Casino ObreroEl Ateneo Cultural Casino Obrero, merece el respeto y el apoyo de todos los bejaranos. Es una institución que durante muchos años ha mantenido viva la llama de la cultura de Béjar. A pesar de las crisis y de la dificultad de las coyunturas económicas y políticas, el Casino Obrero ha seguido funcionando de forma más que meritoria.

Recientemente el Casino Obrero de Béjar ha renovado su Junta Directiva e iniciado una nueva andadura en la ya larga trayectoria de esta institución señera de la cultura bejarana.

Sus actividades son muy amplias y su historia brilla con luz propia. Por sus muros han desfilado muchas personalidades de las artes y de las letras españolas. La lista de personajes ilustres que han pasado por su sede, es enorme, como muestra solo citamos dos nombres Camilo José Cela y Gonzalo Torrente Ballester.

El Casino Obrero ha organizado y organiza multitud de premios literarios, exposiciones de artistas bejaranos y de otros lugares. En sus salas se organizan conferencias, coloquios, debates. Aún recordamos uno de los debates más interesantes, el organizado en 1983, con motivo de la aprobación del PGOU, organizado por el Ayuntamiento del entonces alcalde socialista Belen Cela y en el participó y se expuso a las preguntas de todos los interesados el ponente del Plan, Manuel Velasco Maíllo (nada que ver, por cierto con el proceso de elaboración del actual PGOU).

Otra actividad más que importante, es la de ser uno de los centros más activos de la vida social en Béjar. Como ejemplo sirva la fase en curso del Campeonato anual de chinchón, en el que participan más de 120 mujeres o el próximo baile de San Valentin del 14f.

Mis recuerdos de niñez, me conducen a los bailes del casino, que se organizaban los domingos por la tarde y en los que los mozos sacábamos a bailar a las chicas, que esperaban pasivamente sentadas en hileras de sillas contra la pared, comentando entre ellas si aquél joven o aquellos otros dos, que cuchicheaban se acercarían a sarcalas y qué les iban a responder, si aceptarían o le “darían calabazas”.

Los tiempos han cambiado mucho, los jóvenes ya no necesitan ir a los bailes para ligar y desde luego las jóvenes no se quedan esperando que nadie les saque a bailar.

La nueva Junta directiva tiene planes nuevos y proyectos importantes, que irán desgranando y dando a conocer en los próximos meses y que en breve contaremos desde este semanario.

En la rueda de prensa de presentación se habló del legado de Hernández Girbal y del contencioso con el Grupo Cultural San Gil, otra de las Instituciones Culturales señeras bejaranas. No queremos entrar aquí en el fondo del asunto. No tenemos toda la información y creemos que no nos compete. No obstante, como en estas páginas se ha publicado la respuesta del grupo San Gil y ha habido algunas posiciones de lectores al respecto, queremos hacer un llamamiento a que se intente un acercamiento y se persiga un acuerdo que evite el pleito planteado.

No resulta nada edificante para la ciudadanía, que dos de las instituciones más prestigiosas del panorama cultural bejarano, que además se han ganado a pulso su prestigio, por su generosidad y buen hacer, precisen ir a la justicia para dirimir unas diferencias, que pueden ser legítimas, pero que en nuestra opinión, se pueden y se deben resolver de una forma amistosa. No sabemos a quien le corresponde dar el primer paso, quizás sea lo de menos; el asunto es que ese acercamiento se pueda producir y se logre, o al menos se intente un acuerdo. Ese podría ser uno de los primeros logros de la nueva Junta del Casino Obrero.