Asesinato en GazaAsesinato en VarsoviaMientras termino de encontrar a un columnista fijo para esta sección, que considero esencial en el semanario de una pequeña ciudad que forma parte de la aldea global en la que vivimos, no puedo dejar pasar la ocasión para comentar lo que está sucediendo en Gaza: Un genocidio a la vista de todo el mundo.

El problema palestino está ahí, enquistado desde hace 50 años, desde que los europeos y americanos decidieron enmendar la enorme injusticia cometida por los nazis contra los judíos, con otra injusticia, la de dar una patria a un pueblo que nunca la había tenido, quitándosela a otro.

En Gaza, el germen de la situación actual tiene sin embargo solo dos años. Tras unas elecciones limpias y democráticas, de las pocas que ha habido en Oriente medio, Hamás resulta claro vencedor con el respaldo del 65% de la población. Esto naturalmente no estaba en los planes de EEUU ni de Israel y desde ese momento comienza una campaña de acoso y derribo contra Hamás, que culmina con un cerco al territorio, al que se le priva de todo lo elemental para sobrevivir y que estaba provocando una crisis humanitaria. Gaza se había convertido sencillamente en una inmensa cárcel en la que millón y medio de personas se hacinan en un territorio, en el que la única esperanza es aguardar a la muerte por enfermedades o inanición.

Desde entonces se han sucedido una crisis tras otra, con lanzamiento de cohetes por parte de Hamás, y no una reacción desproporcionada, como dice nuestro Presidente, sino un asesinato masivo, un genocidio que, ante la mirada y la pasividad del mundo, está perpetrando el Estado Judío contra los habitantes de Gaza.

Hemos visto las imágenes de los niños muertos y escuchado los testimonios de cooperantes españoles que cuentan atrocidades tales como el bombardeo de hospitales y el ataque a ambulancias de la Cruz Roja. El Estado Judío está violando todas las convenciones de la Naciones Unidas, incluso las que regulan las situaciones de guerra.

La situación me recuerda mucho al cerco al Guetto de Varsovia realizado por los nazis, y si la comunidad internacional no lo remedia, con un resultado similar. Se cerca el territorio, se quitan los testigos incómodos, se inventa una excusa, se organiza todo un montaje propagandístico y se decide machacar por tierra, mar y aire una población que está indefensa.
No es suficiente una reacción tibia, como la que ha realizado hasta ahora la UE. Israel, cuya población aprueba de forma mayoritaria el ataque, pero en cuyo seno hay una contestación muy importante, que hasta el momento ha sido silenciada, debe encontrase con una oposición mucho más decidida por parte de la Comunidad Internacional.

¡Todos podemos parar esta barbarie!