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No importa cuántos vayan si logramos que otros vengan: el dilema de la autovía
Es sábado y Salamanca está a cuarenta minutos por la Autovía de la Plata. Ya no hay camiones cerrando el paso, adelantamientos suicidas ni pérdida de tiempo. Arrancas el coche y demoras mucho menos en llegar que cualquiera en Madrid a su trabajo.
Salamanca es la capital de la provincia y una ciudad que presume de estar entre las más bellas de España. Allá tenemos que ir a recibir la mayor parte de los servicios especializados de salud y allá corren nuestras ambulancias para solucionar problemas de urgencias médicas que no estén dentro de lo posible en Béjar. Allá hemos ido por la peligrosa N-630 para respirar aires que no fueran los de El Castañar, ver gente en las calles y sentarnos al fresco en las terrazas repletas de los bares de la Plaza Mayor. La tenemos ahí, a un paso, y sería una tontería dejar de disfrutarla.
Ahora, por esa peligrosa cercanía de la que ya hemos comentado, nos da por sacar la cuenta de lo pernicioso que pudiera ser para la sobrevivencia del comercio bejarano que tengamos la capital provincial a tiro de lombarda; lo que es, a nuestro juicio, un pensamiento tardío e inútil por demás. Desde que comenzaron las obras de la autovía se sabía que era para una comunicación más rápida y que esa rapidez sería un motivo más para que los bejaranos salieran de su cascarón a hacer vida de consumidores en Salamanca.
De hecho, el daño al pequeño comercio bejarano, al menos el de aquellos productos que pueden esperar al sábado para ser adquiridos, ya está hecho. Es parte de los riesgos de orbitar tan cerca de una ciudad mayor. Suponemos que no sea ésta la hora de valorar causas que son consecuencia de una Ley de Gravitación Universal del Desarrollo, de la cual pueden verse sus efectos entre regiones del planeta, entre países de la misma región y entre comunidades humanas.
Por pura casualidad, la apertura de la A-66 ha coincidido con la del Corte Inglés, un establecimiento impresionante que supera a todo lo anterior de su tipo en Salamanca. De cierta forma se asocian ambos hechos a la emigración de consumidores y a la fuga de los clientes del comercio local; aunque esta idea podría no ser más que una manera de ejemplificar cómo aquella ciudad va creciendo y la nuestra empequeñeciendo. Además, el Corte Inglés es más un sitio de paseo que de compras para los simples mortales. Seguramente Carrefour atrae más dinero bejarano: es barato y Béjar, pobre.
Hay que apuntar que la reflexión hecha en otra ocasión en esta misma sección acerca de cómo el dinero que los bejaranos nos gastamos en otros lugares es una piedra que lanzamos para que nos caiga sobre nuestras propias cabezas, es una consecuencia inevitable de un conjunto de causas. La solidaridad con el comercio bejarano podría ayudar, pero no transformar los hechos. Por tanto, no estamos ante algo que esté en las manos de los ciudadanos solucionar, porque ese “algo” está más allá de nuestra voluntad, por buena que fuere.
Por tanto, lo más sensato sería, además de algunas medidas de apoyo al menguado comercio bejarano, que invirtamos el tema y nos pongamos a pensar en los motivos que tendría la población de la capital provincial para hacer el viaje a la inversa por la A-66 y encontrar aquí lo que allá no existe. Nadie ha dicho que la autovía es un solo sentido, aunque sí sabemos que son muy pocos los imanes de Béjar para que la gente haga el camino hasta ella, poniéndola en el radio de acción de nuestro comercio.
En esto se repite la manida fórmula del vaso medio vacío o medio lleno que separa a los pesimistas de los optimistas. ¿Por qué una vía de comunicación de primera categoría tendría que ser una desgracia? En lo absoluto. Si comprendiéramos que no importa cuántos vayan si logramos que otros vengan, también comprenderíamos la inevitabilidad de la Ley de Gravitación Universal del Desarrollo. Porque es una ley que mata a los que se dan por muertos y da vida a los que saben enfrentar los cambios.
- TAmpoco me preocupa La
hace 7 horas 43 mins - A ti solamente te preocupa
hace 1 día 18 mins - Pero la situación habrá
hace 1 día 28 mins - SIgo pensando lo mismo, la
hace 1 día 7 horas - En cualquier lugar del
hace 1 día 20 horas - Que yo sepa no ha habido
hace 1 día 20 horas - La estación de esquí nace
hace 2 días 3 horas - No solo mienten de manera
hace 2 días 4 horas - A mí sí me interesa esta
hace 2 días 5 horas - Posiblemente la respuesta
hace 2 días 5 horas
Para Béjar la autovía es beneficiosa en todos los aspectos, el echo de que hasta hace poco tiempo no tener ni una vía de comunicación rápida en cientos de kilometros a la redonda ha hecho que la comarca esté en el deprimido estado en el que está. La rapidez en las comunicaciones es fundamental para el desarrollo de cualquier región y la autovía permite a los 15.000 bejaranos salir a comprar a Salamanca o Plasencia pero a la inversa son unas 300.000 personas las que ahora están a 40 minutos de Béjar por la A-66 y pueden ser nuestros visitantes y clientes, sin contar con que una autovía hace mas atractiva una ciudad para la instalación de empresas y millones de personas de toda España tienen unas vías de acceso cómodas para hacer turismo en nuestra inigualable comarca. Ahora tenemos que luchar por la reapertura del Tren de la Plata y por una autovía Ciudad Rodrigo-Béjar-Piedrahita-Avila. Estoy seguro que lo mejor está por venir!.
¿Ciudad Rodrigo-Béjar-Piedrahita-Ávila? Estoy a punto de echarme unas risas. Quizá algún día Ávila-Piedrahita y en un futuro muy muy lejano Piedrahita-Béjar pero de Béjar a Ciudad Rodrigo, con el poco tráfico que hay en esa carretera, a nadie se le ocurriría una obra de ese calibre, contando con la orografía adversa. La Junta de Castilla y León solo preveé en la provincia de Salamanca una autovía autonómica que iría de Santa Marta a Alba de Tormes y, de momento a menos que haya noticias nuevas que desconozco, es solo una linea en un papel y comparar el tráfico de esa carretera con el de la de Béjar-Ciudad Rodrigo es como el día y la noche. Seamos realistas.
La reapertura del tren no se va a producir para pasajeros, mercancías es más factible, y sino al tiempo y en el hipotético caso de una linea de alta velocidad norte-sur que pase por aquí el que nos hagan una estación es un sueño casi imposible de alcanzar.
También puede ser Ciudad Rodrigo-Guijuelo-Piedrahita-Avila donde la orografía no es tan abrupta... y debería ser impulsada por el Estado, no por la Junta. Respecto al tren doy por hecho que no será alta velocidad aunque cuando estén concluidas todas las líneas de AVE este hipotético tren pueda circular por esas vías, sólo hay que abrir el tramo Plasencia-Astorga.
Pues ya no pasa por Béjar, sino por Guijuelo, con lo cual ya me contarás tú el beneficio directo para Béjar. Y una autovía de ese tamaño y con esa ruta jamás la va a impulsar el Estado. Quizá el tramo Ávila-Piedrahita, por coincidir con la N-110 (que por cierto ni a largo plazo se contempla su duplicación o construcción de autovía de Ávila hacia el sur), pero el resto ni soñarlo.
En cuanto al tren no se trata solo de abrir vías, peor me lo pones haciendo circular trenes LAV por una vía de ancho ibérico con lo que supondría tener que construir la instalación correspondiente para el cambio de ancho en los ejes del tren. La actual linea solo sirve para mercancías, que van despacio y es rentable que vayan así, en caso contrario nos iríamos a modificaciones de trazado, que también sabemos lo que cuestan.
Al comercio bejarano que le den pomada.
No puede ser que el mismo muñeco me cueste en Béjar 45 euros y en Plasencia 15 euros. Eso no es comerciar es robar, y a mí ya me robaron bastante, me voy a Plasencia o a Salamanca sin pensarlo diez segundos aunque me lo gaste en gasolina (que no me lo gasto) y me paso un día estupendo.
Basta de usureros
Y yo soy de los que veo la botella llena total, como buen bejarano que solo veo el pasado glorioso too p' alante, creo que nos pondrán un aeropuerto en las lanchillas y una linea de metro desde el parador en la cerrallana, para que toda Europa y España vengan a comprar en las tiendas que se abriran de chanel, Dior, Loewe.
Lo primero que habrá que hacer es reactivar la demanda interna siendo competitivos en los precios y por ejemplo haciendo politicas activas para que el poligono industrial no se convierta en una chapuza asentando población.
Un poquito de por favor... que algunos nos descojonamos es lo que nos queda, en fin...
Y el hospital con el tiempo (poco tiempo) será un centro de especialidades (ejemplo Ciudad Rodrigo, misma población).
Es totalmente inviable un hospital con una cocina, celadores, lavadero y una decena de enfermeras, para 10 camas que nunca están completas. Hagan calculos es el hospital más caro de España.
En Salamanca están haciendo un hospital para urgencias y corta estancia, y eso significará el cierre del bejarano. Una ambulancia estará allí en 30 minutos, ¿qué sentido tiene tenerlo en Béjar?.
Pondrán una ambulancia más y hala todo a Salamanca.
La autovía a Avila no la verán nuestros ojos y la de Ciudad Rodrigo -Bejar ni los hijos de nuestros nietos.
Las Tiendas Desaparecidas, en XLsemanal.finanzas.com, Arturo Pérez Reverte
......................Eso es lo peor, a mi juicio. Lo imperdonable. Todas esas ilusiones deshechas, trituradas por políticos golfos y sindicalistas sobornados que todavía hablan de clase empresarial como si todos los empresarios españoles tuvieran yate en Cerdeña y cuenta en las islas Caimán. Ignorando las ilusiones deshechas de tanta gente con ideas y fuerza, que arriegó, peleó para salir adelante, y se vio arrastrada sin remedio por la tragedia económica de los últimos tiempos y también por la irresponsabilidad criminal de quienes tuvieron la obligación de prevenirlo y no quisieron, y ahora tienen el deber de solucionarlo, pero ni pueden ni saben. De esa gentuza encantada consigo misma que no sólo carece de eficacia y voluntad, sino que sigue impasible como don Tancredo, procurando ni parpadear ante los cuernos del toro que corretea llevándose a todo cristo por delante. Un Gobierno cínico, demagogo, embustero hasta el disparate. Una oposición cutre, patética, tan corrupta y culpable de enjuagues ladrilleros que trajeron estos fangos, que resulta difícil imaginar que unas simples urnas cambien las cosas. Sentenciándonos, entre unos y otros, a ser un país sin tejido industrial ni empresarial, sin clase media, condenado al dinero negro, al subsidio laboral con trabajo paralelo encubierto y a la economía clandestina. Con mucho Berlusconi en el horizonte. Un rebaño analfabeto, sumiso, de albañiles, putas y camareros, donde los únicos que de verdad van a estar a gusto, sinvergüenzas aparte, serán los jubilados guiris, los mafiosos nacionales e importados, y los hooligans de viaje y tres noches de hotel, borrachera y vómito incluidos, por veinticinco euros. Para entonces, los responsables del desastre se habrán retirado confortablemente al cobijo de sus partidos, de sus varios sueldos oficiales, de sus pingües jubilaciones por los servicios prestados a sí mismos. A dar conferencias a Nueva York sobre cómo nos reventaron a todos, dejando el paisaje lleno de tiendas cerradas y de vidas con el rótulo se traspasa. Así que malditos sean su sangre y todos sus muertos. En otros tiempos, al menos tenías la esperanza de verlos colgados de una farola.
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