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Ayer, hoy y mañana...
Por J.Alvarez-Monteserín
… de una ciudad, de pasado rosa, actualidad grisácea y futuro… ¿verde esperanza?. Es nuestra ciudad, ayer centro textil lanero del oeste de España, hoy cargada de incertidumbre, mañana… ¿industrial y turística?.
José Luis Gonzalez Alonso, es bejarano bejaranista, ingeniero industrial afincado en Bilbao, embajador de nuestra ciudad en el País Vasco; es uno de los jóvenes de la foto, de los que en los años sesenta se vio obligado a marchar de Béjar para hacer su vida. Siempre ha llevado a su ciudad en el corazón.
Fernando Hernández Moreta, es otro bejarano bejaranista. Hijo del popular y entañable Fernando Cañanda, ya desaparecido. Heredó de su padre el amor por su ciudad, su don de gentes y su jovialidad. Ha vivido siempre en Béjar desarrollando su actividad profesional en el ámbito textil. Buen conocedor de este sector, es otro de los jóvenes de la foto.
Hacemos estas presentaciones porque hace algunas semanas, me llamó José Luis, para decirme que quería que nos viéramos con Fernando, porque este guardaba una fotografía del año 1958 (¿), en la que aparecemos toda una generación de jóvenes de Béjar. Vemos la foto y gratamente sorprendidos, empezamos por las identificaciones. Nos acompaña y ayuda en ésta tarea mi esposa, bejarana y joven también de aquella época. Rápidamente entramos en conversación; hablamos de la vida que hemos llevado unos y otros; de los que se quedaron en Béjar, de los que nos fuimos y por qué nos fuimos, de los que han desaparecido; de la evolución que ha tenido nuestra ciudad desde entonces hasta hoy; analizamos el presente y el futuro, ese futuro que nos preocupa a todos, jóvenes y mayores, ausentes y presentes, en el que nuestra ciudad debería tomar otro aire. Fueron mas de dos horas de revivir aventuras y anécdotas de unos años jóvenes, muy felices, vividos en nuestra ciudad y de otros posteriores, adultos, vividos donde el destino quiso que los viviéramos.
De los empresarios de aquellos años, se podrían decir muchas cosas; coincidimos en que la gestión empresarial, en su conjunto, dejó mucho que desear. Sumidos en una rutina provechosa, obtenían orondos beneficios, dinero que a mas de uno le cegó la mente, impidiéndole ver que aquello tendría su fin. Otros, pésimos gestores, lo perdieron todo y hubo también quien se lo gastó en fastos y dispendios. Un pequeño grupo, cerebrales ellos, invirtieron el dinero ganado en negocios fuera de Béjar y fueron los menos, los que con visión de futuro y amor a su tierra, invirtieron las ganancias en su propia empresa, en el desarrollo de nuevos productos y tecnologías
Béjar, en los años de la posguerra, cincuenta y sesenta, fue un emporio textil, una ciudad de color rosa, porque las fábricas trabajaban a pleno rendimiento, -llovían los contratos de tejidos militares- y porque entonces se vestía de traje y abrigo, de ahí la gran demanda de mano de obra textil y por ende, el pleno empleo que existía en Béjar. En las familias trabajaban todos los adultos, excepto el ama de casa, que atendía las necesidades hogareñas. Se ganaba dinero, a pesar de que los sueldos eran bajos, porque la jornada laboral se prolongaba con horas extraordinarias. Solamente se descansaba los domingos y fiestas de guardar, porque la iglesia prohibía trabajar estos días en aras a facilitar a los obreros la asistencia a los cultos religiosos.
De los empresarios de aquellos años, se podrían decir muchas cosas; coincidimos en que la gestión empresarial, en su conjunto, dejó mucho que desear. Sumidos en una rutina provechosa, obtenían orondos beneficios, dinero que a mas de uno le cegó la mente, impidiéndole ver que aquello tendría su fin. Otros, pésimos gestores, lo perdieron todo y hubo también quien se lo gastó en fastos y dispendios. Un pequeño grupo, cerebrales ellos, invirtieron el dinero ganado en negocios fuera de Béjar y fueron los menos, los que con visión de futuro y amor a su tierra, invirtieron las ganancias en su propia empresa, en el desarrollo de nuevos productos y tecnologías, pero al ser estos número insuficiente para dar ocupación a la excesiva mano de obra disponible, Béjar se pobló de desempleados y se sumió en una gran depresión económica y sociológica, agravada también porque las nuevas tecnologías que comenzaban a implantarse, eran más productivas y requerían menor mano de obra.
Cabe también decir, que en aquellos años, los Alcaldes y dirigentes municipales, fueron en su mayoría empresarios textiles, que no permitiéron que en la ciudad se instalaran empresas de otros sectores, porque temían que quedaran al descubierto los bajos sueldos que pagaban y que pudieran producirse movimientos obreros que distorsionaran la rutina provechosa en la que estaban sumidos.
Con este escenario, los jóvenes bejaranos que afloraban al mundo del trabajo, tenían dos opciones: si querían quedarse en Béjar, tenían que encontrar trabajo, normalmente en el sector textil y aceptar las condiciones del mercado bejarano; de lo contrario tenían que marcharse. Y muchos de aquellos jóvenes, se fueron; nos fuimos. La verdad es que nos fuimos mas con los pies, que con el corazón, pero nos fuimos. También les hubo que se fueron jurando en arameo, con un resentimiento que nunca se han quitado de encima.
Béjar, en la segunda mitad de los sesenta, comenzó a bajar de población. El número de prejubilados y parados aumentaba; la población activa de la ciudad la formaban, funcionarios, profesores, empleados de banca, profesionales liberales y una clase trabajadora textil reducida a la mínima expresión. Este fue el panorama durante muchos años, y lo que es peor, este sigue siendo actualmente, aunque con muchos matices. La desaparición de lo textil, inculcó un talante resignado y conformista en la población bejarana de entonces, que no se ha perdido, sino más bien, se ha ido contagiando hasta las generaciones de hoy. En aquellos años se consideró normal un estado de ánimo que debió ser excepcional y todavía seguimos así. Cuarenta años llorando el pasado, solucionando el día a día sin ver futuro, esperando que los políticos y los dioses del cielo vinieran a redimirnos del mal y obviamente, hoy tenemos lo que nos hemos merecido. Nos ha costado mucho cambiar el chip, -quiero pensar que, por fin, ya lo hemos cambiado-, poner el motor en marcha y preocuparnos por el futuro de la ciudad. Parece que tenemos ya voluntad de comenzar a caminar.
Hay también dos hechos destacables que influyeron en el lento caminar de Béjar, de manera especial en los años de gestión democrática. Uno es la desacertada, casi nula, gestión que las ayuntamientos democráticos desarrollaron para la captación e implantación de nuevas industrias en la ciudad. Faltaron ideas y además, fuimos poco o nada generosos a la hora de ofrecer compensaciones a los empresarios que quisieron venir, -no olvidemos que estos son los que crean los puestos de trabajo-, por lo que se instalaron en otras regiones y comarcas, dónde fueron mejor atendidos. Amén de las pésimas comunicaciones viales que nunca nos han ayudado.
Cuarenta años llorando el pasado, solucionando el día a día sin ver futuro, esperando que los políticos y los dioses del cielo vinieran a redimirnos del mal y obviamente, hoy tenemos lo que nos hemos merecido. Nos ha costado mucho cambiar el chip, -quiero pensar que, por fin, ya lo hemos cambiado-, poner el motor en marcha y preocuparnos por el futuro de la ciudad. Parece que tenemos ya voluntad de comenzar a caminar.
El segundo hecho es la mala, en ocasiones pésima, relación política, que de continuo ha existido entre los gobernantes y opositores de nuestra ciudad, aunque ahora parece que ha mejorado. Para salir de una situación difícil es necesario, como dicen ellos mismos, hacer una política de consenso, y aquí no hubo ni política ni consenso. Faltó dialogo, sobraron enfrentamientos. De aquí emana en cierto modo el desprecio político que de continuo han tenido los estamentos autonómicos y provinciales, con nuestra ciudad. Somos enemigos de los proteccionismos, porque no llevan más que a la ruina, pero somos partidarios del justo reparto de la riqueza colectiva que se genera con el trabajo de todos y Béjar, en los años democráticos, de esta riqueza, no ha recibido más que menudencias, mientras otros, han sido invitados asiduamente a participar en los grandes banquetes. No hay que olvidar que Béjar, en su época de vacas gordas, aportó mucha riqueza a la provincia y al Estado, por lo que no se ha merecido este trato. A veces pensamos si no habrá algún hada maligna que nos esté obligando a pagar tributo por vivir años atrás cómo los mas ricos de Béjar.
Otro error político-estratégico ha sido que ninguno de los ayuntamientos democráticos, haya diseñado un plan director para la ciudad a más de cuatro años, que es el tiempo de cada mandato. Las iniciativas se han encaminado a realizar pequeños proyectos, en su mayoría obras con cargo a los presupuestos corrientes y a las escasas ayudas económicas extra-presupuestarias a las que nos hemos referido antes. No han sido más que parches. Faltó una planificación a largo plazo. Fijémonos en Guijuelo: ciudad que hace cuatro o cinco décadas no era nada, asentada en un páramo con ambiente húmedo y temperaturas no adecuadas para el desarrollo de su actividad principal, es hoy un importantísimo complejo chacinero, con denominación de origen incluida. Béjar, con más altitud geográfica, con una sierra al lado, con clima mas seco y frío, lo que la hace más apta para la radicación de industrias de este tipo, no tiene prácticamente actividad chacinera. ¿Cómo se explica esto?.Porque Guijuelo tuvo ideas y Béjar no. Guijuelo alzó la cabeza, miró a lo lejos, pensó lo que quería y diseñó y marcó su futuro; mientras Béjar se limitó a añorar su pasado. Guijuelo tiene ahora agallas para dar trabajo a sus moradores y a más de mil bejaranos y es hoy es uno de los polos económicos más importantes de España.
El presente económico de Béjar, es prometedor pero no boyante. Lo sustentan la escasa industria textil que pervive, la Escuela de Ingenieros, algunos servicios y ahora, la estación de invierno La Covatilla, que es la que está dando vida, sobre todo los fines de semana, a la ciudad y a su comarca. Gracias a la Corporación Municipal que estudió e implantó este proyecto y a los inversores que han creído en él, la estación de esquí ha sido posible. Se estudian soluciones de mejora y ampliaciones, porque afortunadamente la estación se ha quedado pequeña, por lo que resulta alarmante que haya grupos que obstaculicen estas ampliaciones, basándose en hipotéticas agresiones a los ecosistemas, cuando se demuestra que todo es posible y compatible. Cómo dice el anuncio ¡hay que viajar mas!, y darse una vuelta por Suiza o por los Países Nórdicos para ver que allí, prevalece el interés general, que nadie se opone porque sí y que respetan el medio ambiente cómo nadie.
Otro error político-estratégico ha sido que ninguno de los ayuntamientos democráticos, haya diseñado un plan director para la ciudad a más de cuatro años, que es el tiempo de cada mandato. Las iniciativas se han encaminado a realizar pequeños proyectos, en su mayoría obras con cargo a los presupuestos corrientes y a las escasas ayudas económicas extra-presupuestarias a las que nos hemos referido antes. No han sido más que parches. Faltó una planificación a largo plazo.
En lo referente al futuro, coincidimos en que debería pasar, primero, por diseñar a veinte años, la ciudad que queremos. Porque a pocos años, a pocos meses, tenemos proyectos muy concretos ya iniciados, algunos a punto de acabarse: Matadero Municipal; zona deportiva de La Cerrallana con sus Piscinas y Campo de Golf; Piscina cubierta; Parador Turístico; ampliación de La Covatilla por Candelario; restauración y utilidad de El Bosque; activación de la Plaza Mayor y restauración del Barrio de La Antigua, entre otros. Y uno muy importante: suelo industrial para captación de nuevas empresas, de distintas actividades, dando el máximo de facilidades. Con preferencia a las industrias chacineras de Guijuelo, lo que posiblemente nos permitiría asociarnos a su denominación de origen. También habría que gestionar la ampliación del Campus Universitario de Salamanca, dotando a Béjar de nuevas centros y especialidades; la localización comarcal del Servicio Sanitario; apoyo a la construcción del Complejo Urbanístico La Condesa; mas y mejor promoción turística de Béjar y su Comarca, con inclusión en las rutas que desarrollan los tour-operadores; apoyo a los equipos deportivos de la ciudad, porque siempre fueron excelentes embajadores; modificación de los horarios de los servicios, principalmente del comercio; los foráneos no entienden que una ciudad que quiere ser turística tenga implantado un horario comercial tan egocéntrico.
Béjar, en estos años, llegó donde pudo, pero no donde tendría que haber llegado. Ahora bien, seríamos injustos si tratáramos de culpar a alguien de esto, porque nadie hizo las cosas mal adrede. Lo que sí tendríamos que recriminarnos todos, ciudadanos y gestores municipales, ausentes y presentes, es lo que decía Albert Einstein: Las cosas no cambian si siempre hacemos lo mismo. La evolución es consecuencia del cambio; si no cambiamos, no evolucionamos. Y aquellos años fueron más de crisis sicológica, de inmovilismo, de pereza que de incompetencia. Deberían haber nacido inquietudes, inventos, nuevas estrategias y no fue así porque no tuvimos ideas, no fuimos capaces de ver la luz, vivimos aletargados. En los dirigentes de Béjar, al igual que en los de cualquier otra ciudad, hubo gente muy competente y otra menos competente. En los años sesenta Béjar tuvo un alcalde, fallecido en accidente de tráfico, que fue extraordinario; estuvo poco tiempo al frente del municipio, pero dejó su impronta. También los hubo de oportunidad.
Hay otro hecho muy importante que influyó también de manera muy notable en el lento caminar de Béjar. Al marcharse en aquellos años tanta gente de Béjar, en especial gente joven bien preparada, la ciudad quedó disminuida de fuerzas vivas. Por ello, hay que hacer un ejercicio de reconocimiento y gratitud a los jóvenes y no jóvenes que gestionaron el destino, porque ellos y solo ellos, la llevaron a donde está hoy. ¿Otros lo hubieran hecho mejor ?. Pensamos que no. ¿Se podría haber llegado mas lejos?. Si, claro que sí, pero con la gente que se marchó. El problema no fue de la calidad de los efectivos, sí de la cantidad.
De los que nos fuimos, unos seguimos vinculados a Béjar, participando en la vida de la ciudad, inquietudes incluidas. Otros vienen de visita, a ver a la familia, los hay que con gesto altivo, amén de los resentidos. Los ausentes, la mayoría de las veces, somos excesivamente críticos, porque hacemos comparaciones entre nuestra ciudad y la que vivimos, y eso dificulta nuestra objetividad evaluadora; criticamos con desconocimiento y exigimos muchas veces sin derecho alguno. Lo que si hemos hecho bien los ausentes, ha sido dar a conocer nuestra ciudad en el exterior; que nadie dude de que hemos sido excelentes embajadores, que no es mala cosa.
Embajadores han sido también los miles de jóvenes de toda España, que eligieron la Escuela de Ingenieros de Béjar para cursar sus estudios. Hay que destacar la aportación económica que han hecho a la ciudad a lo largo de décadas y décadas y la influencia sociocultural que siempre ha tenido la población estudiantil en el desarrollo de nuestra ciudad. Nuestra gratitud a todos ellos.
nos preguntábamos si los bejaranos ausentes de esta generación, retirados ya de la vida profesional o a punto de hacerlo, no tendríamos que hacer un ejercicio de catarsis y pagar tributo a nuestra ciudad, por lo que nos dio de jóvenes: educación, aprendizaje, estudios…
Después de las reflexiones expuestas, al final de la tertulia, nos preguntábamos si los bejaranos ausentes de esta generación, retirados ya de la vida profesional o a punto de hacerlo, no tendríamos que hacer un ejercicio de catarsis y pagar tributo a nuestra ciudad, por lo que nos dio de jóvenes: educación, aprendizaje, estudios… y unos años felices, atributos que tanto nos han valido para hacer nuestra vida fuera. Pensamos que en estos momentos, en los que todavía tenemos fuerza y experiencia, aunque sea calva y canosa, se podría crear un foro cívico, un taller de ideas, una mesa comprometida, no vindicativa, sin color político, desde dónde se pudieran hacer propuestas y sugerencias a las administraciones locales y regionales, dentro de una filosofía netamente constructiva. No ácida, no contraria a nada ni a nadie y exenta de nostalgia. ¿Lo intentamos?.
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Solamente una observación.
Si logra hacer ese " foro cívico,taller de ideas,mesa comprometida,
no vindicativa etc... "sin color político..." Le prometo, que paso de ser agnostico a creyente.
Entiendo que en ese "sin color politico" se refiera a los dos grupos
mayoritarios, porque no puedo entender que no sea política, esa misma corriente de pensamiento.
Que la palabra Política, este desacreditada, no la hace desaparecer del D.R.A.L.
Que describe entre otras, estas definiciones:
Arte doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados.
Actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos.
Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos.
Orientación,directriz.
En definitiva, que para todo eso hay que mojarse en el terreno político. Lo que decide y se ejerce como vinculante, son las decisiones que se toman en los escenarios que establece la Constitución, es decir, los Organismos Públicos, creados para este fin.
Solamente tiene capacidad para tomar decisiones y hacerlas efectivas, el equipo político que ganando las elecciones este en el gobierno del Ayuntamiento, y esas decisiones son las que llevan a la Ciudad, en una u otra dirección.
Esta es la regla del juego, el resto de Asociaciones, Mesas, Juntas,
Foros, Agrupaciones, etc. quedan muy bien como escaparate social,
pero todas terminan coloreadas de Rojo, o Azul, que és el color del poder.
A.Sobral.
Desde hace unos meses existe en la ciudad un grupo humano plural que reúne personas de diferentes sectores de la ciudad y comarca que analizan la situación actual y cuyo objetivo es perfilar líneas de futuro para la zona
Dinos los datos de ese grupo que seguro que somos muchos los interesados...
Que interesante, la existencia de un grupo asi.
danos más datos por favor, para los que puedan estar interesados
tufillo a nostalgia de ordeno y mando. cuanto echas de menos los privilegios q teniais. Bejar tiene lo q se merece jejejejeje donde solo opinabais los hijos fashion q pudisteis estudiar EN LA EPOCA DE PATAS CORTAS. los brazeros no existimos solo para serviros q nostalgia teneis de q os den el tan afamado DON... Y APELLIDO COMPUESTO JJEJEJEJE. lo dicho mucho tufillo a nostalgia de ordeno y mando.
Un bonito y nostalgico articulo pero.........
Afirmacion :"Nos ha costado mucho cambiar el chip, -quiero pensar que, por fin, ya lo hemos cambiado-, poner el motor en marcha y preocuparnos por el futuro de la ciudad. Parece que tenemos ya voluntad de comenzar a caminar".
Comentario : Mi querido amigo. Te equivocas, aqui el "chip" ni ha llegado, con lo cual malamente se puede reprogramar. La mentalidad de los bejaranos que quedan en la ciudad es identica a la que mencionas de hace 40 años.
Afirmacion: "El segundo hecho es la mala, en ocasiones pésima, relación política, que de continuo ha existido entre los gobernantes y opositores de nuestra ciudad, aunque ahora parece que ha mejorado".
Comentario: Siempre ha existido un autentico contubernio entre los unos y los otros. En 12 años, el PSOE no fue una autentica oposicion, y ahora pues ya ves,los "otros" se estan limitando a dar continuidad y legalidad a los mamoneos de los "hunos" con h.
Afirmacion: "El presente económico de Béjar, es prometedor pero no boyante"
Comentario : No tienes ni idea. Pregunta a Caritas la pobreza que hay en Bejar, y lo de "prometedor" no se en que parametros te basas para hacer esa afirmacion.
Afirmacion : "También habría que gestionar la ampliación del Campus Universitario de Salamanca, dotando a Béjar de nuevas centros y especialidades".
Comentario : ¿ Es que no conoces la politica de la JCyL ?. A Bejar ni agua. Cualquier dia nos cierran la Escuela y la trasladan a Fachadolid..
Afirmacion : "La localización comarcal del Servicio Sanitario".
Comentario : ¿ Es que no conoces la politica de la JCyL ?. A Bejar ni agua. Cualquier dia nos cierran lo poco que queda de nuestro Hospital.
Afirmacion : "Apoyo a la construcción del Complejo Urbanístico La Condesa"
Comentario : ¿ Es que no te has enterado que definitivamente El Rincon de La Condesa es un barco hundido ?
Afirmacion : "Mas y mejor promoción turística de Béjar y su Comarca". De acuerdo pero ya ves lo que hizo el Guardia Civil como Concejal de Turismo, y lo que esta haciendo la lamentable Concejala actual. Ni puñetera idea ( pero eso si, despues de dos años creo que ha encargado a alguien un estudio de nuestras necesidades ).
Bejar, mi querido amigo, esta muerta, y no veo manera de que resucite, pues como agnostico que soy no creo en los milagros. Y esto me duele profundamente, como a tantos otros bejaranos presentes y ausentes.
Entre todos la mataron..........y ella sola se murió.
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