Selección española de baloncestoLa victoria de la selección española de baloncesto ha hecho más por la imagen de España que otros muchos esfuerzos e inversiones anteriores.Así lo ha reconocido toda la prensa, los políticos nacionales, la Corona y casi todo el mundo. Decimos casi por los comentarios de algún político nacionalista catalán en concreto (Duran y LLeida) que en un momento así solicitaba que le preguntaran a Pau Gasol si quería jugar con España o con Cataluña. A eso se llama "meter la pata".

El trabajo de la selección de baloncesto ha sido encomiado por todos. Ese resultado no ha sido fruto del azar, sino de un trabajo y esfuerzo perfectamente planificado y ejecutado.

Empecemos con que el equipo es eso, un equipo, un grupo de personas que tienen un objetivo común, papeles complementarios y talento. Tienen un líder, que es el entrenador Pepu Hernández y además otro líder en la cancha: Pau Gasol. Espíritu de equipo, compañerismo; se divierten.

El entrenador ha dado toda una lección de qué es un lider. Posponiendo la comunicación al equipo de la muerte de su padre y aguantando el dolor, con el objetivo de no distorsionar la necesaria concentración.

La concesión del Premio Príncipe de Asturias, ha sido el colofón a una hazaña que ha sido reconocida por todo el pueblo español.

En contraposición tenemos la malísima imagen y papel de la selección de fútbol, especialmente tras la derrota ante Irlanda del Norte. Todo el mundo se pregunta por qué en fútbol no hacemos el papel que en prinicipio nos debería corresponder.

No es fácil contestar esa pregunta. Quizás el problema esencial es que la selección de fútbol sigue estando subordinada a los clubes. Y sobre todo carece de lo que le sobra a la de baloncesto: espíritu de equipo.