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La Covatilla: ¿absolutismo y nepotismo? Primera parte.
La ambigüedad de la interrogante del título de este artículo, en realidad, no refiere una duda entre conceptos diferentes sino una misma idea: el absolutismo tiene como una de sus consecuencias más visibles y más fáciles de demostrar al nepotismo. El absolutismo puede gozar en la casa de alguien de las prerrogativas de los viejos patriarcas, que no estaban obligados que rendir cuentas a nadie de su familia y actuaban según les parecía, lo que vulgarmente puede calificarse como “hacer lo que les saliera de los venerables cojones”. Eso aún puede suceder de las puertas de una casa hacia dentro, pero no tras las del Salón de Plenos del Ayuntamiento.
El absolutismo, traducible en términos contemporáneos como la antípoda de la democracia disfrazada de ella, no puede ser solamente criticable sino, además, repudiable y sancionable, aunque cuente con el apoyo de una mayoría a la que le dé lo mismo una cosa o la otra siempre que no le perjudique.
La Covatilla, con ser un tema importantísimo para los bejaranos, quienes desde hace ya muchos años depositan la esperanza de una mejoría económica gracias a la nieve, es actualmente una empresa de propiedad municipal y tendría —por fuerza— que ser un ejemplo de transparencia. No obstante, el gobierno local ha asumido esa responsabilidad como si uno de aquellos viejos patriarcas fuese el dueño. La Covatilla, con ser lo que es o con la opción de llegar a ser lo que podría ser, resulta un espacio económico que no sólo no rinde adecuadamente sus cuentas sino que opera los presupuestos municipales a dedo, del mismo modo que lo harían el Duque de Béjar o Su Majestad Fernando VII, alias El Felón. O sea, por obra y gracia de una sola voluntad que está metiendo la mano en una actividad complicada siguiendo los consejos que le dictan sus santísimos… instintos mercantiles, su concepto de autoridad y su interpretación de una frase incuestionable: "Hay cosas que para logarse han de andar ocultas".
Para tomar el control de La Covatilla el Gobierno se cierra en banda y no revela, siquiera, el desarrollo de la actividad ni sus resultados durante la pasada temporada, de la cual ha declarado unos beneficios de 600.000 euros “secretos” que nadie fuera de la mayoría del PP conoce, aunque tal vez ni una parte de esa mayoría esté debidamente informada de la cuentas.
Nadie lo está, comenzando por la oposición. Nadie sabe cuál ha sido la ecuación realizada para dar como resultado una utilidad secreta, que no se muestra en elocuentes datos matemáticos a los propios representantes de una buena parte de la ciudadanía, a quienes sólo les falta pedirle a Dios que intervenga para conocer la credibilidad de esos datos y aunque, tal vez, sea a esa oposición a la que le corresponda cuadrarse como un árbitro de fútbol para sacar una tarjeta roja. Y que salga el sol por donde salga e ilumine el oscurantismo que envuelve todo lo relacionado con La Covatilla.
¿Tan complicado puede resultar el balance económico de los resultados de una estación de esquí? ¿No ha sido registrado hasta el último céntimo saliente y el último entrante? ¿Serán esos 600.000 euros una operación matemática mal sacada o una información deliberadamente mal concebida para demostrar que el Ayuntamiento es más capaz que una empresa privada a la hora de hacer negocios? ¿Por qué el Equipo de Gobierno lleva a la oscuridad lo que tendría que ser una muestra de buena administración que calzaría su capacidad para hacer de la estación de esquí una mina de oro para la ciudad?
Estas interrogantes, que son sólo las primeras para lograr descifrar cómo ha sido hasta hoy la gestión municipal de una empresa grande y compleja, deben tener respuestas; al menos, las que la oposición solicita por legítimo derecho.
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Se lo ha currao don Reynaldo, nos hace un detallado informe-inventario de todas sus sospechas acerca del absolutismo, nepotismo, oscurantismo, y demás -ismos que seamos capaces de aplicarle al actual jefe del ayuntamiento. Queda clarísimo. Lo único que no queda tan claro es el silencio que mantuvo cuando eran los otros quienes actuaban de manera similar e incluso más descarada. Hay silencios que chirrían.
Partiendo de la base que su excelecia Don Alejo nunca miente,ya que si buscasemos en la hemeroteca de la radio que dirije el Señor Torrico,saldrian las palabras de su excelencia diciendo que las cuentas de La Covatilla, estarian muy claritas con luz y taquigrafos, para que todo el mundo las vea,asi pues las cuentas estaran expuestas, lo que pasa que somos unos torpes y no las encontramos, pero estar estan, no creo yo que su excelencia mintiera, es un hombre de palabra y si dijo con luz y taquigrafos, esque estan muy claras. A rebuscar que en algun sitio estaran, si nos diera una pista yo se lo agradeceria.
tralariiiii...tralaraaaa que decía mi abuelo
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