Bajo licencia de Creative Commons.
El imprescindible viaje de la izquierda. ¿Nos encontramos en el camino?
Por José Luis Rodríguez Celador
En mi opinión, la gran baza de la derecha en España, y del neoliberalismo económico y político en general, es su unidad. Y no me refiero tanto a su unidad ideológica, sino a su unidad de acción, a su unidad estratégica. Ciñéndonos a nuestro país, el Partido Popular tiene la gran virtud estratégica de aglutinar bajo sus siglas desde el neoliberal más ideológicamente aséptico hasta el ultra más acérrimo.
Todo lo contrario ocurre con la izquierda, que presenta una clara división, que el tiempo y las circunstancias han ido haciendo más y más profunda. No se trata tan solo de una división que se evidencia en siglas(que también), sino que trasciende a los partidos políticos, e incluso amenaza su cohesión interna (Rubalcaba versus Chacón en el PSOE, Extremadura versus Andalucía en IU). A mi modo de ver, se trata más bien de la diferencia entre lo que podríamos denominar la izquierda romántica y la izquierda pragmática. Insisto en que no se trata de siglas. Estoy seguro de que hay defensores de cualquiera de esas dos tendencias en cualquier partido de izquierdas.
La izquierda pragmática ha tenido la gran virtud de adaptarse a los tiempos y a las circunstancias, alcanzar el poder democrático y poner en práctica políticas que han supuesto un evidente progreso en el campo de los derechos y las libertades. La izquierda romántica ha sabido preservar la esencia ideológica, algo muy difícil de conseguir en los tiempos que nos ha tocado vivir, y absolutamente imprescindible. Y en ambos casos, el desarrollar hasta el final estas virtudes se ha convertido en su mayor defecto. Unos han roto buena parte de las amarras que le sujetaban a su base electoral (y lo que es más grave, a su propia razón de ser), y otros se ha quedado anclados en un punto perdido, mirándose continuamente el ombligo, sin otro horizonte. Tal vez lo que subyace en esta división es el debate sobre el objetivo último de la acción política. ¿Debe ser el único objetivo de una ideología política el alcanzar el poder, para así poder poner en práctica sus principios? ¿O tal vez el objetivo debe ser únicamente pedagógico, de propagación de los ideales, esperando que éstos “prendan” en el tejido social? Pues yo pienso que los dos, y ninguno de los dos. Ninguno de los dos objetivos por separado, y sí los dos objetivos juntos. Porque el fin último de la acción política es, desde el punto de vista progresista, el transformar la sociedad. Conseguir una sociedad más justa, más igualitaria, más solidaria y más libre. Y para lograrlo, tan necesario es inculcar en la sociedad esos principios como ponerlos en práctica desde el ejercicio del poder. Creo que es tiempo de unidad. La derecha, el neoliberalismo, está haciendo un meticuloso trabajo que, si no lo impedimos, dará sus frutos a medio plazo. Mientras que el comunismo se autoinmoló, víctima de sus propios excesos y de su falta de capacidad de evolucionar, el capitalismo está siendo capaz de retroalimentarse con su propia crisis. Dice el Sr. Rajoy que sus medidas (reforma laboral, recortes brutales para el control del déficit) no darán resultados a corto plazo. ¡De sobra lo sabe él!
Cuando la crisis remita, no será por sus medidas, pero nos encontraremos con un capitalismo más fuerte, y con que los derechos de los trabajadores de este país habrán retrocedido cuarenta años. Pienso que es tiempo de que los progresistas de este país caminemos juntos. Busquemos conservar lo conseguido, y avanzar en nuestro modelo de sociedad. Para ello, debemos intentar ejercer el gobierno donde podamos, sabiendo que hay que gobernar para todos, pero sin olvidar ni renunciar a nuestros principios ideológicos. Aprendamos de nuestra experiencia, de nuestros errores. Y aprendamos de la historia. Cuando en 1936 el Frente Popular ganó las elecciones, la mejor prueba de que era una solución fue que las fuerzas reaccionarias recurrieron a las armas para evitar que se desarrollase. No será fácil. Tienen el dinero, el poder y los medios de comunicación. Pero creo que merece la pena intentarlo. Es imprescindible que la izquierda inicie un viaje de unidad. ¿Nos encontramos en el camino?
Béjar, 8 de abril de 2012
José Luis Rodríguez Celador
- Por fin: El Bosque de Béjar tendrá una adecuada delimitación como BIC-Jardín Histórico y un nuevo Entorno de Protección
- Corazón de Vetonia 17 años después
- Alberto Segade: Béjar necesita un proyecto transversal
- Netanyahu: 20 días de venganza criminal
- La restauración de la Huerta de abajo de El Bosque de Béjar, una oportunidad perdida
- A que tema te refieres? Al
hace 4 horas 25 mins - Ni mejor ni peor. Y tú
hace 4 horas 31 mins - Que aburricion, que la gente
hace 9 horas 15 mins - Seguid estirando ese tema
hace 14 horas 37 mins - Ni mejor ni peor. Y tú,
hace 17 horas 47 mins - Pues vaya lio, porque uno
hace 18 horas 52 mins - Gracias Luis por meternos
hace 18 horas 55 mins - Pues a mí me llaman por
hace 20 horas 14 mins - Sin duda se trata de un paso
hace 21 horas 22 mins - Tu eres un ciudadano de esos
hace 1 día 3 horas
Enviar un comentario nuevo