Aunque lo que se dirimía el pasado 7 de junio era quién iba a representar a los españoles en Europa, todos los partidos y analistas políticos están en estos días analizando los resultados, intentando entender el mensaje de los electores y sacando posibles consecuencias sobre comportamientos futuros.

Esto es bastante difícil, porque como ya se ha comprobado, los resultados de cada elección no predicen los resultados futuros, aunque qué duda cabe que sí arrojan luz y bastante sobre cómo se enjuicia en el presente el comportamiento de los partidos y las opciones que defienden.

No es objeto de este editorial analizar los resultados en clave nacional, quizás en nuestra sección nacional salga en breve un análisis sobre el particular, aunque lo obvio es señalar que el triunfo del PP ha supuesto un vuelco claro a su favor en unas elecciones generales, que no se producía desde hace años.

En estas elecciones no se enjuiciaba al Gobierno de Cipriano González, ni la labor de oposicion del PP o de UPS, por lo que extrapolar al ámbito municipal los resultados no parece sensato. Lo único que han medido estas elecciones es, además de la representación en Europa, la movilización del electorado de los partidos y en este terreno se puede decir que el PP ha ganado por goleada. Ya se sabe que el electorado de la derecha es más fiel y suele estár más movilizado que el de la izquierda, que es más crítico y menos disciplinado, pero esto es también mérito de PP que tiene una maquinaria capaz de hacerlo.

Lo que está claro es que el PSOE ni en el ámbito nacional, ni por supuesto en Béjar, ha sido capaz de movilizar a su electorado, aunque hay que reconocer que sigue teniendo un suelo importante. Se podría pensar que, tras ganar unas elecciones municipales, tras gestionar de forma directa unas cantidades muy importantes destinadas a crear o mantener empleo de forma casi directa, tras lanzar varios proyectos como la compra de la Aliseda o de las naves de Frances-Bruno, el electorado socialista estaría en Béjar más movilizado. Pero no ha sido así. Una buena parte del electorado que tradicionalmente vota PSOE sencillamente no ha ido a votar y los hay que han cambiado su voto.

Tampoco creo que se puedan extrapolar los datos al caso de UPS, por la sencilla razón de que en la coalición en la que estaba, además de ser algo creado ex-novo para estas elecciones y por lo tanto sin poso ideológico alguno, la imagen del Sr Durán al frente de la misma no sólo no tenía ningún tirón electoral, sino más bien todo lo contrario. Sin ánimo de dar consejos, estando en el lugar de UPS me pensaría a qué cartel electoral dan su respaldo. Puede que estén tirando por la borda un trabajo de oposición serio y eficaz.

IU ha dejado de ser una marca electoral que inspire credibilidad y ha seguido también en Béjar con su lento pero inexorable declive.

Lo que es seguro es que estos resultados, al igual que en el ámbito nacional, van a influir en la estrategia municipal de los partidos y eso lo vamos a comprobar en los próximos meses, que prometen ser moviditos.