ParnaibaDunasDunas2No resulta fácil llegar a Jericoacoara, una pequeña localidad costera en el NE de Brasil. En autobús publico se puede llegar desde Gijoca, en una especie de jardinera con puertas en cada fila de asientos y sin ventanas, que tarda 1 h en recorrer los 30 km de dunas y arena que los separa. Otra opción es acceder en un todoterreno utilizando las playas en la bajamar desde Parnaiba.
El recorrido es excepcional. Se van alternando playas con dunas entre las que hay algunas lagunas, ahora llenas tras la estación de lluvias. La laguna Torta tiene 22 km de largo y una anchura variable. En algunos lugares esta siendo cortada por el empuje de las dunas, hostigadas por el viento que llega desde el océano.

Al llegar a Jericocoara los conductores deben aparcar sus vehículos en el parking y registrarse. Al pueblo solo acceden los coches autorizados, manejados por conductores locales. El pueblo tiene tres o 4 calles perpendiculares a la playa, cruzadas por otras calles y callejones formando una cuadricula irregular. Todo el suelo es de arena. Los edificios son de una o dos plantas. Abundan las Pousadas decoradas con mucho gusto, así como comercios y restaurantes Las mejores playas son las que dan al norte, permiten paseos casi infinitos.
Al atardecer la tradición manda subir a una gran duna que esta junto a la playa para ver la puesta de sol.
Por las noches, que empiezan siempre a las 18h hay tiempo para tomarse unas caipirinhas que ofrecen a buen precio numerosos vendedores ambulantes.
En la playa y alrededor de una hoguera la fiesta continua.
Las agencias ofrecen a los turistas numerosas actividades. Las mas comunes son las excursiónes en boogie a las playas de la zona y a las lagunas del interior. Por el momento Jericocoara esta a salvo de las Torres de apartamentos, tan comunes en otras playas de Brasil, aunque ya no es el pequeño pueblo de pescadores que cautivó a tantos viajeros.
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