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Editorial nº 291: El fin de las subvenciones como modelo económico
Con el inicio de un expediente de regulación de empleo en UNISOLAR, que afecta a toda la plantilla menos al personal de I+D, unido a a la crítica situación de Gecobesa y a las dificultades para reabrir la Covatilla en el próximo curso, se cierra un ciclo en nuestra ciudad basado en las subvenciones como motor económico. Algo parecido está sucediendo en toda España en distintos sectores.
La crisis ha puesto contra las cuerdas a los dos buques insignia de la actividad económica y el empleo en Béjar, Gecobesa y Unisolar. Es una pésima noticia, pero es la cruda y dura realidad. Tanto la llamada "Locomotora de la comarca" que iba a servir para renovar el sector turístico, como Unisolar, que era el intento de hacer resurgir el antiguo sector industrial textil, en el terreno de las energías renovables, están teniendo serias dificultades para sobrevivir a una dura crisis que aún no ha terminado.
Ambas empresas han tenido como común denominador la disponibilidad de subvenciones públicas, en especial en el caso de Unisolar, que tal y como comentábamos en este semanario en un artículo de nuestro colaborador JM Otero, Unisolar, ¿grano o paja?, dicha empresa había conseguido el milagro de pasar de un patrimonio neto en 2006 de 119.690 € a 6.691.712 € el año 2007, (tal y como el Sr. Caldera, anunció en el acto oficial en que se presentaba la candidatura oficial de D. Cipriano, en febrero de 2007), gracias a 2 millones de euros concedidos por el Gobierno a la empresa Unisolar. El mismo año la Junta de Castilla y León concede una subvención de 4,6 millones de euros. En abril de 2008 D. Cipriano hace una transferencia a Unisolar por medio millón de €, estos del Ayuntamiento de Béjar. Posteriormente se le otorgaron, ya en tiempos de la Ministra Garmendia, que visitó la fábrica e incluso que otorgó la medalla de Municipio tecnológico e innovador a la ciudad, junto a otras entidades y empresas, otros 22 millones de euros.
No han faltado tampoco las subvenciones públicas a la Covatilla, en especial en forma de inversiones para la realización de infraestructuras y de avales para conseguir nuevos créditos que le otorgaran liquidez y le permitieran volver a abrir, a ver si volvían las nieves y los esquiadores.
Algunos dirán y con razón, que ha sucedido y está sucediendo lo mismo exactamente lo mismo en muchos otros lugares de nuestro país. Hoy mismo nos hemos desayunado con la noticia de que la empresa propietaria de la Estación de esquí de Candachú, no puede pagar a los empleados y aspira a vender la misma al Gobierno aragonés para que la integre con otras estaciones en el consorcio Aramón. El grupo Aramón, está participado al 50% por el Gobierno de Aragón y por Ibercaja y, bajo la forma de sociedad anónima, opera como holding que integra y gestiona cinco estaciones: Cerler, Panticosa y Formigal, en el Pirineo aragonés, y Javalambre y Valdelinares, en el Sistema Ibérico turolense.
Si esta crisis tiene alguna ventaja es la de que nos fuerza a revisar en profundidad muchos de los postulados sobre los que hemos asentado la sociedad en todos estos años. Uno de ellos es que las subvenciones públicas, que han sido gestionadas por los políticos de los partidos mayoritarios, con criterios más electoralistas que de racionalidad económica, no han servido en general para crear de forma sostenible riqueza y trabajo.
Urge hacer una reflexión profunda sobre lo que ha sucedido en estos años y extraer las enseñanzas oportunas. Nuestro futuro depende de ello.
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hace 12 horas 44 mins - Si, eso dijo. Está grabado
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hace 2 días 15 horas - Por lo que yo recuerdo fue
hace 3 días 19 horas - Tengo mis serias dudas de
hace 4 días 15 horas
Veintinueve millones de euros en subvenciones, compran el Navazo a precio de ganga y si te he visto no me acuerdo.
Los bejaranos nos quedamos una vez más estupefactos ante estos magos de la sirvengonzonería.
El dinero desaparece junto con los exitos y la parafernalia del momento.
Una vez más nos quedamos con familias de parados y con la sensación de fracaso colectivo, de unos y de otros.
No se como vamos a salir adelante.
Lo dije en su dia, si esa ingente cantidad de dinero se hubiera repartido entre las empresas autóctonas para su mantenimiento y la nueva creación de otras, estaría orgulloso de la JCyL, el Ministerio de no se qué o lo que sea, pero para èsta gente que si te he visto no me acuerdo, y que lo peor de todo, han hecho que personas hayan comprado bienes (coches, casas, etc.) y fijar su residencia aquí, porque les vendieron humo y ahora ¿qué?, es que es lamentable. El problema es que existen en ésta zona más "empresas" que "funcionan" así, y que cuando se acaban los fondos públicos cierran y ahí te quedas, con lo que están luchando empresas señeras de la comarca en seguir adelante y nadie les da un euro.
Sr.Velasco:Tire usted de archivo y observará,que no hace mucho tiempo,comentaba el asunto de la Covatilla,,donde indicaba,que tal y como empezó semejante "negocio",no tardaría mucho tiempo,en conocerse un resultado final poco halagüeño.Al parecer,a los bejaranos,nos han tomado por tontos,y nos dejamos embaucar por el primer listillo de turno,que nos ofrece el oro y el moro,y a la vuelta de la esquina,nos preparan la engatada.Haciendo un poco de memoria,conviene recordar,una visita de un exministro del partido Socialista,que junto a Jesús Caldera,(por entonces ministro de trabajo),nos contaron un cuento de hadas,prometiendo una reconversión industrial para nuestra ciudad,dada la decadencia del sector textil,que tanto daño ha producido en Béjar.Poco después,gobernando en la ciudad el PP,se nos engaño deliberadamente con aquél cocedero de mariscos en la Cerrallana,así como una industria textil de mucho calado,capaz de crear no se cuántos puestos de trabajo.Por recordar alguna más reciente,podemos hablar del complejo ofrecido a bombo y platillo de la Condesa,que no estaría de más,que desde esa redacción,se publique en alguna ocasión todo aquello que se nos ofrecía,y que hasta el momento,lo único que ha proporcionado,es una enorme deuda con el ayuntamiento,y de difícil recuperación.Es cierto que en España en general,y en Béjar en particular,estamos acostumbrados,a que cualquier iniciativa que se presente,ésta,debe ser subvencionada,con dinero público,lo que quiere decir,que a cada españolito,nos toca nuestra parte alícuota,para pagar a tanto corrupto,que paradógicamente,nadie les controla y disfrutan de total impunidad.En cuánto a las estaciones de esquí,usted mismo,nos adelanta la noticia de la de Candanchú,y que poco a poco se harán extensivas a algunas más,por sobrevivir también a costa de las manidas subvenciones,que pagamos entre todos los españoles.Resumiendo,es cierto aquel dicho de que el hombre,,es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Y que me dicen del edificio (al lado del Eroski) que le ha montado el Ayuntamiento a CT3 Ingeniería para que trabajen 3 o 4 personas?????
Me pregunto si a cualquier bejarano le cederían un edificio de tres plantas para montar su negocio.
Yo no estoy de acuerdo en este planteamiento. Dejaremos de subvencionar una serie de cosas, no sé si todas lo merecen, para subvencionar a los bancos y debido al abuso que han hecho entre políticos y banqueros nos tratan de convencer que no se puede hacer otra cosa cuando eso es completamente falso. ¿Donde está la depuración de responsabilidades por este pufo?
Dejaremos de subvencionar unas cosas que siendo discutibles favorecían a la población para subvencionar a sinvergüenzas y ladrones, en lugar de cortarles los.... vuelos.
En el caso concreto de Béjar, no vendría mal que la covatilla se subvencionara, pero ojo la covatilla o estación de esquí. No al constructor de residencias y escuelas de enfermería que unicamente busca su beneficio apostando con su dinero a cualquier formación política incluyendo la suya propia.
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