Bajo licencia de Creative Commons.
Las diferencias de género en el mundo
La Unión Europea ha decidido lanzar en España su campaña contra la violencia de género, un problema que ha existido desde siempre pero del que por primera vez gobiernos, instituciones y sociedad empiezan a preocuparse y a combatir de forma proactiva.
Detrás de la violencia de género está la desigualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. Disminuir esta desigualdad está siendo un proceso demasiado lento porque, entre otras cosas, entronca con las actitudes más profundas de las personas, las comunidades y la sociedad. El cambio requiere mucho más que cambios legislativos, aunque estos sean siempre bienvenidos.
El World Economic Forum, fundación creada en 1971 con sede en Suiza, ha publicado recientemente un informe sobre las diferencias de género en 58 países de los cinco continentes. El objetivo de este informe es analizar las distintas dimensiones económicas, políticas y sociales que están en la base de la desigualdad de género.
La primera conclusión de este informe es que ningún país ha conseguido eliminar la diferencia de género, aunque existen países como los nórdicos, con Suecia a la cabeza, que han disminuido este gap considerablemente.
España se sitúa en el puesto 26 del os 58 países analizados, por debajo de Reino Unido (8), Alemania (9) o Francia (13) pero también por debajo de países del Este que han realizado en las últimas décadas, un gran esfuerzo para la igualdad como son Letonia (11), Lituania (12) o Estonia (15).
El informe analiza cinco dimensiones que cualquier administración local o nacional debería tener en cuenta cuando formula sus políticas para la promoción de la mujer:
1. La salud y el bienestar, que la mayor parte de países europeos han solucionado pero que sigue siendo un gran problema en el resto de los continentes. Basta con el dato de que al año mueren 585.000 mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parto. España puntúa en el ranking 5 en este apartado.
2. Una educación de calidad, requisito indispensable para que las mujeres puedan acceder a las distintas esferas de la sociedad. Esta educación se mide por el nivel formativo alcanzado por hombres y mujeres pero también por la calidad de la formación recibida. España se sitúa en el puesto 35 en temas de educación.
3. La participación de las mujeres en la economía, entendida como el número de mujeres que son parte del mercado de trabajo en comparación con la población activa total de cada país, pero también como la igualdad de salarios para igual trabajo. En datos globales, una mujer gana aproximadamente el 78% de lo que gana un hombre en el mismo puesto. España no sale bien parada en esta dimensión y cae a la posición 45 del ranking
4. Las oportunidades laborales, referidas a la calidad del trabajo realizado por las mujeres. Esto es un problema en los países desarrollados donde las mujeres acceden con cierta facilidad al mercado de trabajo pero se concentran en puestos peor pagados o menos cualificados y con menores oportunidades de promoción (profesorado, sanidad, administración, cuidado de niños y ancianos).
Incluso en aquellos países desarrollados, en los que desde hace varias décadas las mujeres universitarias se incorporan al mercado laboral, no se ha observado un efecto significativo en la representación de las mismas en posiciones directivas de primer nivel de las organizaciones. En USA, según un estudio de la Universidad de Yale en 2001, frente a un 25-35% de mujeres abogadas, sólo un 5-15% eran socias de los despachos en los que trabajaban.
Esta dimensión del informe incluye también el estudio de las medidas que los países tienen para facilitar la maternidad y el cuidado de los hijos.
España baja al puesto 34 en este ranking.
5. Participación política, entendida como la representación de las mujeres en las estructuras de decisión, formales e informales, de los países. La ausencia de las mujeres en los niveles de decisión, locales, regionales o nacionales, significa que las prioridades se definen sin considerar las opiniones del 50% de la población cuya visión de las necesidades de una comunidad, puede ser distinta a las de los hombres. A nivel global sólo el 15,6% de los parlamentarios son mujeres.
España califica en el puesto 27 para esta dimensión.
Como conclusión, un cambio significativo en las diferencias de género requiere objetivos y políticas claras y un esfuerzo en educación y comunicación. Se trata de cambiar culturas y actitudes, de hombres y mujeres. Si no somos capaces de conseguir esta igualdad, estamos desperdiciando una parte importante del talento y de las capacidades de un país.
Gemma Medrano
- Cultura del amor: Cómo fomentar un entorno laboral feliz
- Las editoriales universitarias españolas crean una plataforma de eCommerce que arranca con más de 50.000 títulos
- El e-commerce crece a alta velocidad en España, pero aún le falta para alcanzar a Europa
- Marketing en la Copa del Mundo: goles en el mundo digital
- Claves para ser competitivo en el mundo digital
- Ahora que saca usted lo del
hace 12 horas 10 mins - Pues eso nos lo pueden decir
hace 13 horas 8 mins - Pues no te creas.Todavía
hace 2 días 3 horas - Entiende lo que quieras, es
hace 2 días 5 horas - Yo sabía que los
hace 2 días 5 horas - A que tema te refieres? Al
hace 2 días 12 horas - Ni mejor ni peor. Y tú
hace 2 días 13 horas - Que aburricion, que la gente
hace 2 días 17 horas - Seguid estirando ese tema
hace 2 días 23 horas - Ni mejor ni peor. Y tú,
hace 3 días 2 horas
Enviar un comentario nuevo