Empezaré por decir que nunca, nunca jamás, he escuchado dos frases seguidas de Alejo Riñones que sean inteligibles. Y ya decía Chesterton que quien no es capaz de expresarse con claridad es que no tiene las ideas claras. Aunque, en este caso, me voy a atrever a contradecir al insigne escritor inglés. Ya que Riñones sí tiene una idea clara, aunque me temo que solo esa, y es la de que el Ayuntamiento de Béjar, y por extensión la Ciudad, son suyos. No es que sea el único alcalde que adolezca de tal enfermedad, ya que es muy común por estos lares, en políticos de toda ralea, de derechas o izquierdas, que se creen que la institución que administran es de su propiedad, que el dinero público que manejan es suyo y solo suyo, que no tienen que dar cuenta a nadie de sus actos u omisiones. No entienden que están ahí de modo temporal, en virtud de mandatos ciudadanos, para gestionar cosas que pertenecen a todos en beneficio del interés común. Y así, desde la soberbia y prepotencia de sus mayorías absolutas y desde el entramado de una podrida estructura de partidos que impide o lamina incluso cualquier objeción interna, se comportan como mandarines, hacen y deshacen a su antojo, montan empresas ruinosas desde su origen, dan puestos de trabajo a unos y no a otros, con el único objetivo de incrementar su red de agradecidos que le votarán en la siguiente reedición de la comedia electoral.

Riñones tiene un currículo devastador. Repasen la hemeroteca de Béjar.biz y encontrarán una buena relación de ejemplos. Dénse un paseo por la ciudad y sus alrededores y respirarán el desastre general que bajo su largo mandato -con un breve receso para Cipriano el Pastelero, que empeoró aún más las cosas, lo que era bien difícil- se ha instalado por doquier.

La Comisión Europea acaba de hacer público un informe sobre la corrupción en los estados que forman parte de la Unión y sus resultados son realmente desoladores. Según dicho informe, el 95% de los españoles piensa que la corrupción está totalmente extendida en el sector público de nuestro país, situándose España en un "honorífico" 4º puesto de la clasificación europea de este singular deporte, por detrás de Grecia, Italia y Lituania, países que, al parecer, nos llevan la delantera en esta sustanciosa (para algunos) actividad.
Otra cuestión del mayor interés, y que seguramente no constituirá ninguna sorpresa para muchos españoles, es que el informe señala a las Administraciones Autonómica y Local y al sector de la construccíón como principales focos de la corrupción en nuestro país.
Aquí les dejo los enlaces a tres artículos publicados recientemente que dan cuenta de tal informe. No se los pierdan, léanlos, les llevará solo un momento. Se trata del lugar en el que vivimos y de la sociedad de la que formamos parte: España.

Artículos publicados en El País, edición del 4 de febrero de 2014
Tres de cada cuatro europeos creen que la corrupción está generalizada
Bruselas señala a la Administración local y a la construcción en España
Un agujero de 120.000 millones al año. La Comisión cifra la corrupción en más del 10% de la riqueza que produce España en un año

Se adjunta, en formato PDF, el informe oficial en inglés.

13 junio 200416 julio 2010Aquí tienen ustedes tres instantáneas de este rincón de Béjar. No es un rincón cualquiera, estando como está al lado de la torre de San Gil, a su sombra, bajo su protección, se diría, en esa plazuela en la que en un tiempo estuvo el Ayuntamiento y ahora está el museo de Mateo Hernández, un espacio emblemático del pueblo, repleto de símbolos, recuerdos y realidades, por no hablar de la frágil presencia de Toandayz, la que llegó sigilosa desde el otro lado del Atlántico. Para más datos, abajo, justo contra la escalera, estaba el kiosco donde los niños comprábamos cuadernos para hacer caligrafía, barras de "tracto" y cuentos del Capitán Trueno.

La primera foto está hecha un día del Corpus, el del año 2004, que cayó precisamente en un 13 de junio. Ahí puede verse el gran hastial de placas de fibrocemento y el mazo de cables, bien colocadito, cruzando la fachada de parte a parte, para luego pasar la calle hasta el otro lado de la misma.

La segunda fotografía es del 16 de julio de 2010. Hastial nuevo, magnífico, de tejas de cerámica, persianas en los huecos de ventanas y balcones, el balcón de arriba precioso de geranios en los tiestos renovados. Y el cable, ¡ay, el cable!, nadie lo quiere y cuelga a su suerte, se sostiene porque está en su naturaleza de cable con alma metálica el no caerse si está sustentado, aquí y allá, por ganchos y tubos en sus extremos y estos aguantan de momento, y ya veremos.

Et dixi:
Usquequo, Domine?
Et dixit:
Donec desolentur civitates absque habitatore,
et domus sine homine,
et terra relinquetur deserta.
El concejal contra el medio ambiente de Béjar, de nombre Pedro Manuel Esteban Martín, bien conocido por su determinación y destreza para talar árboles centenarios, muestra una desidia en otros aspectos de su renombrado departamento que debería de empezar a preocupar a su jefe de filas.

Aquí traemos una muestra a colación, para que la vean ustedes y él mismo, si sus quehaceres como fornido y alevoso aniquilador de árboles únicos le dejan algún minuto libre. ¿Son éstos los restos de un naufragio?, ¿o quizá los de un bombardeo? Residuos, escombros, desechos industriales, hormigón reventado, desolación generalizada para dar y para tomar, una monada de paisaje.

Ahí, a mano izquierda según se accede al Polígono Industrial y al nuevo Matadero, estuvo levantada, como algunos habrán adivinado, una planta de producción de hormigón, por obra y gracia de una licencia de uso provisional concedida, ¿a que no saben por quién? Pues sí, por el entonces y ahora alcalde de Béjar, de nombre Alejo Riñones Rico. Todo un padre la patria.

Pues lo que pasa es que finalmente han desmontado y se han llevado a otra parte la susodicha planta de hormigón, pero han dejado ahí, sobre el terreno donde estuvo, los cimientos, los restos demolidos, las sobras, bidones, neumáticos, cables, residuos peligrosos de todo tipo, pasen y vean el bonito paisaje lunar de nuestro pueblo, la verde maravilla.

Vae qui condunt leges iniquas et scribentes iniustitiam scripserunt
No sé si el Centro de Estudios Bejaranos (CEB) llegará en su recientemente publicada Historia de Béjar hasta los tiempos en que el ladrillo se convirtió en el vil protagonista de la economía, también, de esta Ciudad, al igual que de muchas otras del país conocido por España. Ese ladrillo que se reveló finalmente puro polvo sin cocer, consistencia efímera y fútil que solo buscaba el dinero fácil, a costa de casi todo lo demás: el territorio, el patrimonio histórico, los recursos naturales, la moral privada y, lo que es peor, la decencia y la moral públicas.

No sé, decía, si el CEB alcanzará, en su historia escrita, la fecha del 9 de febrero de 2003, día en que el por entonces alcalde de Béjar, de nombre Alejo Riñones Rico, firmó el denominado “Convenio Urbanístico para la Modificación Puntual de Plan General, en el ámbito catastral “La Condesa” Polígono 2 de Béjar”, una suerte de contrato público por el que el citado alcalde, con su varita mágica de alcalde, declaraba edificables miles y miles de metros cuadrados (776.720 exactamente) de verdes y hermosos prados en los que pastaba el ganado, y ello a cambio de una serie de promesas para el municipio de Béjar cuyo solo enunciado parecía ya, desde su mismo principio, un cuento de proporciones descomunales. Cuento en el que, por lo demás, creyó mucha gente y que inauguró en estas tierras lo que podríamos denominar “el tiempo de los duros a cuatro pesetas” y que vivió su momento culminante, pocos años después, el famoso día en que el entonces concejal de Urbanismo del entonces alcalde Alejo Riñones Rico, anunció públicamente, mientras se jactaba de tener una larga fila de promotores inmobiliarios de todo tipo y condición haciendo cola ante la puerta de su despacho, que "Béjar estaba viviendo un momento dulce”.

AntesDespués1Después2A estas alturas de su película, después de haber claveteado con pasquines los árboles del Parque de la Corredera y de haber cercenado de raíz los del Regajo, el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Béjar, de nombre Pedro Manuel Esteban Martín, ya debe saber que los árboles son seres vivos. Es de agradecer su esfuerzo explicativo a posteriori de los hechos, el concejal sube al estrado y da la cara y explica o trata de explicar. Lo que pasa es que la explicación es coja o parcial o insuficiente y debemos pedirle que explique más, si puede y quiere, porque lo que ha dicho no basta y, desde luego, no convence.
Et subvertentur condensa saltus ferro;
et Béjar cum excelsis cadet
Recordaremos que en el primer comunicado de su departamento para dar cuenta de lo acaecido en el Regajo, se decía, y transcribo: “Esteban ha explicado que los árboles de esta zona estaban en muy mal estado y que, a petición de los vecinos, se han talado y se van a sustituir por tilos, fresnos y prunos".
Así pues, en ese comunicado se daban a los ciudadanos dos argumentos. Primer argumento: LOS ÁRBOLES ESTABAN EN MUY MAL ESTADO, y segundo y principal: A PETICIÓN DE LOS VECINOS, SE HAN TALADO. Porque eso es lo que se deduce del comunicado, en el supuesto de que esté escrito en lengua castellana: Los árboles del Regajo se han talado a petición de los vecinos. Es decir, que si los vecinos no lo hubieran pedido, no se hubieran talado los árboles, aún cuando los árboles estuvieran, según explicó el concejal, en muy mal estado.

Como saben ustedes nuestro Ayuntamiento ha desarrollado un proyecto llamado BÉJAR CIUDAD DIGITAL, que ha costado 800.000 euros. En el texto que explica las excelencias del mismo, que está colgado en el portal del Ayuntamiento de Béjar, además de todas las ventajas del ahorro de trámites y rapidez en los mismos, puede leerse:

Beneficios para el ciudadano y el municipio
- Cercanía y participación ciudadana. Mayor interacción con el ciudadano, favoreciendo la participación activa en el desarrollo de los intereses municipales.

Muy bien, perfecto, nuevas tecnologías e información accesible, para que los ciudadanos participemos activamente en la gestión de los intereses municipales.

Veamos ahora lo que pasa en realidad.

En el citado portal municipal hay un servicio de descarga de documentos varios, que, en principio parece bastante aseado y completo, clasificado por departamentos o negociados. ¿Pero están todos los documentos? ¿Están al menos los más importantes? ¿O solo hay farfolla napolitana?

Porque resulta que yo he estado buceando allí recientemente, para tratar de obtener información sobre dos temas de rabiosa actualidad, y nada, cero patatero.

Ya saben ustedes que La Cerrallana está íntimamente ligada al currículo político de Alejo Riñones. Desde esta finca puso a los bejaranos el cebo de los puestos de trabajo de Alditex y Krustanord que tan buen resultado le dio en pasadas elecciones. En esta finca construyó de forma ilegal una piscina, producto de un pelotazo urbanístico en La Glorieta -aún no consumado, por cierto, por mor de la bendita crisis-, sin que, al día de la fecha, haya sido explicado cabalmente el procedimiento que se siguió para su construcción, la redacción del proyecto, la dirección de obra, el control del gasto y demás pormenores propios de cualquier obra pública. Es bien posible que Riñones haya olvidado sus hechos como alcalde que fue de Béjar durante doce años. Es bien posible que Riñones no tenga memoria alguna, ni él ni sus compañeros de partido ni sus muchos votantes. Sólo así se entiende que este hombre pueda ser alcalde de nuevo. Desde una amnesia general y monstruosa que atenaza a este desgraciado pueblo.

Pero, por si acaso, ahí están las huellas de sus hazañas, para que no olvidemos.

grrr... este pueblo se muere sin remedio... ya le han robado el alma... todos "tragan" en silencio... grrrr...Hete aquí que el exalcalde socialista, es un decir, de Béjar, de nombre Cipriano González Hernández, acaba de mandar a su todavía escudero, José Luis Rodríguez Celador, a decir en voz alta que él no tuvo nada que ver en el asunto de la estafa al pueblo de Béjar con las malditas parcelas municipales de La Condesa, que esa basura la generaron otros y que él solo pasaba por allí. Y la verdad, esto resulta ya muy cansino, y torpe, y bochornoso, porque una de las situaciones en que más cabalmente queda retratada la ralea de los políticos es cuando hablan después de haber mandado y ya no mandan -porque los ciudadanos los echaron de allí donde mandaban- y tratan de mentir sobre lo que hicieron hace poco, diciendo que ellos no lo hicieron, porque resulta que, para poner las cosas en su justo sitio, AHÍ ESTÁN LOS HECHOS, para ser confrontados fríamente con las palabras dichas. Porque si muchas veces, las más, los políticos salen airosos de sus continuas mentiras y engañifas, enredando con dimes y diretes, con promesas que no van a cumplir y nunca cumplen, con circunloquios, divagaciones y evasivas, lo tienen más difícil cuando los hechos han ocurrido y están ahí, fijos ya para siempre jamás, plasmados en documentos firmados de su puño y letra, con sellos y membretes oficiales, y transcritos a las actas o registros.

Y LOS HECHOS SON

En los meses de abril y mayo de 2009, a partir de la minuciosa investigación llevada a cabo por UPS Béjar, con el concejal Raúl Hernández a la cabeza, y con los datos y documentos aportados por dicho grupo político, pudimos recontruir lo que quizá constituya el episodio más ignominioso de la reciente historia bejarana: la operación por la que sesenta y nueve parcelas de la urbanización El Rincón de la Condesa, con una extensión total de 17.074’22 m2, cuya propiedad correspondía al Municipio, pasaron a manos privadas sin que el Ayuntamiento recibiera ni un solo euro de la contraprestación sustitutiva acordada, que alcanza el importe de 2.492.836’32 €. Esta historia, que retrata como pocas la débil encarnadura de la que están hechos los últimos gobernantes que ha tenido esta Ciudad, fue publicada por esta revista en una serie desarrollada a lo largo de cinco artículos bajo el título de: Las parcelas de la Condesa. Una historia para no dormir, en la que esta cuestión quedaba ampliamente desmenuzada y explicada. Aquí la tienen. Recuérdenla y no la olviden nunca. (Se reproduce íntegramente el Capítulo V y último, si bien dejamos los enlaces que remiten a los otros cuatro capítulos).