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Editorial nº 253: Las fiestas y los bejaranos emigrantes
Me he encontrado en esta edición de las fiestas, como todos los años a varios de mis antiguos compañeros de clase de los salesianos. Y es que una buena parte de los visitantes que han llenado las calles en estos días de fiesta son bejaranos que por mor de la falta de trabajo en la localidad, se han visto obligados, o simplemente han querido buscar trabajo fuera de la ciudad y lo han encontrado, porque hasta hace poco era posible y seguro que se volverá a encontrar en algún momento.
Los bejaranos por lo general son excelentes trabajadores allí donde han encontrado trabajo, ocupando no pocos de ellos, puestos de relevancia en empresas importantes y demostrando que son gente trabajadora y con talento y también que el nivel educativo de los mismos era bueno.
Julio Gómez Pérez, Béjar(1950), estudió ingeniería textil y ha trabajado en empresas del sector químico en Igualada, donde ahora reside.
Juan Carlos Vicente, Béjar (1949), estudió ingeniería industrial y ha trabajado en Madrid en empresas de ascensores.
Son dos de las personas que me encontré y con las que en La otra casa, estuvimos rememorando viejos tiempos y añorando lo que era Béjar, en comparación con lo que es.
A todos les une a Béjar, además de alguno de sus padres, que son longevos y a los que vienen a visitar, un cariño por la ciudad en la que crecieron.
Añoran el empuje y la vitalidad de la ciudad en la que pasaron la adolescencia y la juventud.
Haciendo memoria, echamos cuentas de cuantas de las personas de cada una de las clases se han quedado a vivir y a trabajar en la ciudad, bastando con los dedos de una mano para contarlos.
Eran tiempos duros, en los que había muchas menos comodidades y más dificultades que ahora. No había ni mucho menos los equipamientos, ni los servicios ni las instalaciones que hay ahora mismo en la ciudad.
Por poner un ejemplo en las fiestas el Ayuntamiento tenía una participación mínima, se organizaban unos pocos eventos y para de contar. El resto del programa, que lo había, lo organizaba la sociedad civil, las asociaciones y casinos.
Lo que sí había y mucho más que ahora era actividad y por tanto trabajo. La que se hacía en la industria textil y en todas las empresas de servicios instaladas. La que se hacía en un comercio que era puntero y floreciente y que competía perfectamente con el de la capital.
También es cierto que todos esos recuerdos están debidamente filtrados por la memoria y el tiempo, que en general acentúa los buenos y de alguna manera, borra o atenúa los malos.
La ciudad ha cambiado, ha envejecido, se ha dotado con equipamientos y servicios, ahora es el Ayuntamiento la principal empresa del pueblo; son 238 vecinos los que allí trabajan, mas los que lo hacen en las empresas auxiliares. Hay más comodidades, mas servicios e instalaciones, más coches, las casas son mejores y tienen servicios, como el gas por ejemplo, que antes no tenían. No había apenas campos e instalaciones deportivas y ahora, aunque sean mejorables las hay. No había la oferta educativa que hay ahora, ni en cantidad ni en calidad. La ciudad, en suma es distinta, está mejor en algunas cosas y peor en otras, en especial en la falta de actividad y trabajo.
Los bejaranos emigrantes seguiremos acudiendo cada año a la cita de las fiestas, pero son los que actualmente viven en la ciudad los que van a ser protagonistas de su futuro.
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llevo mucho tiempo,incluso años,oyendo que Béjar está muerto,qué ciudades como Plasencia, Guijuelo que antigüamente estaban por detrás de Béjar en cuanto a actividad comercial e industrial ahora nos sobrepasan ampliamente,los bejaranos debemos dejar de mirar al costado y volver la mirada al frente,tenemos fama de ser pasotas,altaneros y engreidos( Salamanca capital: Béjar, esto era un dicho que circulaba antigüamente),es necesario resucitar al MUERTO.
No esperemos que los seudopolíticos levanten Bejar,ni PP,ni PSOE lo harán, los políticos van a lo suyo y ya sabemos que es lo que saben hacer tanto a nivel nacional como local, el nivel de los actuales politicos es muy bajo, no hay personas en Béjar que sientan en bejarano como para qué se puedan presentar a alcaldes de nuestra ciudad y que tiren hacia adelante no hacia los lados sin avanzar ni progresar.
Tan solo añadir: que los vecinos metidos a políticos, pregunten a los ciudadanos hacia donde quieren ir y no nos marquen un camino que solo gustan los arrimados al poder y poderosos arrimados. Para que el "hijo" sea responsable, el "padre" a de darle responsabilidad a este.
Para esto y en cuanto a fiestas se refiere propongo: que un 50% del presupuesto sea manejado por una representación de ciudadanos (peñas y/o asociaciaciones de vecinos) y el resto por el Ayto. para no dejar sin actos "obligatorios" u "oficiales" al pueblo. Solo una participación directa de la gente en las fiestas puede evitar tanta critica, unas veces con razón y otras sin ella.
Los cojones del lobo.
Consejos populares, en los barrios, pueblos y ayuntamientos.
al invitado de las 21:56:
y que hace un ser tan sabio hablando mal de los políticos de Béjar desde el anonimato, ya esta bien meter a todo el mundo en el mismo saco y con gente tan lista como tú, ¿que haces que no te presentas y nos salvas de tanta mediocridad?.
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