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CxByC: No a la posible concesión de La Covatilla, con los pleitos como excusa
Alejo parece pensar más en las próximas elecciones que en el interés de la ciudad y la comarca
Nuestro alcalde ha dicho en La Gaceta de Salamanca que, aunque hay empresas interesadas, seguirá un año más al frente de La Covatilla, porque no hay más remedio, ya que los pleitos con Gecobesa tienen la culpa. Esta vez D. Alejo se ha superado a sí mismo, embrollando la realidad e ignorando u ocultando sentencias firmes, ante un asunto de capital importancia cara al presente y el futuro de nuestra ciudad y comarca.
Cuando el Alcalde dice que “sendos procesos judiciales” impiden el proceso de la concesión administrativa para la gestión de La Covatilla, falta a la verdad, puesto que un pleito ya no lo es, estando ya resuelto, y el otro no impide adoptar cualquier tipo de decisión acerca de la gestión de la estación de esquí, ya sea en forma de Concesión Administrativa o de Empresa Pública Municipal, con o sin socios.
No es cierto que exista un “pleito de la pilona del telesquí” porque el litigio está concluido hace meses. Tras resolución firme y agotados todos los recursos de reposición y revisión, el Ayuntamiento tiene que retirar los elementos de la estación de esquí que invaden la finca de El Tremedal, o, si no lo hace, abonar a los propietarios de la finca el coste de la retirada, por importe de 17.771’39 euros (tal y como se refleja en el Decreto de fecha 26 de marzo de 2018 del Juzgado de Piedrahita, copia del cual se adjunta).
Quien, por lo tanto, tiene atascado el asunto es Alejo, ya que no quiere llegar a un acuerdo ni quitar la pilona. Durante cuatro años ha mantenido la misma postura sin hacer caso a las sentencias, autos y decretos que le obligaban a una cosa o a la otra. Ahora ya no hay pleito y el asunto no tardará en resolverse de una u otra manera. Esperemos que sea la más beneficiosa para la estación, porque, según ha acordado la comunidad de propietarios del Tremedal, la retirada de la pilona y cierre de la finca se hará sin duda antes de fin de año, ya sea con consentimiento para subir maquinaria y materiales por el camino de servicio, con el coste señalado por el perito judicial, o con un coste mayor si hubiera que utilizar un helicóptero, que, de no sufragarse, según ha acordado el Juzgado de Piedrahita, conduciría al embargo de las cuentas municipales
Respecto a la “liquidación de Gecobesa”, es cierto que aún está pendiente de resolución judicial. Pero esto no afecta, en modo alguno, a la capacidad del Ayuntamiento para decidir sobre unas instalaciones de las que es titular consolidado a todos los efectos. Por otra parte, este litigio (en el que se debe resolver lo que tiene que pagar el ayuntamiento por los bienes de Gecobesa pendientes de liquidación) tardará años en sustanciarse hasta que haya una resolución o sentencia firme, por lo que plantearlo como supuesto “freno” en un proceso de negociación es, además de falso, un argumento falaz. Porque, como en el caso anterior, la voluntad de llegar a un acuerdo terminaría con el problema. Pero Alejo prefiere especular en provecho propio con el interminable recorrido en los tribunales, mientras dispone a su antojo de la estación, pagando abogados y costas judiciales con el dinero de todos.
Es inaudita la cara dura del alcalde cuando afirma que Gecobesa debe pagar por no completar el periodo de concesión, tras un Concurso de Acreedores provocado por él mismo (con la colaboración del tránsfuga Raúl Hernández) al ejeucutar todos los cánones compensados de hecho y, presumiblemente, azuzar a la Agencia Tributaria para que no aplazara deudas y retuviera el I.V.A. (que él no ha pagado durante cuatro años y ahora le obligan a aplicar).
Olvida decir (y agradecer) que la estación de esquí existe gracias a la inversión de Gecobesa, cuyos socios aportaron más de 17 millones de euros. Una inversión que, desde el momento en que el Ayuntamiento pasó a ser su propietario, debe ser valorada y pagada. Tal y como se remarca y rubrica en el Dictamen del Consejo Consultivo de Castilla y León de fecha 15 de enero de 2015 (copia del cual se adjunta) acerca de la resolución del contrato suscrito entre el Ayuntamiento de Béjar y Gecobesa:
“Finalmente hay que recordar lo previsto en el artículo 169.1 del TRLCAP, que dispone: ‘En los supuestos de resolución , la Administración abonará en todo caso, al contratista el precio de las obras e instalaciones que, ejecutadas por éste, hayan de pasar a propiedad de aquella, teniendo en cuenta su estado y el tiempo que restare para la reversión’. En cualquier caso la Administración abonará al contratista el precio de las obras e instalaciones que, ejecutadas por éste, hayan de pasar a propiedad de aquella, teniendo en cuenta su estado y el tiempo que restare para la reversión. Todo ello se determinará en expediente contradictorio teniendo en cuenta las inversiones efectuadas por la Administración y por el concesionario”
Que no se queje Alejo, ni ande con paños calientes, ya que, con la situación actual, va en moto a las puertas de unas nuevas elecciones. Por si no le hiciera falta, siendo el mayor “patrón” de la ciudad, podrá seguir utilizando en exclusiva el escaparate de la nieve una temporada más, “mientras los tribunales decidan”, aunque sea a costa de la propia estación de esquí, que sigue funcionando en precario sin proyecto ni definición de futuro. De momento el alcalde ya anuncia que ocho (8) trabajadores comienzan ¡a mediados de octubre! con las labores de mantenimiento en las pistas, remontes, talleres e instalaciones. La precariedad en medios materiales y humanos ha sido la tónica de la gestión municipal en los últimos cuatro años. El alcalde, sin aportar documentación que lo refrende, nos habla de setenta puestos de trabajo mantenidos en la estación de esquí, cuando en la realidad apenas alcanzarán los cuarenta, que es mucho menos que la mitad, casi la tercera parte, de los 110 que llegó a tener la anterior concesionaria.
Conscientes de la implicación directa y determinante de Alejo en la situación de estancamiento que sufre La Covatilla, nos sorprende que habiendo empresas que “muestran interés por asumir su explotación” (y que, como él mismo afirma, “podrían crear 120 puestos de trabajo”) invalide cualquier posibilidad de llevarlo a cabo amparándose, como hemos visto, en argumentos falaces. Ya está tardando en allanar el camino y los partidos de la oposición en pedirle explicaciones. Si se sigue esperando sin acometer inversiones, la estación no tardará en terminar arruinada por falta de mantenimiento y, cuando venga el portugués o el primo del “director”, ni querrán, ni podrán, acometer la concesión porque, para entonces, tendrían que hacer una estación nueva.
Cada cual juzgará hasta que punto nuestro alcalde repite errores pasados, porque lo más grave de todo es que una de las empresas interesadas en hacerse con la gestión de La Covatilla es referencia mundial en el sector de la nieve, a la que, por lo visto, el alcalde no ha tenido a bien recibir, él sabrá por qué. Esta empresa tiene la mejor solvencia financiera y técnica para desarrollar todas las posibilidades de nuestra estación de esquí, tal y como está aprobado desde 2008, subsanando sus muchas carencias para aprovechar toda su potencialidad de manera sostenible. Ignorar. menospreciar o dificultar la oportunidad que se nos presenta, por desinterés municipal y falta de seguridad jurídica, sumados al interés partidista o electoral, es actuar en contra de los intereses de la ciudad y la comarca, porque podría repetirse la historia de la “MIchelín” en los años sesenta, algo que venimos lamentando desde hace más de cuarenta años.
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La cantinela de siempre: que la Covatilla es la leche y puede ser el motor económico de la comarca, que Alejo es muy malo, que Gecobesa hacía las cosas muy bien pero quebró por culpa del ayuntamiento, que van a quitar la pilona... El partido del señor feudal del Temedal, que es realmente a quién representa y no a los ciudadanos de Bejar, tiene la misma credibilidad que a aquél que tanto critican. Con lo bien que se llevaban antes cuando conseguían todo lo que querían...
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