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Grupo Calvo: Un compañía conservera familiar con fuerte presencia en América Latina
Fuente: Boletín de la Wharton University
Tras más de medio siglo y tres generaciones al frente de la compañía, la familia Calvo sigue conservando cerca del 80% del negocio que fundó, en 1940, Luis Calvo Sanz. Antes de convertirse en una de las principales compañías conserveras españolas, la pequeña firma gallega empezó enlatando carne y fabada. En su afán por diferenciarse de la competencia y convertirse en una compañía global, decide introducir en España el yellowfin (atún claro) y envasarlo en las primeras latas redondas, un formato que luego copiara la mayoría de las fábricas del sector. El consejero delegado de Grupo Calvo, Manuel Calvo, ha querido compartir con Universia-Knowledge@Wharton, entre otros aspectos, la historia de la compañía, los obstáculos que tuvo que atravesar la tercera generación durante la sucesión y los planes de expansión que la compañía tiene en América Latina.
Universia-Knowledge@Wharton: ¿Cómo vivió de niño su pertenencia a una familia empresaria? ¿Fue educado desde pequeño para hacerse cargo del negocio o no?
Manuel Calvo: Para lo bueno y para lo malo, Calvo es una empresa que nunca se ha gestionado como una empresa ad-hoc. Es, por así decirlo, una “multinacional familiar”, no una simple cuenta de resultados. En años buenos, los beneficios se reinvertían, y vivíamos igual, y en los años malos….pues simplemente no había nada que reinvertir. Todos en mi familia hemos vivido de una manera muy normal.
Por otra parte, sí es cierto que desde niño percibes muchos aspectos del negocio en tu propia casa, interiorizas los valores que lo sustentan y eres testigo de excepción de la dedicación plena de tu familia al negocio. Tras algunos años trabajando en el mundo de la publicidad, en el Grupo Calvo comencé a trabajar como encargado de las descargas de pescado, cuando tenía 26 años. Tras un periodo de tres años asumí la dirección de la flota del grupo, más tarde me trasladé a El Salvador, en el año 2002, donde fui el responsable de la implantación del negocio y de la fábrica. A esta etapa, que me dio una gran visión y conocimiento del negocio, le sucedió mi marcha a Brasil en el año 2005, desde dónde, tras la adquisición de la marca líder del país, Gomes da Costa, me responsabilicé de las operaciones para América.
UK@W.: ¿Qué lecciones empresariales aprendió de sus padres cuando era pequeño?
M.C.: El Grupo fue creado en 1940 por mi abuelo, Luis Calvo Sanz. Era una persona tremendamente emprendedora y fue, sin duda, el creador del espíritu y la filosofía de la empresa de que todo debía de girar en torno a la calidad.
Años más tarde, mi padre y mis tíos proporcionaron, cada uno en su ámbito, grandes éxitos a la compañía. Fueron audaces y apostaron el todo por el todo en muchos momentos. Un claro ejemplo fue en los años 70 cuando gracias a una decidida e innovadora apuesta por la publicidad con la famosa campaña protagonizada por Jesús Puente y Juanjo Menéndez (actores españoles) del “Atún Claro, Calvo” se pasó en solo seis meses de ser la compañía número 300 del ranking a ser la número 1, con un conocimiento de marca de en torno al 98%.
La apuesta por la innovación siempre ha caracterizado también al grupo, tanto, que a veces incluso hemos pecado de innovadores, adelantándonos a las necesidades del mercado y no obteniendo, por tanto, todos los resultados esperados. Sin embargo, siempre nos han trasmitido que los fracasos son también aprendizajes.
Trabajo, unión y humildad son valores que se han transmitido de generación en generación y así es nuestra compañía: una empresa unida en los momentos difíciles, que ha trabajado y trabaja muy duro por consolidar su liderazgo a nivel nacional e internacional e incrementar su competitividad dentro del mercado global.
UK@W.: ¿Cuáles fueron los primeros pasos de Grupo Calvo?
M.C.: Calvo nació en 1940 en la localidad coruñesa de Carballo (España), cuando mi abuelo, Luis Calvo Sanz comenzó a fabricar conservas de carne en una pequeña factoría de su propiedad. Posteriormente, pasó a enlatar fabada y, finalmente, pescado. La primera fabricación de pescado en conserva se produjo en 1942. Años después Calvo decide introducir el Atún Claro, conocido como yellowfin, en España y envasarlo en un formato innovador – el redondo – con el objetivo de ofrecer una ración individual al alcance de cualquier persona. Hasta ese momento, el atún se comercializaba en latas ovaladas. Hoy, sin embargo, prácticamente la totalidad de latas que se comercializan son redondas y cerca del 80% del atún que se consume en España es yellowfin
Ya con la segunda generación, en 1978, Calvo empezó a fabricar el atún claro en el que es hoy el formato por excelencia en el mercado español: el pack de tres latas de 80 gramos, la compañía toma la decisión de crear su propia flota pesquera y adquiere su primer barco de pesca (el Montecelo) a través de la sociedad Calvo Pesca. La inversión en publicidad característica del grupo, fue decisiva en esta etapa.
Con el paso del tiempo, el Grupo de empresas inaugura dos nuevas fábricas en Guanta (Venezuela) en el año 1981 y otra en la localidad coruñesa de Esteiro (España) en 1986. En 1993, Grupo Calvo compra en Italia la marca Nostromo, hoy la segunda del mercado italiano. En 1999 la división de hostelería comienza la comercialización de productos en bolsa flexible de aluminio, siendo de nuevo pioneros en el sector. Se trataba de un envase más higiénico, manejable y rentable para los entornos profesionales (hoteles, restaurantes, catering, etc) y que conserva de manera óptima el producto. En 2003 se inaugura la planta atunera de Calvo en El Salvador y un año después, la compañía compra en Brasil de Gomes da Costa, convirtiéndose en una de las cinco mayores empresas conserveras del mundo.
Hoy hablamos de una empresa internacional, que con una tradición de más de 60 años, está presente en más de 40 países, tanto para el consumo familiar como en el ámbito profesional de la hostelería. Contamos con una gran marca y tenemos todo lo necesario para seguir avanzando. Nuestra estrategia, y en esto la compañía continua igual desde sus orígenes, está basada en la excelencia y ahora, lo que queremos es reforzar el negocio actual – la conserva de atún – al tiempo que diversificamos hacía nuevas categorías de producto.
UK@W.: ¿Por qué decidió Calvo establecerse en América Latina y qué criterios siguieron a la hora de elegir el país?
M.C.: Estar en un país determinado obedece al profundo análisis de un conjunto de variables: cercanía geográfica a los caladeros, marco fiscal, marco jurídico, condiciones laborales. Considerando todos estos factores decidimos centrar nuestros esfuerzos en El Salvador desde 2002 y Brasil desde 2004, para abastecer los diferentes mercados latinoamericanos.
La factoría de El Salvador, que representó unas inversiones para el grupo de 32 millones de euros y donde trabaja una plantilla media de 800 trabajadores, es desde 2003 la plataforma para abastecer a todo el mercado de América Central, México y Estados Unidos. En este último país, el Grupo Calvo ha constituido la sociedad Calvo North America, que será la plataforma de introducción y desarrollo en el mercado estadounidense.
Nuestra apuesta por América Latina se reafirmó en 2004, fecha en la que el grupo adquirió el 80% del capital de Gomes da Costa de Brasil, primer grupo conservero del Cono Sur, realizando una inversión de 38 millones de euros. Gomes da Costa es especialista en la conserva de pescado, fundamentalmente en sardina y atún y su plantilla media la componen 1400 empleados. En un país con cerca de 180 millones de habitantes, el consumo de atún está en claro proceso de expansión, con tasas de crecimiento en entorno al 15%. Además, Brasil, constituye una plataforma idónea para el acceso a los restantes países de la zona, como Chile, Argentina, Uruguay o Paraguay, lo que representa un mercado potencial total de más de 250 millones de personas.
UK@W.: ¿Podría hacer un pequeño balance del sector conservero en Latinoamérica?
M.C.: Latinoamérica es en general un mercado con baja penetración de la conserva de atún y alto potencial de crecimiento. Las cifras de consumo per cápita son muy dispares: mientras que en Brasil el consumo anual de atún es de 0,13 kg per cápita/año, en otros países de América, el consumo es de 1,4 (Chile); 0,4 (Argentina); 0,3 (México) y 0,90 en EE.UU. En Europa, el consumo per cápita medio se sitúa en 1,45 kg, destacando los elevados índices de Italia y España con 2 y 2,15 kg, respectivamente.
UK@W.: ¿Tienen pensado seguir aumentando su presencia en América? ¿Por qué? (y en caso afirmativo, ¿dónde?)
M.C.: En Calvo entendemos la internacionalización como un proceso gradual y cuyo primer paso son las exportaciones activas en áreas que por su interés respondan a los objetivos estratégicos del Grupo, y que, en su caso, puedan motivar decisiones de mayor compromiso.
En la actualidad contamos con una estructura de presencia internacional muy adecuada: cercana a la materia prima, con la más moderna tecnología en nuestras plantas y con ubicaciones que nos permiten dirigirnos a los países que ahora mismo consideramos estratégicos. Hemos invertido mucho y por el momento estamos muy satisfechos.
UK@W.: En el caso de Calvo, ¿cómo se produjo la sucesión?
M.C.: En nuestro caso los acontecimientos ocurridos en torno a la venta/no venta de la compañía precipitaron en cierto modo la decisión. En un momento determinado quisimos conocer el valor de nuestra compañía para, desde el conocimiento, reflexionar sobre las diferentes posibilidades que se abrían ante nosotros. Sin embargo, lo que era una reflexión intima y familiar sobre nuestro futuro, por diversas razones se convirtió en un asunto público. En ese momento decidimos que no queríamos que nuestra familia estuviera en los medios de comunicación por temas de este tipo y tomamos la decisión para la que siempre hemos estado preparándonos (y que creo que es la que hubiéramos tomado de todos modos), de dar paso a la tercera generación. De este modo, en octubre de 2006 nos incorporamos al Consejo de administración cuatro nuevos miembros de la familia y se me nombró consejero delegado.
UK@W.: ¿Tienen establecido algún protocolo familiar? ¿En qué consiste?
M.C.: En Calvo existe un protocolo familiar firmado desde el año 2003 cuyos principios rectores son la prevalencia de los intereses empresariales sobre los familiares, la profesionalización del grupo y la equidad entre las diferentes ramas familiares. Como es lógico este protocolo también define los órganos de administración de la sociedad, el régimen de transmisión de acciones etc… Es decir, un protocolo familiar completo. Elaborado, desarrollado y adaptado para nuestra familia por profesionales.
UK@W.: En Calvo, ¿existe un consejo de familia?
M.C.: Existe y además esta definido en el mismo protocolo como un foro dónde los miembros de la familia comparten y tratan cuestiones relativas al ámbito empresarial y familiar que se consideren oportunas. Es una asamblea de carácter informal, no jerarquizada, por lo tanto sus funciones son meramente consultivas e informativas. Nunca ejecutivas.
UK@W.: ¿Qué relación mantiene la familia con la empresa?
M.C.: La familia Calvo tiene un 77,8% del negocio. Hace unos años se unieron al accionariado Caixanova, Caja Castilla la Mancha y Caja Burgos las cuales nos han apoyado en todo momento y a las que agradecemos su confianza.
En el Consejo de Administración del Grupo están José Luis, María Dolores, María Luisa, Herminia y Luciano (todos ellos de la segunda generación). Hace poco más de un año nos unimos cuatro nuevos miembros de la tercera: Luis Calvo, Luis Ríos, José Martinez y yo. José Martínez, Marta Calvo, Fernando Calvo y yo, que se me nombró Consejero Delegado, tenemos además puestos ejecutivos dentro de la compañía.
UK@W.: ¿Está preparada la siguiente generación para formar parte de la compañía? ¿Cuántas generaciones están actualmente en la compañía?
M.C.: Actualmente somos dos las generaciones que trabajamos y formamos parte de Grupo Calvo y, por el momento, la siguiente generación, que sería la cuarta, está lejos de la edad laboral. Mi tío José Luis, Presidente del Grupo y mi tío Luciano, son los miembros de la segunda generación que continúan inmersos en la gestión del negocio. Mi tía Mª Dolores está también presente en ciertas cuestiones del día a día.
UK@W.: Como empresa familiar, ¿qué momentos recuerda como los más difíciles y cómo se superaron?
M.C.: En tantos años de actividad es seguro que han existido varios momentos muy difíciles. Como es lógico, muchos de ellos los desconozco, sobretodo los mas relacionados con el inicio del negocio por parte de mi abuelo, tengo conocimiento a través de mis tíos que los comienzos fueron muy duros para él. Para mi, posiblemente el que yo recuerdo como de más dificultad fue la crisis que se produjo con el aceite de colza en la primavera de 1981 (miles de personas se envenenaron en España por consumir una forma adulterada de este aceite). Yo a penas tenía 12 años pero recuerdo muy vivamente la tremenda preocupación que vivió toda la familia. Tras haber realizado unas importantes inversiones en publicidad dos años antes, jugándose el todo por el todo, en tan solo unos días las ventas cayeron prácticamente un 80%. Gracias a Dios esta situación se mantuvo por poco tiempo y rápidamente se recuperó la normalidad. De hecho pocos meses después la situación fue todavía mejor que en los momentos previos a ese problema ya que el consumidor identificó nuestra marca como “la marca de confianza” en momentos de incertidumbre y las ventas crecieron por encima de lo previsto. Pero aún pasado el tiempo hay que reconocer que fueron momentos muy duros y angustiosos.
UK@W.: ¿Se han planteado en Calvo alguna vez que el máximo ejecutivo no sea un miembro de la familia Calvo?
M.C.: En nuestro caso sí, y creo además que es positivo. Nuestro Director General, Javier Lazcoz es una persona con una amplia experiencia en el sector alimentación y distribución y sin duda nos aporta una visión complementaria de gran valor añadido. Junto a él, prácticamente el 90% de los cargos directivos de la compañía como el director de marketing, el director financiero, director comercial…etc, son externos a la familia.
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Desde la Fundación Marfà para la Formación y el Desarrollo, fundación privada, desearíamos contactar con el responsable del Departamento Responsabilidad Social Corporativa o de Recursos Humanos de su grupo.Le agradeceríamos los datos completos (nombre cargo, teléfono de contacto y correo electrónico) para poder enviarle una carta informativa y de consulta. Gracias por adelantado. Eugenia Pigem (93.4150213 eugeniapigem@fundaciomarfa.org
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