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Editorial nº 344: Las razones de la decadencia de la ciudad de Béjar (1)
En el recientemente publicado Volumen II de la Historia de Béjar, editado por el CEB, la profesora de la Universidad de Gerona, Rosa Ros Massana dedica un capítulo a la historia de la industrialización en la comarca de Béjar en los siglos XIX y comienzos del XX, apuntando una serie de hipótesis muy interesantes sobre el devenir de esas industrias y las razones para su decadencia.
En concreto Rosa Ros ofrece datos de la industria textil lanera, de la industria de los curtidos, de la industria cárnica y de la industria del papel.
En todas ellas se llegaron a alcanzar, bien en Béjar o en la comarca, hitos importantes a lo largo de estos siglos, aunque ninguna de ellas ha sido capaz de mantenerse como referencia en España.
Como no podría ser de otra manera, el principal capítulo de su estudio está dedicado a la industria textil, de la que ofrece datos comparativos muy significativos con las poblaciones del Vallés, como Sabadell o Tarrasa, y otras ciudades, como Alcoy.
En lo referente al textil, Rosa Ros nos dice que la ciudad de Béjar mantenía una posición competitiva con respecto a estas ciudades, hasta principos del SXIX, periodo en el que la producción lanera de Béjar duplicaba la de Sabadel y Tarrasa, gracias a la renovación tecnológica producida por la introducción de nueva maquinaria proveniente de Flandes y en concreto de la Casa Cockerill de Lieja, verdadera responsable de la renovación de la industrial textil europea en ese periodo.
Sin embargo a lo largo del SXIX, la ciudad de Béjar pierde el tren de la modernidad y la renovación, que sin embargo sí supieron tomar Sabadell y Tarrasa. En 1833 la producción de ambas ciudades superaba a la de Béjar, en 1863 la sextuplicaba. Lo mismo sucedió con Alcoy, a principios del SXX, el número de husos existente en la ciudad alicantina triplicaba a los de Béjar.
Otra de las razones de ese declive fue, según Ros Massana, la comercialización casi en exclusiva de los paños de Béjar hacia el ejército, lo que, junto al aumento de los costes, en especial el de los tintes y la imposibilidad de trasladar ese incremento de costes a los precios, provocó problemas financieros en muchos industriales, con los consiguientes cierres de centros.
Otros motivos que analiza Ros están relacionados con el problema energético, muy ligado a la utilización del agua como motor y con notables desventajas y mayores costes que con el uso de otras energías. También señala Ros la dejación de la inversión en maquinaria y la dedicación de los excedentes empresariales a la compra de tierras por parte de la burguesía local.
Finalmente Rosa Ros señala que el mayor inconveniente para la supervivencia de la industria textil lanera fue lo que denomina: Enclave industrial en un entorno agropecuario. Esta situación de isla industrial, con los consiguientes problemas de aislamiento, escasa difusión de la tecnología, escasez de servicios de transporte y de intermediación comercial y falta de tejido industrial competitivo, fue la determinante para que Béjar no pudiera competir con los núcleos textiles de Cataluña y Alcoy. El escaso tamaño de las empresas textiles y la debilidad financiera para abordar las inversiones necesarias fue también uno e los graves inconvenientes que tuvo que soportar.
Destaca también el análisis que hace Ros del desarrollo de la industria papelera y chacinera en Candelario y La Calzada y la de curtidos, especialmente en El Puerto de Béjar. Aun con un desarrollo notable en algunos momentos, ninguna de ellas pudo mantener el nivel de inversión y renovación suficientes para sustituir el papel de la industria textil.
"La comarca de Béjar se convirtió en el SXIX en un pequeño microcosmos manufacturero en un entorno fundamentalmente agrario. A finales de 1919 se había agotado el dinamismo de las industrias locales" nos comenta Rosa Ros en el epílogo de su capítulo.
La próxima semana continuaremos comentando la historia de la industria textil, desde 1919 hasta nuestros días, glosando el capítulo de Javier Ramón Sánchez, que también nos depara importantes enseñanzas.
- Apreciado Alberto, me
hace 21 horas 19 mins - Título de la película:El
hace 1 día 2 horas - Título de la pelicula: y
hace 1 día 5 horas - Título de la película,
hace 2 días 14 horas - Tal vez no ha entendido lo
hace 3 días 1 hora - Aclarado lo del apellido.
hace 3 días 2 horas - Se equivoca mucho... La
hace 3 días 2 horas - NO fastidies, no dimite el
hace 3 días 2 horas - Si no fuera por que a la que
hace 3 días 7 horas - Disculpe por lo de Sr.
hace 3 días 8 horas
Cualquier trabajo de los publicados en los dos volúmenes de la Historia de Béjar, merecen todo mi respeto, porque los han realizado personas que conocen a conciencia los temas desarrollados.
No obstante, es conveniente matizar a la hora de valorar la decadencia de la industria textil en Béjar, más allá de lo que Rosa Ros nos explica con mejor detalle.
Los años felices de la floreciente industria textil, que daban para todo en nuestra ciudad, no se administró en su justa medida, al no tener en cuenta algo muy importante como reinvertir esos pingües beneficios obtenidos en la renovación y modernización de la maquinaria adecuada, para poder competir con Cataluña y Alcoy, como indica Ros en su magnífico trabajo.
Por el contrario, esos suculentos capitales que se forjaron en esa época, en la mayoría de los casos se invirtieron en la Costa del Sol, en algo mucho más rentable como era la industria del ladrillo y que a la postre nos llevó a la actual y desastrosa situación en la que nos encontramos. ¿Alguien ha dado alguna explicación al respecto?. No, pero habría que exigirlo.
Otra importante razón de la decadencia de nuestra industria, la tenemos en la falta de liderazgo en las empresas más importantes de ese sector en nuestra ciudad, al desaparecer los fundadores de esos emporios industriales,(tenemos varios casos en este sentido),que sus herederos carecían de la capacidad suficiente para mantener esa industria, y menos aún de hacerla más competitiva.
Conclusión. ¡De aquellos polvos,venimos a estos lodos!
Yo creo que no valora la calidad y temperatura del agua y lo hace negativamente con el mantenimiento. Yo tengo otra opinión. lo que no había ni hay -creo- es un mercado que pague la calidad de los fabricados para facturar lo necesario para mantener rendimientos en producción, con la falta de innovación en DISEÑO, para competir que quizá necesitara fuerte inversión y no se hizo apostando por el monopolio de la excelencia en materia prima, más que justificado, pero sin mercado a corto, medio y largo plazo.
Se podía buscar el potencial turístico ruso de alto standing, para vender confección de lana virgen(anque no saya podío escapar del macho) a este mercado emergente que compra calidad y que puede gastar sin reparos, ahora era el momento. Tampoco conocen los ibericos de la zona.
y así llegamos al año 2014 con un 40% de paro 14 puntos por encima de la media nacional.Mapadelparo.com.
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