Panorámica de BéjarFicha técnica
Duración: 3,5h
Dificultad baja
Ëpoca del año: todas, en especial otoño

Iniciamos 2009 proponiendo a bejaranos y visitantes uno de los paseos más bellos que se pueden hacer por la zona. El mismo recorre alguno de los tramos de otros paseos ya publicados en este semanario, pero ofrece nuevas perpectivas y siempre el acceso a una naturaleza privilegiada, que es nuestra obligación conservar para nuestros descendientes.
Partimos de la parte alta del pueblo de Cantagallo, cuyas calles han sido primorosamente arregladas y en el que se ven iniciativas de casas que están restaurándose. En el mismo salen tres rutas, según se describe en un cartel indicador, la de Peña Negra, la de Las negrillas y la de Las Laderas. Tomamos esta última que ofrece la posibilidad de caminar por la ladera del monte de robles y castaños situado por debajo de La Peña de La Cruz y Peña Negra.

El camino está perfectamente señalizado en su comienzo, luego las señales desaparecen, aunque no es difícil mantener la orientación.
Al principio discurre junto a pequeñas casas con huerta del pueblo de Cantagallo, entre robles y castaños. Luego se empina un poco, teniendo que atravesar un porton, que tras pasarlo, hay que dejar cerrado otra vez.
En ese punto se ve una vista magnífica de la ciudad de Béjar, el polígono industrial, donde destaca el mamotreto del Nuevo Matadero y el nuevo Viaducto, aún por terminar.
Justo en ese lugar vimos un hermoso y enorme buitre leonado que debía estar comiendo junto al camino y que probablemente se espantó al escucharnos. Le vimos a apenas unos metros, como iba levantando el vuelo lentamente hasta alcanzar una altura considerable.
Se observan perfectamente los Picos de Valdesangil, la Sierra de Francia y a la derecha Peña negra y la Peña de La Cruz.
El camino discurre en dirección a Béjar, pasando varios regatos con aguas cristalinas que bajan, al menos en este otoño lluvioso desde los altos de Peña Negra.
En el propio camino se pueden ver aún restos de la última nevada.
Continuando en dirección a Béjar, encontramos al menos otros dos portones y también varios mojones de restos de antiguas lindes de fincas.
La vegetación que predomina al principio son los castaños, que tornan en robles, cuando el camino se dirige hacia cotas más bajas.
Un poco más adelante, el camino se une con otro más ancho, que es el que viene desde La Centena. Tomando la desviación a la izquierda, nos encaminamos hacia el famoso Cedro de La Francesa, lugar donde merece la pena detenerse y solazar un buen rato.
Antes de llegar a la Francesa vemos a mano izquierda una hermosa fuente con el caño en forma de cabeza de León.
El Cedro está dentro de la finca en la que habitó Mme. Papau, que era la mujer del ingeniero venido desde Francia a trabajar en el ferrocarril y en concreto en la construcción del Puente que cruza el Rio Cuerpo de Hombre.
Coincidimos en la visita con un grupo de al menos 12 personas, que no tapaban el tronco.
El jardin de la finca está en buen estado de conservación, pero un poco abandonado. Seguramente en tiempos de La Francesa se encontraba en mejores condiciones.
Bajando por el camino, llegamos a la vía de tren, abandonada desde la ominosa decisión de cierre del tren. Esperamos que algún día pueda volver a circular de nuevo.
Volvemos a Cantagallo por la vía del tren, que está en bastante buen estado, para caminar, aunque en algunos tramos la via está llena de maleza.
A la altura de cantagallo hay un puente que permite subir al camino del pueblo, al que accedemos por un sendero junto al mismo.
Iglesia de CantagalloInicio del caminoPrimera cancelaCastaños y roblesCara SurCastañosAguas cristalinasBosque encantadoPuertas del campoMusgos y líquenesFlores de hielo
Fuente de La SeñoraCabeza de Leon
Cedro 1Cedro 2Cedro 3Finca La Francesa
Mr. Papau
Viaducto 2Retorno a CantagalloViasAsí se hace un puenteMestizaje