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Memoria de Béjar. Episodio 9: Habla Manuel Maíllo Anaya (I de 2)
Manuel Maíllo
Bien podría ser el decorado de un escenario, las sillas colocadas alrededor de la mesa, el periódico descansando sobre el tapetito rojo, la lámpara con luz mortecina y la tramoya bullendo en el sottovoce de los socios lectores. De vez en cuando entra en escena algún estudiante en busca de refuerzo que se dirige a la biblioteca, o algún paisano dicharachero que, saltándose el guión, improvisa sobre el tiempo u otros menesteres…
Me sitúo en la propia boca del escenario, al borde del abismo abierto al público y presto buen oído buscando el amparo del apuntador. El protagonista no lo es de ninguna obra menor, es un personaje acreditado que vive para el teatro aunque ahora sea en el recuerdo.
Manuel Maíllo Anaya, alias Manolín Maíllo, desarrolla la trama para mí sola, que asisto a la función entre admirada y perpleja:
“Yo, por lo que decía mi madre, heredé de mi padre la bis cómica” -sentado con buena compostura, el gesto de quien domina el terreno, no es sino el comienzo de una mirada atrás, hacia el tiempo en que el asociacionismo en Béjar era fluido y constructivo-.
Desde el inicio de su fundación, el Colegio de San Francisco de Sales (los Salesianos) fue no solo un importante centro de formación para varias generaciones de varones que desarrollaron y siguen desarrollando profesiones de responsabilidad dentro y fuera de Béjar, sino que también jugó un importante papel en el impulso cultural Bejarano y constituyó, en los setenta y ochenta, un foco revulsivo para la juventud local. Siendo un importante propulsor de desarrollo hasta su desaparición al final de los noventa, en que pasó a convertirse en Residencia Asistencial para la Tercera Edad.
Uno de los mejores ejemplos de aquel tiempo, hijo póstumo, veía la luz en nuestra Ciudad durante el mes de julio, en los años finales de la década de los 20. En una época en que las compañías de cómicos recorrían las plazas de los pueblos durante los veranos, sembrando risas, “Manolín” Maíllo comenzaba su papel más importante, el de su propia existencia.
Niño menudo, pero muy activo, aprende enseguida a sacar rendimiento de sus estudios, se inicia en el Cuadro Artístico Salesiano a los 15 años, comenzando a trabajar, a los 16, en tareas de Administrativo para la acreditada Industria Textil “Gómez- Rodulfo”. Su profesión y el teatro, las dos constantes de su vida, lo convierten en un hombre cultivado que se jubiló tras 49 años de responsabilidad en la empresa, habiendo ejercido de Apoderado General de la misma durante varios años. Casado, con dos hijas, nunca renunció a su afición y, junto a sus amigos, representó un buen repertorio del teatro más emblemático del momento, manteniendo viva durante años, con el Cuadro Artístico, la afición a la Zarzuela en Béjar.
“Entré en el colegio el año 33 y la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos ya se había fundado, creo recordar que fue en 1915; ya había un grupo de personas allí que eran Gumersindo del Bosque, Lázaro Cuadrado…, estos señores formaron la asociación; la cuestión era fundamentalmente el teatro, además de las solemnidades de María Auxiliadora o San Juan Bosco. El teatro pasa a ser una de las actividades que los Salesianos cuidaban mucho. Desde pequeños, con siete u ocho años, se comenzaba a hacer obras menores, (yo soy uno de ellos); esta congregación cuidó mucho aquello, lo consideraba incluso como una clase más -suponía, pues, un inicio en el mundo de la literatura, los clásicos,…- claro, se aprendía mucho, se corregía, te enseñaba a hablar, a presentarse en público, a desenvolverse, se valoraba mucho. De mi generación, raro era el que no había intervenido en el teatro. Los más pequeños, con obras musicales y, luego, cuando se salía del colegio, se seguía con el Cuadro Artístico, nosotros, los que nos gustaba hacer teatro, continuábamos…, llegó un momento en que había tres Cuadros, el
de los niños, jóvenes (que éramos nosotros) y el de los veteranos (no es que tuvieran tantos años, ya estaban casados), nosotros los solteros, teníamos bastante más actividad.
La afición al teatro, creo que nací con ella”.
(continuará)
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hace 11 horas 18 mins - Efectivamente, como bien nos
hace 1 día 36 mins - Por fin la oposición saca
hace 1 día 4 horas - Se trata de un error que
hace 1 día 4 horas - Miente usted descaradamente.
hace 1 día 5 horas - Por cierto. Alguien sabe si
hace 1 día 9 horas - Buena noticia, los mismos
hace 1 día 10 horas - Quiero felicitar a este
hace 1 día 22 horas - El texto es para enmarcado ,
hace 1 día 22 horas - Pues no sé. Parece
hace 1 día 22 horas
Recuerdo perfectamente las apariciones en escena de Manolin Maillo en el salón de actos de los salesianos
era salir a escena y sin decir aun una palabra el salón estallaba en una carcajada, como relamiendose y anticipando lo que iba a venir
Gracias Gel por estas cronicas que son impagables
Memoria agradecida a Manolín Maíllo por todas las risas que nos regaló.
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