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Editorial nº390: Caos en el Ayuntamiento
Tras un breve periodo de funcionamiento del equipo de gobierno del PP y Vox parece que el caos se ha apoderado del Ayuntamiento y ha estallado una grave crisis dentro del PP.
El desencadenante ha sido el caso asesores. El Alcalde Martín ha contratado a dos asesores, cuyo nombre aunque ya se conoce ha sido celosamente preservado por él mismo y cuya actuación en estos meses ha sido muy contraproducente, de forma que no solo la oposición, sino dos concejales del PP se han manifestado totalmente en contra de la actuación de los mismos.
Al parecer los asesores han sido contratados para realizar un estudio de viabilidad de La Covatilla, estudio del que aún no se sabe nada, pero que aspiraba a plantear una alternativa que pudiera atraer inversores privados y eliminar el déficit que año tras otro se va acumulando.
Todo es muy confuso, pues no se ha informado en el Pleno de todo esto. Se habla de que alguien iba a prestar dinero al Ayuntamiento , como si eso fuera legal y normal y de que se barajaba la venta del Matadero. En suma que hay muchos bulos y poca o ninguna información seria.
Lo que sí es real ha sido la denuncia de la concejala Olga García contra uno de los asesores por presuntas amenazas y otra denuncia de uno de los asesores contra las concejalas del PP, también por presuntas amenazas y contra Garrido y Celador por intromisión en su intimidad, se supone que por preguntar en el Pleno por la vida y milagros de estos asesores.
También ha trascendido que alguno de los asesores está vinculado con negocios turbios.
Si no fuera porque estamos hablando del presente y el futuro de una ciudad y de muchos ciudadanos esta situación sería el guion de una mala opereta.
No es de recibo que este tema no se debata en un pleno y que si hay asesores que contratar se haga público el CV y los méritos de los mismos.
En mi opinión no hay soluciones mágicas para un tema tan complicado y espinoso como La Covatilla. Ha habido y sigue habiendo muchas personas que han trabajado para mantener y mejorar esas instalaciones presentando distintos proyectos de viabilidad, el último la creación de una instalación de entrenamiento deportivo.
¿Es que ese proyecto ya no es conveniente? ¿Que pasa con las inversiones comprometidas en el plan de reindustrialización? ¿Cuál es el plan que tiene el PP para la Covatilla?
Estas son las preguntas que tiene que contestar el PP en vez de jugar con el dinero de los bejaranos contratando asesores que en lugar de asesorar crean problemas.
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Que pena Béjar! El centro del debate no es Covatilla, matadero, es el chanchulleo, la baja calidad personal que lleva a una crisis institucional, que impide inversiones, obstruye cualquier emprendimiento, y lleva al aislamiento a Béjar.
Los alrededores hace pocos años tratados de pueblerinos, nos dan mil vueltas en todo.
Hasta cuando Béjar, va a ser cómplice de esta podredumbre que sufrimos desde hace 3 décadas mínimo. Qué tienen que decir los cargos bejaranos en la Junta ante esta purrela. Calladitos no??.
Por mucho que la prensa local lo queráis blanquear. El ayuntamiento no funciona.
El caos en nuestro ayuntamiento llegó tras la desaparición de nuestro recordado Belén Cela. A partir de entonces no hemos conocido otra cosa que politiquillos incompetentes colocados por sus respectivos partidos y jaleados por una caterva de majaderos. Y en estas estamos: unos contra otros, como en el cuadro de Goya, y sin visos de soluciones para nuestros verdaderos problemas.
En cuanto a ese pelotazo extemporáneo de la Corbatilla, por mucho que se empeñen en fundir nuestros escasos recursos en asesores amiguetes o no, planes de viabilidad y otros negocios para los de siempre, aquel eslogan de "la locomotora de la economía de Béjar y su comarca" fue el humo que mejor supieron vendernos los mercaderes políticos. A día de hoy lo mejor que se podría hacer sería su cierre y adiós a ese tremendo error llamado la Corbatilla y no perder más tiempo ni más recursos en el invento.
Al margen del turbio y cutre affaire de los asesores, que merece una explicación pública detallada y con presentación de papeles por parte del alcalde, el asunto colateral de La Covatilla y su imposible viabilidad merece algún comentario: ¿alguien se ha leído el documento por el que fue aprobada esa instalación? Eran los tiempos del consejero de Medio Ambiente Jambrina y en la resolución del caso se hacían malabarismos verbales para interpretar el estudio de impacto ambiental de modo que el resultado permitiera, por la mínima, una infraestructura para la práctica del esquí de modestas dimensiones y capacidad. Insisto, de modestas dimensiones. Pero ya se sabe, la estrategia consistía en ir metiendo el hocico en ese paraje de la sierra para ir engordando al monstruo poco a poco, inyectando cantidades obscenas de dinero público en cada asalto. Con la primera ampliación de pistas e instalaciones ya se habría superado el nivel de impacto admitido (camuflado) en el documento de aprobación y la estación de esquí no existiría. Lo que ha venido después, esa huida hacia adelante a costa de ingentes inversiones públicas (las privadas me traen al fresco: cada uno malgasta su dinero en lo que quiere), sólo han contribuido a destrozar más un espacio natural muy valioso sin mejorar la economía de la zona, que era el principal señuelo de sus defensores para mantener el monstruo ahí arriba. En mi opinión, lo único decente que se puede hacer con esa chatarra es retirarla hasta dejar el lugar en su estado natural previo, venderla al peso (algo darán por tanto hierro y tanto cable) y pensar en mejores posibilidades de revitalización económica de la zona.
José Muñoz Domínguez / DNI nº 08.104.629-G
Don José preséntese a alcalde, yo lo voto. que perspectiva de futuro tiene usted más buena, que clarividencia… con usted volveríamos a ser 17.000 vecinos, aunque usted se tendría que venir a vivir aquí, claro.
No diga usted bobadas, hombre (o mujer, o lo que sea). Vivo en Segovia, pero sigo empadronado en Béjar, pagando mis impuestos en la ciudad donde nací (donde he vivido casi 30 de mis 59 años) y manteniendo mi casa como cualquier vecino. Ahí paso mis vacaciones y gasto de lo mío como cualquier visitante, pero, según usted, ni como vecino contribuyente al corriente de pagos ni como visitante que consume en Béjar soy digno de esa tierra, qué cosas. Hágase mirar su inquina, anónimo comentarista. Por cierto, en julio del año que viene regresaré a Béjar de forma permanente (¿contento?). En cuanto a lo de arrimar el hombro, le puedo sacar mi lista en cuanto usted se identifique y saque la suya: ¿cuánto ha aportado usted a Béjar, aparte de resentimiento y mala baba...?
José Muñoz Domínguez / 08.104.629-G
Ya tenemos alcaide . Que viva el señor alcaide . Si ya te sufríamos en la distancia ahora en Béjar ....... A partir de julio se arregla todo .
Aclárese, hombre (o mujer, o lo que sea): ¿no pedía mi regreso a Béjar? Y yo que pensaba que le daba una alegría. No sabe uno cómo acertar con usted.
José Muñoz Domínguez / 08.104.629-G
Cobarde!
Para perezosos, desmemoriados y negacionistas: en el decreto de declaración de impacto ambiental firmado por el consejero Jambrina (BOCyL nº 243, del 21 de diciembre de 1998), después de explicitarse las conclusiones de los contundentes informes desfavorables de sus propios técnicos, se aducen motivos superiores de utilidad pública e interés social que en ningún momento se demuestran (a diferencia de los sólidos informes de los técnicos de la Consejería) y se da por buena la declaración ambiental favorable a la construcción del Centro Turístico ‘Sierra de Béjar’, el eufemismo elegido para encubrir un proyecto de estación de esquí que se trataba de negar con estas palabras: “dado que no se trata de proyectar una estación de esquí (sic), sino de la construcción de un núcleo de servicio con las infraestructuras necesarias, pero las mínimas (sic), para el aprovechamiento de un recurso natural, la nieve y la montaña, en los períodos en que sea posible su utilización.” Esas infraestructuras mínimas no incluían cañones de nieve, ni un parking ampliado, ni más de dos pistas (“Pista de esquí alpino y pista de entrenamiento para esquí de fondo y de travesía, superficies que se acondicionarán sin que sea necesario el desbroce de la vegetación existente”), ni, por supuesto, ninguno de los agregados y reformas que se han realizado con el paso de los años, causando un impacto ambiental continuado que en la primera versión del proyecto ya era inasumible para los técnicos de Medio Ambiente. Pasadas dos décadas largas desde la inauguración del engendro en 2001, la situación de Béjar es mucho peor que entonces, han cerrado varios hoteles y la ciudad está hecha unos zorros: ¿dónde están los ríos de leche y miel que prometieron algunos?, ¿de verdad se puede seguir manteniendo el mantra de la utilidad pública y el interés social para La Covatilla?, ¿de verdad se van a seguir enterrando en ese pozo oscuro más fondos públicos?
José Muñoz Domínguez / 08.104.629-G
La obsesiva machaconeria de la Covatilla es cansina ya. Tan cansina como el Bosque.
Donde han metido millones de euros y donde seguirán metiendo. Y donde 4 se siguen empeñando con convertido en lo que nunca fue.
Mucho idealismo talibanista y paraonico , tan obsesivo , como contaminante ya.
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