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Crónicas Gecobésicas V (Economía Cabalística)
No he encontrado mejor adjetivo para caracterizar la gestión económica de Gecobesa y la política informativa sobre dicha gestión. El concepto “cábala” alude a conjeturas y suposiciones, a intrigas y maquinaciones, a cálculos supersticiosos para adivinar algo y a un sistema de interpretación místico y alegórico. La información sobre el negocio que distribuye Gecobesa es pendular. Todos los fines de semana del invierno el invento va de lujo, miles de esquiadores y/o visitantes, nieve en abundancia, buen tiempo, elevadísimo impacto en la zona…, todo a favor de este gran negocio. En verano, “si no ampliamos será la ruina”, necesidad de que las administraciones inviertan, obligación de refinanciar la deuda, amortización de las acciones y ampliaciones de capital… Que la estación de esquí ha tenido una repercusión en la zona es innegable, pero nunca sabremos cuánta, porque, para aumentar más la confusión, en abril de 2007, con motivo de la VIII Feria de Muestras “Ciudad de Béjar”, publicitan la repercusión económica de la estación de esquí, realizando una serie de estimaciones que reflejan que cada esquiador/día se deja 101 €. ¿De dónde surge este número mágico?, pues de un estudio de octubre de 2004, que consta de 2 partes, una titulada “Los efectos económicos y territoriales del turismo de montaña en Aragón”, y otra, “La Evaluación macroeconómica del Turismo de Montaña” ambos circunscritos a la montaña aragonesa. Evidentemente Pirineos y Sierra de Béjar son como dos gotas de agua. (Si quieren profundizar en por qué esta estimación no tiene ni pies ni cabeza, les vuelvo a remitir al análisis que hizo un economista para la Plataforma por el Parque Natural de Candelario, de los datos aportados).
Hemos cumplido 10 años de estación de esquí y Gecobesa nos vuelve a regalar una nueva publicación en la que se sigue sobredimensionando el impacto económico en la zona y, como siempre, nos habla de lo bien que va a ir en el futuro lo que en la actualidad es una ruina (es lo bueno de las afirmaciones sobre el futuro, son incontrastables). Para no pillarse los dedos esta vez no citan fuentes ni estudios ni Cristo que lo fundó, son datos que hay que leer cual verdad revelada, son ciertos porque lo dicen ellos, y, como hemos visto en esta serie de artículos, son dignos de toda confianza.
Daremos unos datos que no justifican tanto optimismo. No sabemos el impacto real de la estación de esquí en Béjar, pero lo que sí sabemos es que la variación de las actividades de restauración y bares entre 2009 y 2004 ha bajado un 10%, y que el índice turístico (1) en 2003 era de 9 y en 2008 era de 7, tanto el sector hostelero como el índice turístico tienen una relación directa con la estación de esquí y, ¿qué están haciendo estos indicadores?: bajando. (Anuario económico de La Caixa). Los datos aportados ponen en entredicho que el impacto económico sea tan grande como el que se predica, cuando ni siquiera es capaz de mantener los niveles de negocio del sector más beneficiado por la existencia de la estación.
En cuanto a los números de la empresa, estos no dejan lugar a dudas. La estación de esquí es una ruina. Veamos los resultados económicos de la estación hasta 2007 (en cuanto Gecobesa facilite los datos económicos de los ejercicios siguientes al BORME, después de que los apruebe en la próxima junta de accionistas, actualizaremos esos datos):
AÑO Resultado del Ejercicio (2)
2003: 62.464 €
2004: -208.562 €
2005: -232.840 €
2006: -290.058 €
2007: -1.458.615 €
Estos números nos dicen una cosa, los resultados de la empresa han ido empeorando cuanto más grande se ha hecho. ¿Por qué?, por una política errónea de inversión. Han crecido en número de pistas, en kilómetros esquiables, en innivación artificial, en edificios (sobre todo en los años de más perdidas, entre 2006 y 2007), en maquinaria para adecuar ese aumento de pistas, en personal que tenía que llevar a cabo esos trabajos…, mientras olvidaban hacer inversiones que aumentaran la capacidad de atender a un mayor número de esquiadores, aumentando de este modo los ingresos, en grado tal que esas inversiones pudieran ser amortizadas, es decir, primero un telesilla y después lo demás. Eso no se ha hecho.
Sobreabundando sobre la política de inversión, el Sr. Montero ha reconocido, tácitamente, que su política de inversión ha sido nefasta, puesto que, como mucho, tenía hasta el 2022 para amortizar las inversiones (porque ya sabemos todos que en el contrato de concesión se establecía, claramente, que todo lo realizado pasaría a titularidad municipal sin derecho a indemnización del adjudicatario), y él ya ha dicho que necesita 50 años para amortizar las inversiones ya realizadas, es decir 39 años más de lo estipulado en el contrato, eso es atinar, sí señor.
Los fallos legales de los que es responsable Alejo (y la Secretaria que visó y firmó esos documentos), y que D. Cipri debería haber abordado desde el momento en que tuvo conocimiento de la sentencia, han dado una oportunidad de oro a este señor para chantajear al Ayuntamiento de Béjar, y para que, posiblemente, su impericia como gestor la paguemos todos. Y vuelvo a recordar que “ambosdos”, Alejo y Cipri, Cipri y Alejo, se vuelven a presentar “pa” Alcaldes.
Francisco Mª Otero
(03/03/2011)
(1). Índice turístico.
Índice comparativo de la importancia turística, referido a 2008 y a 2003. Se obtiene en función de la cuota o impuesto de actividades económicas correspondiente a las actividades turísticas, el cual se basa a su vez en la categoría de los establecimientos turísticos (hoteles y moteles, hoteles-apartamentos, hostales y pensiones, fondas y casas de huéspedes, campings y apartamentos gestionados por empresas), número de habitaciones y ocupación anual (todo el año o parte del año); por lo que constituye prácticamente un indicador de la oferta turística.
El valor del índice indica la participación (en tanto por 100.000) que corresponde a cada municipio, provincia o comunidad autónoma sobre una base nacional de 100.000 unidades (total euros recaudación del impuesto = 100.000). A partir de 2003 están exentos del pago de la cuota un determinado colectivo de contribuyentes (ver apartado de “notas” —“nota c”- más adelante).
Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda, Diputaciones Forales del País Vasco, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona y elaboración propia.
(2). Informe Axesor sobre Gecobesa (17/12/2009), que recoge los datos facilitados por las empresas al BORME.
- Sí, disculpe.... a usted no
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Si el contrato es de 2003 y es por once (o doce) años, según deduzco de las fechas, ya está, o estaría a punto de cumplir si no hubiera habido una sentencia anulando la concesión. Montero no se puede aprovechar de la anulación y conseguir más de lo que tenía. Él ha obtenido de la concesión lo que le daba el contrato, y respecto a las relaciones con el Ayuntamiento ha de considerarse con los mismos efectos que si fuera totalmente válido.
Cuando el tribunal encargado de la ejecución de la sentencia diga cómo se ha de cumplir, seguramente llega tarde, pues, habiéndose terminado el plazo de la concesión anulada y amortizadas totalmente las inversiones, ya carece de objeto la resolución que se dicte. Eso, el Ayuntamiento debe ponerlo en conocimiento del tribunal, para que si la ejecución ya no tiene objeto, que acuerde el archivo. Si el tribunal resuelve antes de concluir el plazo, la indemnización que le correspondería sería por las pérdidas del año o meses que falten por cumplir, y respecto a las inversiones, la parte no amortizada (lo que corresponda a ese periodo), debidamente valoradas, que a Montero se le hacen los dedos huéspedes.
Una vez concluido el plazo (o dictada la resolución judicial), lo que debe hacer el Ayuntamiento es convocar un nuevo concurso, pero ya totalmente desvinculado de la concesión de Gecobesa, en las condiciones que considere oportunas.
Creo que Montero se está columpiando y pasándose de listo, porque piensa que con la anulación de la sentencia ha descubierto un filón (o quiere convencer) y posiblemente no haya nada. La sentencia le ha servido para hacer ruido, pero nada más.
Es el Ayuntamiento el que dice que el contrato de concesión último esta vigente hasta el 2022.
Hay que recordar que hubo un primer contrato de concesión, desconozco cuando se firmo y su duración, y que el vigente fue mal aprobado por Alejo en 2005, si entro en vigor ese año, que no lo se, el contrato vigente era por 20 años, por tanto mis cuentas me dicen que como poco la concesión no es hasta el 2022, sino hasta el 2025, con lo cual si se exige la ejecución de la sentencia, y se cancela el contrato, Montero puede reclamar porque no va a poder amortizar la inversión que ha dicho que ha hecho.
http://bejar.biz/files/Contrato_concesion_gestion.pdf
¿Este nuevo contrato lo hicieron sin concurso, o sin haber terminado el plazo de la anterior concesión? ¡Vaya chapuzas! Con tanto enredo, es imposible hacer ningún pronóstico, y después está la defensa concreta que hagan unos y otros en el juzgado, y también están los jueces, tan condescendientes ellos con el poder, aunque no sabemos si en este caso se inclinarían por el poder político o económico. Habrá que ver qué concesión es la válida respecto al plazo, porque son contradictorias. Si no ha habido concurso público para el segundo, éste sería nulo. Tampoco se ha dicho qué contrato ha anulado la sentencia, si es el primero o el de 2005. Supongo que es el último el anulado, por falta de todos los requisitos, pero entonces sigue vivo el primer contrato y a punto de terminarse.
En el peor de los casos, serían unos catorce años los que faltan por cumplir, y si Gecobesa sólo tiene pérdidas no tendría indemnización por pérdida de beneficios. Las inversiones, primero habría que tasarlas, no dar por buenas las cuentas de Montero. Que reclame en los juzgados la indemnización que cree que le corresponde, y ya se vería. Hay mucho fuego de artificio, que al final se puede quedar en casi nada.
De todos modos, las urgencias de Montero en conseguir dinero creo que son incompatibles con los tiempos de la justicia, que puede tardar hasta diez años en que el Tribunal Supremo diga la última palabra.
La ley para instaurar lo justo, está en la ricas librerías de los que la interpretan, los que no disponen de ellas, deben de tener creencias.
El de 2005 es el que anula la sentencia, sí se ha dicho.
Entonces, sigue vigente el primer contrato, y termina en la fecha que se indique en el mismo, no en 2022 como se ha dicho.
Si las inversiones de Gecobesa son anteriores a 2005, no tiene nada que reclamar. Sobre las posteriores, que deben ser las menos, que reclame lo que le parezca, pues unas pueden ser del primer contrato y otras del segundo. Como habrá pedido licencias, se podrá saber qué inversiones ha hecho y cuándo. Las inversiones indemnizables son por instalaciones, en la parte que no esté amortizada, no por maquinaria que se puede llevar. También tiene su responsabilidad en la firma de ese contrato anulado, que no se lo va a llevar libre de polvo y paja.
De los resultados económicos nadie dice nada. ¡Elocuente silencio!
Los ejercicios últimos han sido con pérdidas, ya se ha dicho en otros artículos. Los que guardan silencio sobre esos extremos son los propagandistas de Gecobesa.
Si la empresa concesionaria no ha tenido ganancias, según su propia contabilidad, tampoco puede pedir indemnizaciones por pérdida de beneficios. Elemental.
Respecto al Impacto Economico de la Estacion de Esqui, me gustaria aclarar:
1.- No todos los esquiadores “contabilizados” ( porque han comprado un Forfait ), pernoctan y gastan dinero en Bejar. El denominado “Esquiador Rapido Autopista” que va y viene en el dia, ha ido en aumento, y se desconoce que porcentaje del total supone.
Esta Temporada se estima que es muy alto, pues a pesar de la afluencia de esquiadores, en los alojamientos bejaranos la ocupación no llega mas alla de 50% en Fines de Semana. Esta Semana de Carnaval, los portugueses nos han dado un empujoncillo.
2.- El gasto por esquiador / dia es difícil de cuantificar, dado que un gran porcentaje se aloja en Casas Rurales, y el unico gasto que hace es el del alquiler, el resto ( alimentación ) se lo trae de casa o lo compra en DIA o EROSKI, y en ocio extra, copas, y compras gasta bien poco.
3.- El numero de esquiadores que vienen “en plan bien” ( pernoctan, desayunan, comen en la Estacion y cenan ) , tambien ha ido en logica disminución por la Crisis.
Para estos, el gasto medio se puede estimar en 65 Euros/dia repartidos en 30 Euros alojamiento, 5 desayuno, 10 comida, y 20 cena.
Lo unico que sabemos los Hoteleros de la Zona, es que este Invierno esta siendo un desastre de facturación, y vemos con preocupacion lo que intuimos que va a pasar a partir de Semana Santa.
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