caminaremos 500 metros más por la carretera y tomaremos la pista que sale hacia la izquierda. Seguiremos por ella durante 1,7 km., lo cual nos empleará unos treinta minutos. En este punto se bifurcará y seguiremos por la derecha, nos encontraremos unas pequeñas charcas y enseguida volveremos a estar en la carretera, por la que continuaremos otros 500 metros hasta el alto.
Este mínimo paseo nos hará ver el resultado de la imprudente desidia hacia la naturaleza que muchos demuestran, refiriéndonos no sólo a nuestras autoridades regionales en casos como los de las Navas del Marqués y Soria, o la cancelación de los trámites para la declaración como tal, del Parque Natural de Candelario, sino también a otros sectores de la población que sólo miran la forma de lucrarse o construirse el “palomar” donde más estorbe, sin pensar que la Naturaleza la tenemos en préstamo y debemos dejarla a nuestros sucesores en las mejores condiciones posibles.
Los castaños de Neila nos muestran el camino a seguir, la gente del pueblo ha sabido conservarlos durante bastantes generaciones y ahí siguen para las que vengan.
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