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El Bosque de Béjar y su jardín romántico amenazado (4)
Fuente del paraguas de El Bosque de BéjarPARTE 4
La fuente que vino de Milán
La Fuente del Paraguas (fig. 1), destrozada en julio de 2016, también se encargó en París como la del Cisne, pero fue realizada en Milán. Su historia es tan interesante o más que la de nuestra entrega anterior y es fiel reflejo de otro episodio de éxito en el panorama del arte industrial del siglo XIX, cuando el gusto burgués se abastecía de productos de tema intrascendente o de tratamiento anecdótico, en este caso la tergiversación de un pasaje literario más antiguo: la trágica historia de Paul et Virginie, publicada en 1787 por Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre.
La historia de Paul et Virginie
La novela de Saint-Pierre se ambienta en la paradisíaca Île de France, en el Océano Índico, hoy archipiélago de Muaricio, un lugar donde las utopías de Rousseau y la Ilustración podían plantearse con suficiente distancia en la plácida existencia de dos niños, Paul y Virginie, criados como hermanos a pesar de su diferente origen de clase. Transcurrida la infancia, llegaría el tiempo del amor entre ambos protagonistas y, con ello, la desaprobación social y familiar sobre aquellas relaciones, condenadas al único final posible en los tiempos pre-revolucionarios de su autor.
La iconografía de Paul y Virginie bajo el paraguas evoca un pasaje de la etapa infantil de los protagonistas que fueinterpretado con más libertad que exactitud, pues en el textosólo se cuenta cómo los dos niños se vieron sorprendidos por una tormenta y la forma en que trataron de guarecerse con lo que pudieron; el narrador detalla que Virginie «sostenía a Paul del brazo, envuelto casi por completo en el mismo manto, ambos riéndose al cobijarse juntos bajo un paraguas de su invención» (1).
Fig 2Debido quizá a una mala traducción al inglés, el tema derivó en versiones gráficas y fotográficas en las que el término imaginario de la comparación se hacía presente como verdadero paraguas, según se aprecia en el doble retrato realizado por Julia Margaret Cameron en 1865(fig. 2) y en tarjetas postales posteriores, propiciando el juego acuático en su adaptación como fuente urbana o de jardín. Desde entonces esta posibilidad ha sido la más común, invariable durante la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX, cuando diversos escultores ofrecieron las figuras de Paul y Virginie bajo el paraguas dentro de su repertorio artístico y comercial. De hecho, no son pocos los ejemplares de fuentes del mismo asunto repartidos por toda Europa y Estados Unidos, como ahora veremos.
Fig 3
Fig 4 y 5
Fig 6 y 7
Fig 8,9,10 y 11Entre los escultores que mejor trabajaron este tema se encuentra el milanés Andrea Boni (1815-1874), con un modelo muy difundido que se mantuvo en el catálogo de su fábrica de cerámica después del fallecimiento del autor (fig. 3). Las obras de Boni y su taller estaban realizadas en terracota y a su producción cabe adjudicar el ejemplar del Parque Genovés de Cádiz, conocido como Fuente de los Niños (donación de la familia Aramburu, figs. 4, 5 y 6) y elde El Bosque de Béjar (fig. 7), pero entre finales del sigloXIX y las primeras décadas del siglo XX ya se comercializaban réplicas en hierro o zinc, autorizadas o no, disponibles en los catálogos de fundiciones de Estados Unidos como E. T. Barnum Wire and Iron Works de Detroit o J. W. Fiske Iron Works de Nueva York (3); de la fundición de Barnum salieron los ejemplares conservados en el campus de la Universidad de Illinois en Carbondale, datado en 1887, y en el Janssen Park de Mena, Polk County, Arkansas, instalado en 1914 y restaurado en 1993 por el Smithsonian American Art Museum (figs. 8 y 9); de la fundición de Fiske proceden las piezas adquiridas por particulares que hemos localizado enWestfield, Massachusetts, y Maysville, Kentucky (figs. 10 y 11).
Fig 12,13,14 y 15
Fig 16 y 17A una u otra empresa habría que atribuir los ejemplares mencionados en el estudio histórico sobre la fuente gaditana(2), situados en el South Park de Peoria, Illinois, en el Garfield Park de Chicago (ambos de Barnum, fechados antes de 1908 y 1912, respectivamente, figs. 12 y 13) y otra localizada en Two Harbors, Minnesota, que perteneció al empresario Thomas Owens (sin duda de Fiske a juzgar por la pileta, fig. 14), así como una pieza similar cuya ubicación desconocemos (fig. 15), aunque seguramente se conserven muchas más. Los modelos de ambas fundiciones se encuentran en sus respectivos catálogos comerciales, de 1904y 1928, según mostramos en las figuras 16 y 17 (3).
Fig 18 y 19También fue un tema elegido por el escultor francés Jules Visseaux (1854-1934), con piezas semejantes conservadas en Francia y España, en algún caso obra de sus sucesores: el ejemplar del Jardín Botánico de Sedan, departamento de Ardennes, se documenta desde 1891, aunque se dio por desaparecido en 1996 y ha sido localizado de nuevo en Beaune en 2017 (fig. 18); el de la localidad de La Ferté-Bernard, Loira, en colección particular; el del jardín municipal de Paimpol, Bretaña, restaurado en 2005 por Jean Divry (fig. 19);
Fig 20 y 21 y el de la Casa Lis de Salamanca, hoy en el colegio público Francisco Villar y Macías de la misma ciudad(figs. 20 y 21). De Visseaux se conserva una variante de las mismas figuras en el Pasaje Gutiérrez de Valladolid, pero conel paraguas sustituido por un gran reloj (4).
Fig 22 y 23Otras esculturas similares se localizan en puntos tan distantes como el Parque Pouchkine en Tchéliabinsk, con la fuente instalada en 1910 (fig. 22), y el Parque Stroukovski de Samara (fig. 23), ambos ejemplos en Rusia y de autor anónimo.
Fig 24Paul y Virginie entre Milán, Filadelfia y París
El autor del grupo escultórico de El Bosque no ha sido identificado mediante documentos, aunque las semejanzas con las obras de Andrea Boni son muy precisas en cuanto al material en que fue realizada (terracota), el modelado de ropajes y cabellos, la edad y la pose de las figuras (con pequeñas diferencias en el tocado de Virginie, aquí ausente) y en un tratamiento de mayor calidad que se podría explicar por tratarse de una obra directa del escultor y no de su taller en Milán, el Stabilimento industriale di belle arti di Andrea Boni(5). Por todo ello cabe atribuir a este escultor y arquitecto las figuras de El Bosque, formando uno de aquellos «gruppi per getti d'acqua» que, junto a una gran diversidad de piezas artísticas y ornamentales de terracota, ofrecía en la publicidad de su negocio (fig. 24), siempre listas para el pedido del cliente a partir de los catálogos.
Fig 25 y 26Las obras creadas por Boni y su empresa seguían disponibles después de la muerte del escultor en 1874, como se demuestra en las referencias a su celebrada fuente en los catálogos y publicaciones periódicas sobre las exposiciones internacionales del Centenario en Filadelfia (1876) yUniversal de París (1878), así como en tarjetas conmemorativas de ambos eventos (figs. 25 y 26). En la exposición de Filadelfia se la describe como una pieza que llamó la atención del público y de la crítica:
Uno de los diseños de fuente más lindos del Centenario fue el que se muestra en nuestra ilustración de la página 408. Es un grupo de terracota, de entre tres y cuatro pies de alto, realizado por Andrea Boni de Milán. Nada podría ser más encantador que la pose de estos dos niños pequeños, acurrucados bajo el paraguas, por el que escurre el chorro de la fuente. El grupo no es sólo una excelente obra de arte, es una muy inteligente adaptación de una obra artística en sí misma a un determinado uso. Como grupo para césped, será extremadamente efectivo el rico color rojo de la terracota contrastando bellamente con el verde de la vegetación.(6)
En el periódico oficial del evento parisino se vuelve a mencionar la escultura, al parecer expuesta desde 1877, como una obra igualmente llamativa para el público europeo:
Pero lo que en la exposición de Filadelfia atrajo principalmente la atención de los visitantes, lo que atraerá no menos a los de la Exposición de París, es el bonito grupo de terracota que representa a Paul y Virginie. ¡Qué ingenuidad!, ¡qué expresión en estos dos pequeños abrazándose bajo un paraguas! Su pose es admirable. La joven se levanta el vestido para no ensuciarlo, y el niño sostiene derecho el paraguas con el cuidado de resguardar a su compañera de la lluvia que cae del cielo [...]. Colocado en un invernadero de flores produciría un hermoso efecto y también sería un bonito adorno. (7)
En un número posterior del mismo periódico, ya en diciembre del año siguiente, volvió a describirse como obra muy apreciada dentro de su sección:
Entre las terracotas destacaría las del Sr. Andrea Boni, de Milán, que tuvo un gran éxito. El Sr. Andrea Boni dedica sus esfuerzos a la elaboración de piezas que, sin dejar de ser agradables, son de módico precio. En este orden de ideas, notamos la bonita fuente de jardín que representa a dos niños pequeños cobijados bajo el mismo paraguas que, por el dibujo, hemos presentado a los lectores en el nº 100 de nuestro periódico.
[...] En cuanto al paraguas en sí, está elevado a la dignidad de un chorro de agua y aquí es donde la composición es divertida: el agua brota del extremo de este paraguas, y se escurre en hilos murmurantes alrededor de los dos niños pequeños.
Esta fuente ha tenido mucho éxito, y el Sr. Andrea Boni apenas ha podido cumplir con los pedidos que se le hacen. (8)
Más explícito fue el escritor Mario Proth, que llegó a cuantificar el éxito de la pieza al compararla con otra del escultor Raffaele Belliazzi,
«...que no hay que confundir con estas [mismas] figuritas de terracota del Sr. Andrea Boni refugiándose también bajo un paraguas, juguete de jardín que alborotó a la multitud durante seis meses, y fue vendida ciento diez veces. (9)
Como en el caso de la Fuente del Cisne, procedente de la Fondería de Brousseval, el acceso del propietario de El Bosque a este tipo de esculturas y fuentes para jardín se pudo producir en estos eventos parisinos, y más precisamente en la Exposición Universal de 1878, en la que hemos documentado la participación de Rodríguez-Arias.
El primer modelo de la fuente tuvo que ser creado por Boni antes de su fallecimiento en 1874 y consideramos dentro de lo posible que se trate del adquirido por Rodríguez-Arias para El Bosque, pues es el único ejemplar en el que la niña muestra el cabello con todo detalle, sin cubrir; esta circunstancia suponía un mayor detenimiento y horas de trabajo que se verían reducidas en sus reproducciones con la colocación de un pañuelo liso. Sobre la base de este primer modelo, convenientemente simplificado, se realizarían los ejemplares de terracota expuestos en Filadelfia y París, y a partir del primero proseguiría su secuela americana en materiales de fundición.
El ejemplar gaditano fue adquirido o encargado durante la exposición universal de 1878 por alguno de los hermanos Aramburu Fernández, fundadores de la banca del mismo nombre, con destino al patio de su casa familiar, pero finalmente, entre 1905 y 1910, lo donaron al municipio y, tras una estancia intermedia en la vivienda del concejal Manuel López González, quedó instalado en el mencionado Parque Genovés unos años más tarde (10). El ejemplar bejarano habría sido encargado por Cipriano Rodríguez-Arias en el mismo evento y fecha, aunque la obra finalmente remitida por el stabilimento de Boni, acuciado por el notable número de pedidos, pudo ser el primer y elaborado modelo de la fuente.
Fig 27 y 28La Fuente del Paraguas de El Bosque
La Fuente del Paraguas era un grupo escultórico formado por dos niños, identificados como Paul y Virginie, erguidos sobre un pedestal rústico de rocalla que incluye un surtidor de labio a modo de pequeña cascada sobre el extremo sur de la ría, la misma disposición que se observa en la Quinta de Vista Alegre (Carabanchel, Madrid, ca. 1832-1840). La niña, mientras se recoge la falda, se resguarda de la lluvia arrimándose al niño, que sostiene un paraguas de cuyo eje sobresale otro surtidor, en este caso vertical, para evocar la lluvia que completaba el efecto acuático de la fuente, todo ello en relación con el episodio, ya comentado, de la novela de Saint-Pierre.
El grupo fue realizado en terracota a excepción del paraguas metálico, unas condiciones de fragilidad por las que las figuras sufrieron diversos daños desde la década de 1960 en adelante (pérdida de medio rostro de Paul en fecha indeterminada, sucesivas capas de pintura sintética durante los años '90, deterioro y retirada del paraguas en septiembre de 2014, etc.) hasta el acto vandálico perpetrado en julio de 2016, cuando la fuente quedó completamente destrozada al caer sobre el lecho seco de la ría, un incidente todavía sin esclarecer (11).
El conjunto se completaba con un arreglo jardinero tan sencillo como eficaz: un frondoso macizo de hortensias a su alrededor y otras plantas diversas, puestas sobre la base de rocalla, como evocación del ambiente selvático o tropical en el que se ambientaba la historia de sus protagonistas (12). Este entorno floral se reconoce en todas las fotografías conocidas, desde la más antigua, datada en 1935 (fig. 27), o ladel reportaje de 1969 publicado en la revista Blanco y Negro(fig. 28), hasta las de la primera década del siglo XXI (fig. 1), antes de que fuera arrasado sin motivo alguno.
Datación de la Fuente del Paraguas
Considerando la ejecución de las obras principales del Jardín Romántico de El Bosque entre 1869 y 1874 (según hemos demostrado en entregas anteriores), la disponibilidad de este modelo para fuente en el catálogo de la fábrica de Andrea Boni antes de 1874, la presencia del propietario y familiares en las exposiciones universales de París entre 1867 y 1878 y su aggiornamento estético en materia de jardines durante su etapa como senador con domicilio en Madrid entre 1877 y 1886 (conocedor, por tanto, de buen número de diseños eclécticos de influencia paisajista, en particular aquellos que contaban con vistosas rías), parece claro que la Fuente del Paraguas tuvo que ser adquirida en fechas próximas al encargo de la familia Aramburu para el patio desu casa en Cádiz, es decir, en torno a 1878.
Fig 29 y 30Por otra parte, no se puede soslayar el hecho de que la fuente bejarana esté perfectamente ligada a la ría, en cuyo extremo se alza a modo de promontorio de rocalla como base para las figuras, exactamente como se aprecia en la ría de la Quinta de Vista Alegre, probable modelo para la de El Bosque a diferente escala: si la Fuente del Paraguas se puede datar entre 1874 (o antes) y 1878, estas fechas también serían válidas para la ría. El registro fotográfico no permite constatar la fuente hasta 1935 (en una de las imágenes remitidas por el empresario bejarano Emilio Muñoz García al presidente del Patronato de Jardines, Javier de Winthuysen, fig. 27), aunque la ría ya consta en tarjetas postales anteriores a 1913 y en ambos casos el jardín ofrece un aspecto maduro, con setos y ejemplares arbóreos plantados y cuidados desde una o varias décadas antes.
A pesar de no ser obras únicas, sino productos artísticos seriados, los propietarios de muchos de los ejemplares que hemos mencionado se muestran orgullosos de serlo y les procuran cuidados suficientes; en dos casos concretos (Carbondale y Cádiz), incluso se han ocupado de encargar réplicas para conservar las piezas originales a cubierto, una vez restauradas. El ejemplo de la Fuente de los Niños del Parque Genovés es muy ilustrativo a este respecto: las figurasse encontraban a la intemperie y presentaban problemas de deterioro que requerían una intervención urgente; lasautoridades optaron por restaurar la escultura (a cargo de Pilar Morillo y Álvaro Domínguez) y, en paralelo, encargar una réplica al escultor Martín Lagares para sustituirla en suemplazamiento al aire libre, como se muestra en las figuras29 y 30 (13).
Fig 31La situación contrasta con el maltrato que la Fuente del Paraguas ha recibido en Béjar: progresivamente alterada y expoliada, finalmente destruida y sólo después de seis años de desidia institucional (a pesar de los reiterados requerimientos públicos y por escrito del Grupo Cultural San Gil y la Plataforma para la Defensa de El Bosque de Béjar), enviados sus fragmentos a Valladolid (fig. 31) para proceder a unaminuciosa restauración y a su posterior reinstalación en el jardín romántico de El Bosque, todavía por verificar (14).
Esperemos que este sea el último viaje de Paul y Virginie, previo a la recuperación formal, funcional y jardinera del espacio que ocuparon, para volver a ser aquel inocente juego acuático de recuerdo novelesco que instaló su propietario, de nuevo rodeado de hortensias y otras plantas, próximo al remanso de la ría y protegido por las sombras.
NOTAS
1. En el texto original se lee: «…elle tenoit Paul par le bras, enveloppé presque en entier de la même couverture, riant l’un et l’autre d’être ensemble à l’abri sous un parapluie de leur invention». La información que aquí exponemos actualiza y amplía la que ofrecimos en nuestraconferencia sobre «La desaparecida Fuente del Paraguas de El Bosque, o la historia de Pablo y Virginia», pronunciada en la sala Bizarte de Béjar el 5 de noviembre de 2016.
2. Acerca de la Fuente de los Niños de Cádiz, vid. AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración de un símbolo de Cádiz, Ayuntamiento de Cádiz, Cádiz, 2020 (disponible en https://www.aguasdecadiz.es/wp-content/uploads/2020/11/Los-nin%25CC%2583...), en el que se recoge parte del estudio histórico previo realizado por el historiador Lorenzo Alonso de la Sierra.
3. Número 28 del catálogo de la fundición E. T. Barnum Wire and Iron Works, Detroit, 1904 (en https://archive.org/details/CatalogueOfVasesSetteesFountainsAndOtherLawn...), y número 381 del catálogo de la fundición J. W. Fiske Iron Works, Nueva York, 1928, (disponible en https://www.historicnewengland.org/explore/collections-access/gusn/34746...). No hemos podido acceder a catálogos anteriores, en los que es probable que también se ofrecieran los mismos modelos (así lo demuestra la fuente de Carbondale, instalada en 1887).
4. De Pablos Miguel, Clemente, «Pablo y Virginia: los niños del Pasaje Gutiérrez, Valladolid. Dos personajes literarios del siglo XIX», en Atticus, nº 10, Luis José Cuadrado Gutiérrez, Valladolid, 2020, pp. 122 a 129 (agradecemos a Urbano Domínguez Garrido el envío deeste artículo).
5. Acerca de la producción de este escultor, arquitecto y empresario, vid. Venturelli, Enrico, Andrea Boni e la Casa del Manzoni. La rinascita ottocentesca del cotto ornamentale, Centro Nazionale Studi Manzoniani, Milán, 2014, de donde tomamos algunos datos e imágenes.
6. La traducción es nuestra al igual que las demás. El texto original en Smith, Walter, The maserpieces of he Centenial International Exhibition of 1876, vol. II, sobre arte industrial, Gebbie & Barrie, Filadelfia, 1876, p. 411 (disponible en https://archive.org/details/masterpiecesofce02shin/page/n18/mode/1up?vie...).
7. El grabado de G. Galli y Gallieni se encuentra en la publicación anterior, p. 408, pero también fue reproducido en el periódico oficial del evento parisino siguiente,L'Exposition universelle de 1878 illustrée. Publication internationale autorisée par la Commission de 1867, nº 100, París, diciembre de 1877 (pp. 365-366, artículo de H. Chatillon) y como tarjeta postal en 1878.
8. L'Exposition universelle de 1878 illustrée..., nº 156, París, septiembre de 1878 (p. 805, artículo firmado porAdelin).
9. Proth, Mario, Voyage au pays des peintres: salon de 1875-1878, Henri Vaton, París, 1878, p. 256. Una referencia más se puede leer en AA. VV., Les merveilles de l'Exposition Universelle de 1878, Librairie Contemporaine, París, 1879, p. 214.
10. AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., pp. 19-20.
11. Así lo recogieron diferentes medios de prensa (a modo de ejemplo, vid.https://www.lagacetadesalamanca.es/hemeroteca/vandalos-acceden-jardin-bosque-destrozan-estatua-fuente-paraguas-FEGS180647).
12. Rodríguez-Arias parece haber seguido las indicaciones que acabamos de leer en las publicaciones de 1876-1878 acerca del acompañamiento vegetal que completaría el efecto de la fuente.
13. AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., pp. 53 a 69 (restauración de la escultura) y 73 a 87 (proceso de réplica).
14. Sobre la demora institucional en restaurar las figuras, vid. la foto denuncia publicada por la PDBB en 25 de mayo de 2019 (https://bejar.biz/bosque-foto-denuncia-n40-fuente-paraguas-junta-cas), así como Muñoz Domínguez, José, «Pablo y Virginia se mueren de asco. Dos décadas perdidas para El Bosque de Béjar», en el semanario digital Bejar.biz (entre otros medios) del 17 de abril de 2021 (https://bejar.biz/pablo-virginia-se-muren-asco-dos-decadas-perdidas). La noticia sobre su restauración no se produjo hasta el 20 de diciembre de 2021 (vid. https://www.i-bejar.com/noticias/bejar/restos-fuente-paraguas-bosque-bej...).
PIES DE FOTO
Fig. 1. La Fuente del Paraguas de El Bosque cuando todavía funcionaban sus surtidores y se conservaba casi íntegra (foto de José Muñoz Domínguez, 1995).
Fig. 2. Paul and Virginia, fotografía de Julia Margaret Cameron de 1865, conservada en la National Portrait Gallery de Londres (tomada de https://www.npg.org.uk/collections/search/portrait/mw129733/Paul-and-Vir...).
Fig. 3. Retrato fotográfico del escultor Andrea Boni, sin fecha, pero anterior a 1874 (tomada de Venturelli, Andrea Boni..., p. 8).
Fig. 4. La Fuente de los Niños de Cádiz en el patio de la casa familiar de los Aramburu antes de 1905 (tomada de AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., p. 20).
Fig. 5. La Fuente de los Niños en su primer emplazamiento del Parque Genovés (tomada de AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., p. 21).
Fig. 6. La Fuente de los Niños en el Parque Genovés de Cádiz, réplica de 2019-2020 (tomada dehttps://hitosdecadiz.blogspot.com/2020/02/la-fuente-de-los-ninos-del-paraguas.html).
Fig. 7. La Fuente del Paraguas de El Bosque en una imagen publicada en julio de 2013 (foto de Joaquín tomada de http://bejarcs.blogspot.com/2013/06/de-paseo-por-bejar-y-alrededores-bej...).
Fig. 8. La Fuente de Carbondale, Illinois (tomada de https://dailyegyptian.com/3716/news/paul-and-virginia-stand-the-test-of-...).
Fig. 9. Fuente de Paul and Virginia en el Janssen Park deMena, Arkansas (tomada de https://s3.amazonaws.com/gs-waymarking-images/d0004eb8-6147-4693-9dee-47...).
Fig. 10. Fuente de Paul and Virginia en Westfield, Massachusetts (tomada de https://www.waymarking.com/waymarks/WMC1Z7_Children_With_Umbrella_Westfi...).
Fig. 11. Fuente de Paul and Virginia en Maysville, Kentucky (tomada dehttps://www.waymarking.com/waymarks/wm7E2C_Children_and_Umbrella_Maysville_KY).
Fig. 12. Fuente de Paul and Virginia en el South Park de Peoria, Illinois (tomada de AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., p. 25).
Fig. 13. Fuente de Paul and Virginia en el Garfield Park de Chicago, Illinois (tomada de https://chuckmanchicagonostalgia.wordpress.com/).
Fig. 14. Fuente de Paul and Virginia Two Harbors, Minnesota (AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., p. 28).
Fig. 15. Fuente de Paul and Virginia en lugar no localizado (tomada de https://www.dreamstime.com/).
Fig. 16. Modelo en el catálogo de la fundición de Barnum (tomada dehttps://archive.org/details/CatalogueOfVasesSetteesFountainsAndOtherLawnFurniture/page/n31/mode/2up).
Fig. 17. Modelo en el catálogo de la fundición de Fiske (tomada de https://www.historicnewengland.org/explore/collections-access/gusn/34746...).
Fig. 18. Fuente de Paul et Virginie en Sedán, Ardennes,obra de Jules Visseaux (tomada de https://collection-jfm.fr/p/cpa-france-08-sedan-jardin-botanique-paul-et...).
Fig. 19. Fuente de Paul et Virginie en Paimpol, Bretaña,obra Visseaux (tomada dehttp://soizic2004.canalblog.com/archives/2011/09/13/22027858.html).
Fig. 20. Escultura de Paul et Virginie en la Casa Lis de Salamanca en 1905 (procedente de la Filmoteca Regional de Castilla León, fondo Venancio Gombau, tomada dehttp://www.museocasalis.org/nuevaweb/wp-content/gallery/casa-lis/casa-lis-06_0.jpg).
Fig. 21. La misma escultura durante la exposición «Salamanca, 1900», instalada en la Casa Lis en enero de 2015 (tomada de http://www.museocasalis.org/nuevaweb/exposiciones-2/exposiciones-tempora...).
Fig. 22. Fuente de Paul et Virginie en el Parque Pouchkine de Tchéliabinsk.
Fig. 23. Fuente de Paul et Virginie en el Parque Stroukovski de Samara.
Fig. 24. Publicidad de la fábrica de cerámica de Andrea Boni en la prensa de la época (tomada de https://www.skyscrapercity.com/threads/milano-sparita.1232367/page-5201, resaltamos en color azul la frase sobre los juegos de agua).
Fig. 25. La fuente de Paul et Virginie de Andrea Boni en el grabado de G. Galli y Gallieni publicado por Smith, The maserpieces..., p. 408.
Fig. 26. La misma fuente (o su réplica de taller) en una tarjeta postal de 1878 (tomada de https://www.abebooks.com/photographs/enfants-au-parapluie-Andr%25C3%25A9...).
Fig. 27. Aspecto de la Fuente del Paraguas de El Bosque en torno a 1935 (RJBM, Fondo Winthuysen).
Fig. 28. La Fuente del Paraguas de El Bosque entre macizos de hortensias en 1969 (reportaje en la revista Blanco y Negro, foto de Jaime Pato).
Fig. 29. La Fuente de los Niños de Cádiz durante su restauración (tomada de AA. VV., Los niños del paraguas. Historia y restauración..., p. 57).
Fig. 30. El escultor Martín Lagares modelando la réplica de la Fuente de los Niños (Los niños del paraguas. Historia y restauración..., p. 85).
Fig. 31. Fragmentos de la Fuente del Paraguas poco después del acto vandálico perpetrado en julio de 2016 (foto de Antonio Zaballos Suárez).
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