Bajo licencia de Creative Commons.
La Capilla Sixtina del Impresionismo
Me quedo sin palabras. El reflejo de la luz sobre la superficie del agua me transporta a un lugar lejos de allí. Creo reconocer en él a la parte del cerebro donde vagan los sueños. O quizá es producto de mi imaginación y me encuentro en el famoso jardín de Giverny. No es más que una superficie en lienzo plagada de pinceladas, concluyo. Pero no. Son sensaciones, imágenes, destellos de luz, que me mantienen clavada, firmemente, sobre mis pies.
Consigo apartar la mirada de la atrayente superficie y observo la cara de ensimismamiento de la gente que me rodea. No pestañean. Sus imaginaciones siguen corriendo en pos de los chispazos que sus ojos transmiten a sus cerebros. Definir a los espectadores como impresionados me parece demasiado fácil. Quizá replegados en sus pensamientos, dejándose llevar por el suave balanceo de la brisa inexistente.
Allí no hay agua, ni luz del sol, ni brisa. Permanecemos encerrados en una sala ovalada, plena de luz cenital que entra por una claraboya. Y nos embrujan cuatro lienzos adheridos a la pared, grandes, horizontales, siguiendo los muros blancos y ondulados del edificio. Algunos simplificarían declarando que estamos ante una tomadura de pelo. ¿Una superficie tan grande con pegotes y manchas de color? Para otros se resume en dejarse llevar por las tonalidades y las sensaciones particulares que surgen en uno mismo.
El Museo de la Orangerie se sitúa al final del Jardín de las Tullerías, al otro extremo del Museo del Louvre y muy cerca de la Plaza de La Concordia, famosa por ser el triste destino final de los condenados a muerte en la Revolución Francesa. Los conceptos de guillotina y Orangerie no pueden estar más alejados: un invento para provocar la muerte fácilmente y sin dolor a la mayor cantidad de personas posible (bendito Sansón) frente un canto a la paz. Muerte y vida.
Aunque el pabellón fue construido a mediados del siglo XIX, el proyecto actual se debe a un diseño del pintor impresionista Claude Monet al ser el emplazamiento ideal para mostrar los lienzos que regaló en 1918 a la república francesa con motivo del final de la Primera Guerra Mundial. Por entonces el artista vivía en su jardín idílico de Giverny (el conjunto de casa y jardines son visitables. Lo ideal es tomar el Tren de los Impresionistas en la Estación de Sant-Lazare y luego un autobús que te deja a las puertas del jardín en tan solo una hora desde París), abstraído por sus intentos continuos de plasmar la luz sobre la superficie del agua de los estanques y canales de su finca. Con la firma definitiva de la paz Monet obsequió a Clemenceau, como presidente de la república francesa, con ocho magníficas composiciones murales, un total de 22 paneles de dos metros de altura que se montarían in situ, en dos salas gemelas. El lugar, en opinión del artista, no podría ser más adecuado al estar bañado por la luz natural y ser ambas salas de planta elíptica, un espacio que obligaría al espectador a situarse en el centro y rodearse de las obras de arte.
Monet nunca llegaría a ver su proyecto en la inauguración de 1927, al fallecer un año antes. Poco después la Orangerie caía en la ruina y el abandono. Es más, durante la Segunda Guerra Mundial un obús cayó sobre el tejado sin explosionar, dejando intactas las obras de arte. El paso del tiempo desvirtuó el proyecto original que hoy día luce como hubiera ideado Monet tras una intensa restauración.
Aún hoy el espectador parece sumergirse en el centro de un lago, dejándose llevar por la luz del ocaso reflejado sobre la superficie ondulada del agua en calma. Los nenúfares son testigos mudos del hechizo, así como las ramas de los árboles de ribera. Los colores se funden y se dispersan en miles de tonalidades en esta Capilla Sixtina del Impresionismo.
Carmen Cascón Matas
- Por fin el ayuntamiento
hace 11 horas 8 mins - Y yo le paso este enlace,
hace 11 horas 10 mins - Parece una noticia del Mundo
hace 12 horas 2 mins - Y a los verdaderos
hace 13 horas 42 mins - Lo de la guía de
hace 18 horas 39 mins - Sííí, apuntandonos a este
hace 20 horas 40 mins - Curso para aprender a poner
hace 21 horas 39 mins - Un curso para aprender a
hace 22 horas 2 mins - Igualmente, el pueblo que
hace 23 horas 32 mins - Ya les pega mucho a los
hace 23 horas 39 mins
Enviar un comentario nuevo