Bajo licencia de Creative Commons.
He aprendido... que nadie es perfecto
He aprendido....que nadie es perfecto
hasta que no te enamoras.
He aprendido que....la vida es dura pero yo lo soy más!!
He aprendido que....las oportunidades no se pierden nunca
las que tu dejas marchar...las aprovecha otro.
He aprendido que....cuando siembras rencor y amargura
la felicidad se va a otra parte.
He aprendido...que necesitaría usar siempre palabras buenas...
porque mañana quizás se tienen que tragar.
He aprendido...que una sonrisa es un modo económico
para mejorar tu aspecto.
He aprendido...que no puedo elegir como me siento...
pero siempre puedo hacer algo.
He aprendido que...cuando tu hijo recién nacido
tiene tu dedo en su puñito...te tiene enganchado a la vida.
He aprendido que...todos quieren vivir en la cima de la montaña...
pero toda la felicidad pasa mientras la escalas.
He aprendido que...se necesita gozar del viaje
y no pensar sólo en la meta.
He aprendido que...es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias... cuando son pedidos y cuando de ello depende la vida.
He aprendido que...cuanto menos tiempo derrocho...más cosas hago.
- Lo de "todólogo" es cosa
hace 1 día 10 horas - Con lo de Todólogo te
hace 1 día 12 horas - No preocuparse que aquí ha
hace 1 día 14 horas - Creo que el Ayuntamiento
hace 3 días 11 horas - Ese derrumbe no es novedad,
hace 3 días 15 horas - Los pequeños accionistas
hace 4 días 18 horas - Da gusto leerle. Saludos.
hace 5 días 9 horas - Pues si le afecto el tema,
hace 5 días 14 horas - Qué cosas pasan !!!! Lo
hace 6 días 5 horas - Jo,Sr.Illan,parece mentira
hace 6 días 6 horas
Aunque quizás no sea la autora
Regina Cardona Cortina (México)
De niño vi muchas carpas doradas en los acuarios de mis amigos. Recuerdo que no me explicaba por qué tantas personas querían tener de mascotas a esas criaturas tan pequeñas y poco interesantes.
Un día, cuando tenía unos 10 años, en una excursión del colegio fuimos a un jardín botánico que tenía un estanque lleno de peces. Uno era particularmente grande y de color brillante.
-¿Qué clase de pez es ese? -pregunté a nuestra guía. -Es una carpa dorada -respondió. Quedé confundido.
-Pero las carpas doradas suelen ser pequeñas, ¿no? -pregunté con una pizca de sarcasmo infantil. -No, en absoluto -contestó-. La carpa dorada llega a ser hasta más grande que estos ejemplares. Todo depende del tamaño del entorno.
No olvidé nunca ese dato, y resolví no pecar nunca más de ignorancia en cuanto a las carpas doradas. Así y todo, pasaron años antes de que sacara una enseñanza aún más profunda.
¿En cuántas ocasiones he sido como una carpa dorada en una pecera? ¿Cuántas veces me he puesto limitaciones a causa de mi percepción de mi mundo? Peor aún, ¿cuántas veces he puesto mentalmente a otras personas en un pequeño recipiente de cristal?
¿Cuántas veces he descartado a alguien tildándolo de insignificante o aburrido? ¿Cuántas veces no he reconocido las posibilidades de crecer que tenían los demás?
¿Cuánto más podría lograr si olvidara mis limitaciones y me atreviera a nadar más allá de las fronteras que yo mismo me he impuesto?
¿Qué pasaría si trasladara a otros de sus pequeñas peceras al mar de posibilidades ilimitadas que nos ofrece Dios?
Imagínate un mundo lleno de personas con esa perspectiva, que verdaderamente creyeran que todo es posible y se lanzaran a hacerlo. Juntos podríamos llevar a cabo cosas increíbles. Juntos podríamos obrar milagros.
Regina Cardona Cortina (México)
Enviar un comentario nuevo