José Ramón SantamaríaEntrevista a José Ramón Santamaría, nuevo presidente del Casino Obrero de Béjar.

¿Cuáles son los asuntos o problemas fundamentales que espera abordar durante su mandato?
El único fin es darle vida al Casino continuando con sus actividades culturales, recreativas y otras típicas como son las excursiones, conferencias, presentaciones de libros, mantener el servicio de periódicos para los socios y, por supuesto, mantener viva la biblioteca, que es una joya.

Conociendo esas metas, quisiera preguntarle cuáles son los problemas más importantes a resolver para poder cumplir con ellas.
Los problemas que hoy tiene el Casino son económicos. El primero es la disminución de los socios, que actualmente pagan 7,50€ mensuales. Ahora somos 868 los socios. Eso al año da lo que da y tenemos unos gastos fijos muy elevados.

¿Esa cifra de 868 socios representa una disminución de la media histórica de socios del Casino?
Sí, los socios vienen disminuyendo. En ello influye el problema de los socios de edad avanzada y lo que eso representa para la vida social. Pero, por otra parte tenemos otra causa añadida: la crisis económica, que se nota muchísimo en las familias bejaranas.

Hay muchas familias que están cobrando pensiones mínimas y que tienen que mirar de dónde pueden quitar gastos. Aquí vienen personas explicando su situación personal para darse de baja y diciendo que cuando mejores la situación volverían al Casino. Ha habido personas que nos lo han planteado así de crudo y les hemos dicho que vengan al Casino cuándo quieran, que siguen tenido sus puertas abiertas. También es de destacar los casos de personas que por problemas de salud ya no pueden salir de casa y siguen siendo socios por amor al Casino.

¿Todos los socios toman parte de las actividades del Casino?
De los 868 socios sólo unos 300 son habituales. O sea, hay unos 500 que nunca vienen o muy poco; sin embargo, siguen pagando la cuota y jugando su papel de mantenedores del Casino. Son bejaranos que sienten el Casino como algo muy propio y no pueden permitir que una institución centenaria, que es toda una tradición, se venga abajo por la falta de dinero.

¿Cree que al margen de los socios el casino podría desarrollar nuevas iniciativas que contribuyan su financiamiento?
Eso es algo que debemos desarrollar aprovechando lo que ya está. Es el caso, por ejemplo, del bar, que no aporta mucho. Ha habido otros momentos en el bar ha rendido mucho más. Sólo por la renta del edificio pagamos 1,827 euros mensuales y lo primero que hemos dicho a los dueños es que no admitíamos nuevas subidas del alquiler.

También nos ayuda el aporte del Ayuntamiento que nos da 1,000 euros anuales y colabora con nosotros pagando algunos gastos de actividades puntuales.

En relación con las incitativas para aumentar la recaudación, ¿han pensado en algo relacionado con el bar, que es un recurso que ya existe?
Sí, estamos tratando de involucrar al bar en actividades que redunden en el funcionamiento del propio Casino. De hecho, ya hemos hecho un concierto con l orquesta Big Band que ha sido un éxito total, un lleno total e intentamos hacer este tipo de cosas añadiendo rifas, sorteos, que ayuden con los gastos. Pensamos también, como hace Bizarte, ofrecer un vinito en nuestras actividades y que la gente colabore altruistamente. Ya lo hemos hecho en algún concierto y vamos a tratar de hacerlo más asiduamente.

Las actividades fuera del casino, como las excursiones, ¿estarán ahora más limitadas?
Sí, aunque de hecho se han propuesto varias excursiones muy económicas y se ha hecho ninguna porque nadie se ha apuntado.

¿Cree que durante su período en la presidencia del Casino se obtendrán los resultados de algunas de esas ideas para el financiamiento del Casino?
Vamos a intentar este año cambiar un poco la filosofía de los actos del Casino. Por ejemplo, los participantes en los campeonatos de billas y de chinchón están colaborando económica más elevada que hasta ahora. Sigue siendo realmente simbólica, ero es parte de la idea de que quien más disfruta del Casino debe aportar más. Las mujeres son las que más participan, a los hombres les cuesta más.

También estamos darle al Casino un enfoque dirigido a la juventud. En la directiva ha entrado un joven de menos de treinta años que se va a encargar de darle un empuje a las redes sociales. Queremos darles cabida a los jóvenes.

En síntesis, ¿cómo ve el Casino hoy día al comienzo de su período en la presidencia?
No se puede decir que está mal. El casino tiene una vida activa. Ahora mismo hay 112 mujeres participando en el campeonato de chinchón, 12 hombres en el de billar, cuatro días a la semana hay yoga… muchas asociaciones nos solicitan para hacer sus propias actividades, lo que es un servicio del Casino a la sociedad bejarana, y si esto se pone muy difícil habrá que solicitarles alguna colaboración. El año pasado hubo más de 50 conferencias y presentaciones de libros y se hicieron varias exposiciones.

O sea, el Casino no está mal. El problema es económico. Hace sólo 15 años con las máquinas tragaperras del bar se pagaba el alquiler del bar y ahora no saca para sus gastos. Tendremos que hacer algo y esperamos poder hacerlo

¿Conoce el Ayuntamiento la situación que confronta el casino?
Hemos tenido una reunión con el alcalde Alejo Riñones para informarle de la situación del casino y para sugerirle la conveniencia de solicitar nuevas ayudas. Nos respondió que podíamos contando con los 1,000 euros que nos vienen entregando y que mirará para buscar algo más, pero que difícil repartir cuando no hay.