Con mi saludo cordial y solidario para toda la ciudadanía:

Durante los últimos meses he compartido reuniones y jornadas de trabajo con el grupo de Béjar Emprende, SECOT y la Cámara de Comercio e Industria para completar el Plan que se presenta este miércoles en el Casino Obrero de Béjar y que tiene como objetivo dinamizar la economía y favorecer el crecimiento del empleo en la ciudad y toda su zona de influencia.

En la víspera de esa presentación me detengo a considerar todo el material documental acumulado y compruebo que hay una montaña de papeles con datos y propuestas. Pero lo más importante que hemos conseguido no se puede ver ni tocar. Porque es intangible, pero muy real. Se trata de la esencia que se ha destilado espontáneamente cuando diferentes personas, cada una de ellas con su propio criterio y opinión, hemos sido capaces de sumar todas nuestras voluntades en un objetivo común, doblegandose cualquier discrepancia que nos pudiera desviar del camino. Es más, cuando consultábamos con técnicos y especialistas, muchos de ellos se contagiaban también de nuestro entusiasmo.

Por esta razón he llegado a convencerme de que podremos alcanzar la ambiciosa meta que nos hemos propuesto. Hay elementos objetivos para ello: una serie de proyectos, todos viables desde el punto de vista técnico y económico, especialmente indicados para aprovechar los recursos y potencialidades que tenemos a nuestro alcance, en muchos casos totalmente desaprovechados. Aunque no se trata de acumular proyectos posibles para que alguien venga y los ponga en marcha. Sino de propuestas estratégicas, que se complementan unas a otras favoreciendo su efecto sinérgico.

Hemos planificado acciones para ser dueños de nuestra propia energía, también el proyecto para crear un destino turístico sostenible de primer nivel, que convierta a nuestra zona en referencia de vacaciones, puentes y fines de semana. Junto a estas dos propuestas estratégicas una serie de proyectos que encontrarán, de manera accesible en nuestra ciudad y entorno, su mejor materia prima para ser elaborada o transformada incrementando su valor añadido y las condiciones ideales para su actividad junto a la oportunidad coyuntural para su desarrollo.

Nuestros bienes patrimoniales también son considerados en nuestro Plan, ya que nos preocupa su estado, sus condiciones de funcionamiento y su proyección, tanto económica como de imagen. Para ellos, presentamos propuestas, que no dudamos en que podrán ser atendidas por quienes administran estos bienes en nuestro nombre.

La estrategia del Plan consiste en aprovechar las sinergias y concordancias que se pondrán de manifiesto con la puesta en marcha de estos planteamientos. Las cuentas cuadran y los factores materiales y técnicos lo avalan. Sin embargo nada podrá salir adelante si no somos capaces de abordarlo de manera transversal, ponernos de acuerdo para ponerlo en marcha y llevarlo a cabo entre todos y todas.

Si somos capaces de conseguirlo, cambiaremos el curso de la historia de nuestra ciudad, nos llenaremos de actitud positiva y comenzaremos a resolver todas nuestras pequeñas diferencias ante un gran objetivo común que nos moverá al unísono. Tal y como ha ocurrido en nuestro grupo de trabajo. Tendremos que discutir, seguramente mucho, pero, si tenemos clara nuestra meta, sabremos encontrar entre todos la mejor dirección.

Lo podemos y tenemos que hacer ya. Además, debemos abordarlo al completo, porque cada piedra del arco, sujeta a la de al lado y todas son importantes. Algunos proyectos necesitarán más tiempo, ya que nuestro Plan apunta al medio y largo plazo. Pero los más importantes, los estratégicos, son de `acción inmediata´. Queremos decir con ello, que hemos reunido y redactado la documentación, diseñado el proceso, estudiado los aspectos legales y considerado las previsiones, tanto presupuestarias como de explotación, para trabajar en su desarrollo con varias etapas avanzadas.

Así que podríamos decir que estos proyectos ya están en marcha. Mañana mismo podemos comenzar a terminar de hacerlos realidad entre todos, si así lo decidiera el conjunto de la ciudadanía. No depende de nadie más.

Pero antes de la presentación quiero dejar constancia pública de mi sentimiento de gratitud hacia todas las personas que forman parte del equipo, por las razones que me han dado para confiar en que, con una actitud invencible como la suya, nada es utópico.

Un abrazo y nos vemos este miércoles en el Casino Obrero.

Alberto Segade Illán