Carmen CascónCarmen Cascón ha publicado recientemente un libro: Pinceladas de Historia Bejarana, que fue presentado en el Convento de San Francisco.

Carmen viene puntual al bar de la Merendera, donde hemos quedado para conversar y tomar un café. Es una charla terapéutica, recomiendo una conversación con Carmen a las personas deprimidas, Carmen es vitalista y positiva, “me gusta ver el lado positivo de las cosas”.
“Tuve una infancia feliz, recuerdo las horas que pasábamos en El Parque, solos, jugando a las bolas o a las chapas”. “También recuerdo cuando mi padre me llevaba al Casino industrial, ¡esa escalera!, ¡ese suelo de madera que crujía al pisar!”
Es nieta de Higinio Cascón, fabricante de tejidos cuyo obrador estaba en la Calle Colón e hija también de un fabricante. “No tengo recuerdos de la fábrica de mi abuelo y mi padre, la fábrica cerró en 1979, con la crisis del petróleo”
“Mi padre me contaba historias de la Historia cuando yo era pequeña y ahora yo se las cuento a mi hijo, tuve la suerte de estudiar lo que me gusta y ahora de trabajar en lo que me gusta, aunque no tengo trabajo, trabajo en y con la historia”
Le comento que me gustó la propuesta de Marcos Casquero de nombrarla cronista oficial de Béjar en el caso de que se volviera a crear ese cargo, “ja,ja, me imagino como D.Juan Muñoz, me falta el bigote y un traje, ha habido además, D. Robustiano García Nieto y Gabriel Rodríguez López, siempre hombre mayores, no se si D. Ceferino llegó a serlo”. Su memoria es excelente, nombra sin pestañear el nombre de los cronistas oficiales de la ciudad.
De hecho sigues haciendo de cronista del pueblo, ¿no?
“Bueno el siglo XX y XXI no lo suelo tocar, quizás por no implicarme, pero cuando me pican lo hago, a veces es la historia la que te busca y te encuentra, a veces publicas y otras no, simplemente lo anotas y lo utilizas posteriormente”
Carmen es partidaria de la divulgación de la historia, “es fundamental llegar a todo el mundo, de poco sirve si escribes mucho pero luego nadie te lee, hay mucho mito en la historia de Béjar, pero la gente no cambia de pensamiento porque no sabemos comunicar, los historiadores somos muy académicos, pero a veces hay que ser divulgativos, porque si no, no llegamos”
¿Cuáles son esos mitos?
“Hay muchos, por ejemplo el de los Hombres de musgo, mientras digamos que es una leyenda bien está, pero es eso un mito o que los soldados ingleses quemaron las fábricas cuando se fueron de Béjar, yo no he encontrado ninguna evidencia de ello”
“Los historiadores no vamos contra los mitos, pero siempre que se consideren como tal”
¿Y eso que dijiste de que Béjar era una especie de crisol de culturas, cuando vinieron a Béjar los maestros flamencos, era otro mito o fue realidad?
“Eso fue realidad, no solo eran flamencos, también ingleses y holandeses, vinieron a Béjar y lo pusieron todo patas arriba, venían solicitados por el Duque y con contrato, pero seguro que tuvo que haber muchos conflictos, no sería fácil aceptar que vinieran de fuera a enmendarte la plana. Pero los bejaranos, muy avispados aprendieron de ellos y acabaron haciendo esos tejidos tan estupendos, incluso se acabaron casando con bejaranas”
Le comento que igual pasó en el SXX con los catalanes que vinieron a Béjar y cuyos apellidos fueron bejaranizados.
“Con los flamencos pasó lo mismo, los apellidos fueron inscritos en los libros tal y como los entendían los párrocos, y realmente ahora no sabemos sus nombres reales”
Pasamos a hablar de la desaparecida Iglesia de S. Pedro y de los conventos también desaparecidos, Carmen es un libro abierto de la historia de Béjar, “el Convento de la Piedad, en la Plaza de los Portales de Pizarro dónde estuvo enterrado el Buen Duque cuyo cuerpo se encontró por unas reformas que se estaban haciendo, fue a verlo todo Béjar y D. Nicomedes Martín Mateos describió el hallazgo, y luego estaba el de las Isabeles, las Terciarias Franciscanas, en la zona del Casino Obrero, ese era medieval, muy antiguo como el Convento de San Francisco, era lo que corresponde a una Villa ducal, con su iglesia, Santa María, su palacio, El Palacio Ducal y El Bosque”
Pasamos a hablar del Centro de Estudios Bejaranos y el gran papel que tanto ella como Pepa Montero están realizando.”Nos metemos en muchos jardines” dice Carmen riéndose, “la gente no nos dice que no, esto me ha servido para darme a conocer, siempre he sido muy tímida, aún me da pánico el hablar en público, pero esto me ha servido para superarlo. Tenemos muy buenos compañeros que nos dejan, nos dan confianza. Tratamos de no inclinarnos por ninguna ideología, incluirlas a todas. No hay semana en la que no haya un acto del CEB, incluso a veces se solapan, especialmente en el último Cuatrimestre donde a veces es difícil encontrar fechas”
Le pregunto por las novelas que se están presentando ¿hay un boom literario en Béjar?
“Eso parece, tenemos muy buenos artistas pero también buenos escritores. Antes estaban, pero no presentaban sus libros en Béjar, Amalia Hoya, Álvaro Medina de Toro, Yolanda Izard o Tomás García Merino, ahora sí que lo hacen”
Le comento que parece que la cultura está por encima de la ciudad, se hace más y mejor cultura que la que haría una ciudad en la situación de Béjar.”Bueno sí, es como en el Siglo de oro en España, en una situación de decadencia económica y social la cultura brillaba por su calidad y cantidad. No lo sé. Hablando el tema con Oscar Rivadeneyra me decía que estamos viviendo una edad de plata de la cultura bejarana. Quizás sea porque la cultura es más aséptica y no tiene detractores y da la impresión de que va bien. Bueno esto no es nuevo, en la época de Bizarte, también estaban los artistas y escritores presentando sus obras, hemos recogido el testigo de otros”
Comentamos la importancia que cobra el Casino Obrero como institución cultural y me dice que tratan de hacer muchas cosas en el mismo, para ayudarle, pues tiene una crisis muy grande. Carmen confiesa la gran dificultad de llegar a los jóvenes, “en el CEB nos pasa lo mismo, miro las estadísticas del canal de YouTube y veo que lo ven mayores de 55, por debajo de 30 casi nadie”
Pasamos a hablar de la Escuela de ingeniería y del gran papel que hace en Béjar, así como de los centros educativos que tienen muy buen nivel, pero Carmen reconoce que en el CEB todos los temas que se tratan son de humanidades y que tienen enormes dificultades para que se presenten proyectos de ciencia o de ingeniería.
¿Cómo ves el pueblo?
“Mal, ¿que te voy a decir? No hay gente, los negocios se cierran, las casas se venden. Los jóvenes quieren irse, gente que viene de fuera, por ejemplo funcionarios, prefieren vivir en otros lugares. Lo veo mal pero intento verlo bien . Siempre digo que algún hilo habrá del que tirar. Yo soy siempre positiva, creo que Béjar tiene futuro, donde está? No lo sé pero hay que buscarlo y dejarse de quejar. Hay mucho cainismo. Si unos proponen algo los otros lo tiran abajo. No lo entiendo.”
Sin embargo hay proyectos y objetivos comunes que aglutinan a toda la sociedad, por ejemplo el Hospital o el Corpus.
“El Corpus es una fiesta religiosa que apoya la burguesía bejarana, que poco a poco está siendo aceptada por el conjunto de la población, se trata de encontrar proyectos conjuntos que aglutinen a toda la sociedad , se trata de buscar ese hilo común y no tres piés al gato. El deporte puede ser otro nexo de unión, naturaleza y deporte serían nuestras señas de identidad. El turismo puede ser muy importante, pero no veo el proyecto, nadie lo ha definido con claridad.”
“La Covatilla por ejemplo es un proyecto que nos divide”
“Yo estuve en la Oficina de turismo una temporada y vi que la gente venía de paso, se daba una vuelta por Béjar y luego se iba. Necesitamos proyectos que hagan que las familias se queden aquí”
“Desde el CEB tratamos de encontrar nuestro hilo y hacemos lo que podemos”

Me despido de Carmen cargado de energía positiva que me ha transmitido en la conversación, pensando en cuál será ese hilo del que tirar del que habla Carmen.