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CxByC: ¿Sobrevivirá La Covatilla a la gestión del Alcalde?
Concluida la cuarta temporada de gestión municipal en La Covatilla, llega el momento de hacer balance. Alejo ya ha hecho el suyo: todo perfecto con 300.000 euros de ganancia. Nosotros no nos creemos sus cuentas y explicamos por qué. Las instalaciones hacen aguas por todas partes y a lo largo de la temporada, a pesar del esfuerzo del personal, la atención al cliente ha sido muy deficiente. Nuestro balance dista mucho de ser positivo, como tampoco lo ha sido para muchos esquiadores que han inundado las redes sociales de quejas.
LA ESTACIÓN DE ESQUÍ NO DA LA TALLA QUE NECESITA LA ECONOMÍA DE LA ZONA
Por eso, ante los embustes, opacidad de gestión y datos inflados de Alejo, pedimos explicaciones
Alejo dice (La Gaceta Regional. 22-05.2018) que La Covatilla ha generado este año entre 10 y 15 millones de euros en su zona de influencia, porque “los expertos” afirman que “de un euro por esquiador se generan otros 9 euros en el valle” y se queda tan pancho. Esto no es cierto, el dato correcto sería, en todo caso, 3’4 euros generados en el valle por cada euro gastado en el forfait; que es la conclusión a la que llega el estudio, realizado en 2010 por Ibercaja y El Servicio Estatal de Empleo, respecto a las comarcas de Aragón donde hay estaciones de esquí.
En realidad, si tomamos como referencia este estudio, en nuestra comarca se habrían generado esta temporada unos 2.7 millones de euros (bastante menos que los 10 a 15 millones según los “expertos” de Alejo) a partir de 800.000 euros gastados en forfait si hacemos caso a las cuentas del alcalde. Teniendo en cuenta que los esquiadores y visitantes se gastan otros 960.000 euros en el resto de servicios de la estación, quedan 1’74 millones para los demás: hostelería, automoción, comercio, ocio, servicios inmobiliarias, etc. (lo que no estaría nada mal de todos modos).
Con esto se demuestran dos cosas. La primera: que Alejo, además de mentir a menudo, no tiene ni idea y se inventa las cosas sin preocuparse en contrastar datos (que, por otra parte, tampoco se contrastan en ningún medio de comunicación y los repiten como los loros) Y la segunda: que, a pesar de todo, la actividad del esquí es beneficiosa para la economía de las comarcas en las que ejerce influencia y genera ingresos para numerosos sectores que crean empleo, no solo el eminentemente turístico. En el caso de Aragón, la estimación es de 3’4 euros generados por cada euro gastado en forfait.
Pero para que esta referencia pudiera servir en la comarca de Béjar, nuestra estación tendría que ser como las aragonesas (con una media de millón y medio de forfaits vendidos por temporada y que generan un número similar e incluso superior de pernoctaciones). Nuestra realidad es muy diferente. La Covatilla languidece y su oferta cada año es peor, falta de inversiones y mantenimiento, sujeta a una gestión errática, cicatera, irregular desde el punto de vista administrativo y carente totalmente de transparencia, está dilapidando y posiblemente arruinando todas las esperanzas que animaron su nacimiento y el dinero que en ella se ha invertido (principalmente por parte de capital privado, pero también de fondos públicos).
Nuestra responsabilidad como partido político nos lleva a advertir al conjunto de la ciudadanía acerca de una situación que consideramos muy grave. No solo por la estimable cantidad de fondos públicos que se administran irregularmente en La Covatilla, sino también porque se trata de una de las pocas posibilidades que tenemos para evitar el hundimiento definitivo de nuestra ciudad y esa posibilidad se está desbaratando.
¿Qué tienen que decir al respecto el resto de partidos políticos? ¿Están de acuerdo con los tejemanejes de Alejo? Nosotros no. Por eso le pedimos explicaciones, que nos muestre las cuentas verdaderas, que nos enseñe todas las actas reglamentarias de inspección y los informes anuales de vigilancia ambiental, que nos justifique las contrataciones a dedo y la insuficiencia de personal, que nos explique por qué no paga IVA y que, entre otras cosas, nos diga dónde ha metido todo el dinero que dice haber ganado en los últimos cuatro años, porque en la estación de esquí no se nota nada.
EL COMISIONADO DE TRANSPARENCIA DE CASTILLA Y LEÓN PIDE EXPLICACIONES AL AYUNTAMIENTO
El Comisionado de Transparencia de Castilla y León ha actuado ante la reclamación presentada por una ciudadana ante el Procurador del Común, a causa de la desestimación de su solicitud de información pública acerca de las cuentas oficiales referentes a la gestión de la estación de esquí, con reflejo de todas las partidas aplicables a los gastos y los ingresos.
Tras la apertura (de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno) de un expediente para el procedimiento de reclamación, que todavía no está resuelto; el Comisionado de Transparencia solicitó información al Ayuntamiento de Béjar, que se apresuró a contestar, con diez meses de retraso a la solicitud presentada en mayo de 2017 y reiterada con fecha 13 de julio del mismo año.
La contestación del Ayuntamiento, a través de un Decreto de la Alcaldía de fecha 6 de marzo de 2018, se resume en un solo párrafo: “la documentación solicitada por la reclamante corresponde a un servicio más, gestión de la estación de esquí ‘Sierra de Béjar-La Covatilla’, cuyos gastos e ingresos forman parte del presupuesto municipal en sus diferentes partidas, sin que sean objeto de una contabilidad independiente”.
A falta de conocer lo que resuelva el Comisionado de la Transparencia, podría deducirse de esta respuesta que ni el propio Ayuntamiento de Béjar es capaz de conocer las cuentas de La Covatilla, ya que se significa que sus gastos e ingresos no son objeto de una contabilidad independiente, lo cual sería inaudito dado que estamos hablando de millones de euros. También es posible suponer que lo que se pretende es camuflar costes que se eluden y que pagamos todos con nuestros impuestos
LA FÓRMULA MÁGICA DE ALEJO PARA LA COVATILLA
La “política de reducción de costes superfluos”, que nuestro alcalde-director de estación de esquí ha señalado (en declaraciones públicas y publicadas) como eje de su gestión, está a punto de dar al traste con un proyecto que, a pesar de todo, sigue siendo un factor de primera magnitud para la economía de la zona.
Los primeros “costes superfluos” que no sólo se reducen, sino que se eliminan de un plumazo, son los de administración, que llevan a cabo los servicios económicos municipales y pagamos con nuestros impuestos. Hay muchos otros costes que no se imputan, ya que están camuflados en las diferentes partidas del presupuesto municipal, tal y como confirma el Decreto de la Alcaldía en el que se especifica que los gastos e ingresos en La Covatilla “no son objeto de una contabilidad independiente” ya que la gestión de la estación de esquí “corresponde a un servicio más” y “sus gastos e ingresos forman parte del Presupuesto Municipal en sus diferentes partidas”.
También se eliminan otros “costes superfluos” cuando no se paga (aunque sí se cobra) el I.V.A. u otros impuestos y tributos que sí tienen que afrontar las empresas y sociedades del sector. De igual modo se eliminan “costes superfluos” cuando se utilizan otros departamentos municipales en apoyo a la explotación y mantenimiento de la estación de esquí o cuando se eluden los costes de adquisición y amortización de inmovilizado. Para sí quisiera cualquier gestor de una estación de esquí (o de cualquier otra empresa) las cartas con las que Alejo juega esta partida. Que me den también a mí un negocio que no paga IVA, ni impuestos, ni tributos; que le lleven la administración y la gestión de recursos humanos de manera externa sin cobrar un euro y que tenga a su disposición a todos los empleados y departamentos del ayuntamiento para cuando le haga falta.
Pero Alejo no se conforma con esto, su “política de reducción de costes superfluos” aplicada a la explotación de La Covatilla (transformando, de virtud a vicio y de contención a miseria, el ahorro en cicatería) está teniendo efectos garrafales. Cientos de quejas, en los foros de esquí y en otros ámbitos relacionados con el turismo, ponen de manifiesto cómo la escasez de personal en La Covatilla es causa de continuas esperas, colas e inconvenientes, porque, por poner algunos ejemplos: sólo hay abierta una taquilla en días de gran afluencia, en el alquiler se esperan horas, en la cafetería comprar un bocadillo es cuestión de paciencia, o , como han reflejado varios testimonios, no hay hojas de reclamaciones para los clientes que se agolpan en la oficina de información para poner sus demandas por escrito.
El “coste superfluo” que supone adecuar la plantilla a la demanda y a la correcta prestación del servicio, es otro de los que Alejo elimina en su gestión. No importa que, al final, se perjudique la caja porque se pierden ventas y clientes, lo que importa es ahorrar, aún a costa de machacar a los empleados, que son los que más sufren las consecuencias. Tal y como está recogido en el informe de intervención para la aprobación de las ordenanzas, los gastos de personal se definen a partir de “los datos facilitados verbalmente por el Sr. Alcalde, que reflejan el personal que se pretende adscribir al servicio”, sin más precisiones ni ninguna otra referencia, relación de puestos de trabajo o esquema de organización de tareas, sólo la “acreditada” estimación del Sr. Alcalde, obstinado en escatimar hasta el céntimo.
Otros “costes superfluos” que se reducen hasta el extremo son los derivados del mantenimiento y adecuada dotación para el personal y las instalaciones. Ya hemos visto como la cerca de “corral de gallinas” del parque de nieve no ha soportado ni el primer invierno. Un invierno especialmente duro en el que tanto los remontes como el conjunto de las instalaciones han tardado días, o semanas, en poder funcionar, por falta de medios materiales y humanos y pese al esfuerzo de los trabajadores paleando la nieve y a los que habría que preguntar si la “política de reducción de costes superfluos” afecta también a sus equipos de trabajo y protección individual.
Pegado a todo lo que se comprueba a la vista y a los testimonios publicados, está lo que se rumorea en círculos próximos a la estación de esquí, donde se afirma que las máquinas se averían con excesiva frecuencia por falta de mantenimiento y el sistema automático de innivación artificial ha dejado de funcionar, porque no se reparan o sustituyen las centralitas de los cañones, por lo que hay que hacer la nieve a ojo. También se dice que se desmontan cañones para reparar otros y que es urgente revisar a fondo todo el sistema antes de que llegue a estar definitivamente fuera de servicio y que lo mismo sucede en otros elementos de las instalaciones. También deben ser “costes superfluos” las tareas de vigilancia ambiental y mantenimiento de la depuradora de aguas residuales.
Se han llegado a comentar cosas más graves, como que se puentean sensores por falta de recambio para un elemento que cuesta unos doscientos euros, lo que resulta difícil de creer, porque se estaría jugando con la seguridad de los usuarios, pero se dice, y el Ayuntamiento debería desmentirlo inmediatamente, mostrando las actas de inspección reglamentarias, los libros de explotación y demostrando de manera fehaciente que estos comentarios no tienen base en la realidad. Pero la transparencia en la gestión, un factor que terminaría de cuajo con cualquier tipo de comentario infundado, debe ser otro de los “costes superfluos” que Alejo ha eliminado al timón de La Covatilla. ¿Cuánto cuestan los contratados a dedo sin publicidad ni concurso público? ¿Cómo se adjudican y cuánto importan los contratos de suministro y mantenimiento técnico?
Si la depuradora de aguas residuales no se mantiene con la regularidad requerida, terminará por rebosar (con perdón) de mierda. Lo mismo puede suceder con la basura que se esconde debajo de la alfombra. Alejo Riñones, que es quien decide todo, es el máximo responsable, por lo que quizá no esté lejano el día en que tenga que asumir las consecuencias de su gestión, ya sea como director de la estación de esquí, en base a su eficacia y acierto, o como alcalde, una de cuyas funciones clave es la de promocionar, en todos los ámbitos de su competencia, la buena conducta y el comportamiento eficiente.
EL AYUNTAMIENTO DE BÉJAR NO CUMPLE LA NORMATIVA MEDIOAMBIENTAL NI LAS MEDIDAS DE LA D.I.A. EN LA ESTACIÓN DE ESQUÍ “SIERRA DE BÉJAR-LA COVATILLA”
El Ayuntamiento de Béjar se pasa por el forro de los pantalones las normas e incumple la legislación ambiental. Así se puede comprobar a la vista de la chapucera actuación llevada a cabo para la instalación del “parque de nieve” y la falta de mantenimiento en la depuradora de aguas residuales. De confirmarse, además, que no ha presentado ningún año el informe sobre el desarrollo del Plan de Vigilancia Ambiental tendrá que explicar porqué considera que los preceptos que todos tenemos que cumplir, no son aplicables en su caso. CiudadanosXBéjar ha solicitado copia de dichos informes al propio ayuntamiento y al Servicio Territorial de Medio Ambiente de Salamanca. Estamos a la espera de dichos documentos, confiemos en que no pase lo mismo que con el “master” de Cristina Cifuentes.
La Declaración de Impacto Ambiental sobre el Anteproyecto para acondicionamiento de la estación de esquí «Sierra de Béjar», en los términos municipales de Béjar, Candelario, Navacarros y La Hoya (Salamanca) y Solana de Ávila (Ávila), promovido por el Ayuntamiento de Béjar, hecha pública por la RESOLUCIÓN de 20 de diciembre de 2007, de la Dirección General de Prevención Ambiental y Ordenación del Territorio de la Consejería de Medio Ambiente, señala, en el apartado número 10, lo siguiente:
10.– Informes.– Deberá presentarse anualmente, desde la fecha de esta Declaración, un informe sobre el desarrollo del Programa de Vigilancia Ambiental y sobre la marcha de los trabajos de restauración al Servicio Territorial de Salamanca. Dichos informes recogerán el contenido de lo especificado en el Programa de Vigilancia Ambiental.
Este informe, anual, debe especificar las medidas adoptadas dentro del Programa de Vigilancia Ambiental para asegurar la correcta realización de las medidas correctoras y ejecución de los trabajos, de acuerdo a lo expresado en el Estudio de Impacto Ambiental y en la Declaración de Impacto ambiental (D.I.A.); así como las tareas y protocolos de gestión de residuos, mantenimiento de drenajes y regatos naturales, revegetación, mantenimiento de la depuradora de aguas residuales, etc.
Por otra parte, La Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, establece diferentes medidas para conseguir una mejor calidad de las aguas continentales entre las que cabe destacar el sometimiento a autorización previa de las actividades susceptibles de provocar la contaminación del dominio público hidráulico y, en especial, los vertidos.
No consta que el Ayuntamiento de Béjar haya redactado y presentado el preceptivo informe anual sobre el desarrollo del Programa de Vigilancia ambiental desde que se hizo cargo de la gestión de la estación de esquí, ni que esté cumpliendo las medidas establecidas en la Ley de Aguas, sino más bien todo lo contrario. Así se puede apreciar al contemplar cómo la depuradora permanece sepultada bajo la nieve, sin que, aparentemente, nadie la haya tocado en los últimos meses. Sin embargo, el plan de mantenimiento de la depuradora especifica que dos veces por semana se deben limpiar las rejas de desbaste para extraer los sólidos que se depositan, se debe realizar, además, la dosificación y graduación de bacterias, aportar los productos reactivos y, mensualmente, graduar los motores y bombas, controlando el funcionamiento correcto y realizando análisis de la calidad del agua vertida. A la vista de la foto, realizada el pasado 25 de abril, es evidente que ninguna de estas operaciones se ha llevado a cabo.
El desprecio del Ayuntamiento de Béjar por la legislación medioambiental y, más en concreto, por la D.I.A. que afecta a la estación de esquí, se pone de manifiesto, entre otros datos, por la chapuza realizada para instalar el “parque de nieve” en esta última temporada. La valla que lo cerca no cumple la medida “f” de la D.I.A., ya que no se ha dejado en el borde inferior de la malla una luz de 600 cm2 con una dimensión mínima en sus lados de 20 cm para permitir el paso de fauna. Se han empleado, además, materiales inadecuados, como el cemento empleado para recibir los postes, que no puede emplearse en turberas y trampales incluidos en el hábitat de interés comunitario “7140 ‘Mires’ de transición”, como es el caso. El Alcalde ha declarado que el parque de nieve cuenta con todos los permisos medioambientales. A la visto de lo que se ha descrito cuesta trabajo comprender cómo los técnicos de Medio Ambiente han podido dar su visto bueno a esta instalación.
La valla instalada ha quedado totalmente deteriorada y desbaratada tras sólo una temporada de utilización, ya que se trata más bien de una “cerca de gallinero” que no es en absoluto apropiada para soportar los rigores meteorológicos de alta montaña. Una vez más, la obsesión del Alcalde por gastar lo menos posible va a salir mucho más cara que hacer las cosas bien desde un principio, porque habrá que volverla a hacerla otra vez con materiales y diseño adecuados para que cumpla con las medidas recogidas en la D.I.A.
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hace 1 día 1 hora - Si no tuvimos bastante
hace 1 día 3 horas - Tu estas bien de lo tuyo?? o
hace 1 día 4 horas - Estos del psoe no dicen la
hace 1 día 4 horas - Pues el responsable final es
hace 1 día 4 horas - Menudo discurso de mierda
hace 1 día 4 horas - El alcalde no se ha olvidado
hace 1 día 9 horas - Claro, no íbamos a entender
hace 2 días 9 mins - ¿Acaso usted compara la
hace 2 días 1 hora - Vosotras si les vistéis y
hace 2 días 1 hora
Estos de Cxbyc no se enteran. Da igual que demuestren que Alejo miente y que su gestión de La Covatilla es un desastre. Todo el mundo lo ve y lo comenta, pero nadie hace nada, porque, al fin y al cabo, Alejo es el que reparte el trabajo. Al paso que va, el ayuntamiento, dueño del mayor "holding" hostelero de Béjar, donde se incluye La Covatilla, acabará quedándose con los estancos y panaderías. Al tiempo.
Das en clavo en lo que dices y afirmas, pero en este viaje no va solo el Cicerón de la Puebla, no lo viste inmortalizando el momento de gloria local con los tres tristes tigres ?, y los que se quedaron sin foto, pero influyen más de lo que creemos en la Cova..........
Vaya tropa de mediocridad andante
No resultará muy difícil que la Covatilla sobreviva a la gestión del Alcalde, si sobrevivió a la gestión de los anteriores, con muy poco talento se puede sacar adelante.
El talento y mucho dinero lo pusieron los anteriores para hacer la estación de esquí. No es que la estación les haya sobrevivido. ellos la han parido y Alejo se la ha quitado, facilitando el hundimiento de su sociedad. Decir otra cosa es faltar a la verdad.
Sí, un talento que les llevó a dejar la estación en concurso de acreedores
La estación no entró en ningún concurso de acreedores. De hecho, Alejo la lleva explotando cuatro años tal y como la recibió. Fue la sociedad Gecobesa, la que entró en concurso de acreedores y posterior disolución, a causa de no poder amortizar la inversión realizada, por la inseguridad jurídica de la concesión y el corto plazo de la misma, insuficiente para financiar y amortizar a largo plazo. Todo ello sumado al empujoncito del ayuntamiento exigiendo el pago del canon sin reconocer las inversiones. Gecobesa se fue al garete, pero ahí dejó las pistas y las instalaciones que ha heredado Alejo por cuatro perras.
Consejos vendo que para mí no tengo.
La Covatilla tarde o temprano va a explotar. La gestion no es nada clara, ya que no se aportan las cuentas, y cuando no se aportan es porque no salen.Alguno ha dicho que con poco talento se saca la Covatilla adelante, mas bien con nada de talento, eso si el talento lo suprime por dinero, cuanto menos talento mas nos cuesta. Ojala si hiciera una auditoria del tema de la Covatilla para saber la cantidad de talento que nos ha costado.
Yo creo que la gestion es deficitaria y que pierde dinero, pero es necesaria para que algo se mueva, pero habria que decirlo. La forma de llevar la contabilidad de la Covatilla no se asemeja a la que lleva cualquier empresa. En este aspecto no hay transparencia
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