¿Fin del Mundo?Fin de otro mundoDesde hace años, nada más comenzar el siglo XXI, se desempolvó la vieja profecía maya que auguraba la destrucción del mundo para un día preciso: el 22 de diciembre de 2012, de acuerdo a nuestro calendario. Y por ósmosis, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, se popularizaron montones de otras predicciones hechas por culturas antiguas, visionarios de todas las épocas y editoriales dispuestas a vender a toda costa.

El fin de nuestro mundo, visto como el planeta que alberga la vida en todas sus formas, ha sido predicho también por la ciencia, tomando en cuenta los conocimientos sobre la evolución del Universo y la vida finita del Sol como una estrella más llamada a quemar todo su combustible. Pero esa es la que menos preocupa porque será el final de un proceso de millones de años que ninguno de nosotros verá y no algo que pueda ocurrir, de golpe, tres días antes de la próxima Navidad.

Sin embargo, los mayas han vuelto a hablar y dicen que sí, que ellos están en lo cierto. Un eminente sacerdote de la tradición de los mayas ha venido a España e impartido una conferencia en Valencia donde ha confirmado que las profecías de sus ancestros son ciertas y que este mundo se acaba. No obstante, el sacerdote aclaró que se acaba el mundo de oscuridad que comenzó 5,125 años atrás y que comienza otro mejor: "Un periodo de luz y conexión con nuestra alma".

Omrael Norbert Muigg, que es el nombre de ese Sumo Sacerdote, tal vez tenga mejor puestos los pies en la tierra que Stándard & Poor’s, el FMI, el BDE y el Gobierno de España para apreciar con pura objetividad lo que es un secreto a voces: el mundo tal como lo conocemos hoy está en proceso de cambio y, por fuerza, de cambio para bien después de un proceso traumático de crisis políticas. Esto en sí mismo no es nuevo. Se sabe nada, es perpetuo y todo, absolutamente, todo, está sometido a un proceso de transformaciones y cambios cualitativos, incluidas las sociedades en que los humanos hemos vivido a lo largo de nuestra incivilizada civilización.

Las contradicciones de hoy son el punto de giro de la sociedad actual, como otras anteriores también los tuvieron. Los sistemas político-sociales y la distribución de las riquezas en cada uno de ellos son finitos, quiérase o no, y es algo que nadie puede impedir; como tampoco se puede impedir que los cambios sean a favor de las fuerzas mayoritarias que los empujan a contrapelo de las minoritarias que tratan de impedirlo. Elemental: la lucha de lo nuevo contra lo viejo.

No hay más que mirar el mundo que los mayas han dicho que termina en 2012 para darnos cuenta de que otro mejor es posible, necesario y urgente. Omrael Norbert Muigg, dijo en su conferencia que “en los años venideros habrá grandes transformaciones, unas que tienen que ver con la tierra, la naturaleza y otras con la economía y la política". Asimismo, habló de la necesidad de una mayor conexión con la naturaleza y de mejores oportunidades para la evolución del hombre. Y puntualizó que el año 2012 es el final de un ciclo, de un mundo que los mayas anticiparon que quebraría y que “lo haría por la estructura económica”. Con lo que la profecía maya del Fin del Mundo acierta en dos cosas esenciales: las sociedades se transforman, inexorablemente, y se transforman por su base económica empujadas por los que tienen las de perder.