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Ángel Bermejo: El futuro del textil está en manos de los políticos
La fábrica de tejidos Virgilio Bermejo e hijos SL, está en Fuentehonda, en la antigua fábrica de Gómez Rodulfo, unas naves anejas a las naves principales, ningún boato, ningún adorno, solo unas instalaciones en las que suenan los telares. “Nos trasladamos aquí desde otra fábrica que teníamos en Béjar, donde era casi imposible trabajar”, nos dice Ángel Bermejo, que nos recibe a la entrada de la fábrica.
“Mi padre, Virgilio Bermejo García, era trapaire, los que tejían en sus casas los picos de demanda de las fábricas, somos la segunda generación, no parece que vaya a continuar, pues mis sobrinos se dedican a otra cosa”.
Ángel estudió Ingeniería textil en Béjar, “Me enseñaron mucha teoría, pero es aquí donde realmente se aprende”. Son tres hermanos, Virgilio se ocupa de las máquinas, Juan Carlos la administración y Ángel la parte técnica y comercial. Son en total 4 trabajadores todo el año y dos más en función de la demanda. “Ahora con cuatro hacemos lo que hace años con 20”
“Nuestra especialidad son los uniformes del Ejército de tierra, Guardia Civil, Ejército del aire o Marina, bandas de música y uniformes de empresas , también hacemos tapetes para mesas de billar, son telas de lana de muy buena calidad que podemos hacer en muy poco tiempo, con todo el proceso controlado “
Ángel me enseña las fibras de lana ya lavadas y peinadas y las de poliéster, “Antes comprábamos la lana y encargábamos que nos hicieran el hilo, de tal color, gramaje y vueltas de torsión, ahora normalmente compramos el hilo con el color y características que necesitamos”.
“Los diseños de las telas los hacemos nosotros o seguimos las especificaciones de los concursos, también fabricamos telas con unos colores básicos, azul marino, negro, gris, que siempre tienen demanda”
Ángel se emociona al enseñarme las telas con ese acabado y calidez de los tejidos de lana, se lamenta que ya no hay tantas empresas como hace tiempo que suministraban todo el proceso, el lavado, el hilado, el tinte y apresto. “Menos mal que aún queda en Béjar alguna como Navahonda, que hace el tinte y apresto”
“También hacemos innovación, por ejemplo le añadimos algunas fibras de teflón a los uniformes de las bandas de música para hacerlos impermeables, los uniformes militares que hacemos son ignífugos”
Ángel me enseña los muestrarios que elaboran y envían a los comerciales, que recorren España y recogen la demanda, son auténticas obras de arte en las que se ven trozos de tela ordenados por colores que se pueden tocar para ver la textura y calidad.
“Las piezas de tela tienen 65 m de largo y 1,5 de ancho, con un peso de alrededor de 20kg, para que puedan ser manejables”
Pasamos a la nave en la que están los telares y el resto de máquinas. “Las máquinas son italianas o alemanas, hay muy pocos fabricantes españoles, son máquinas con una gran productividad y que dan mucha calidad. Los tejidos apenas hay que repasarlos, antes se requerían personas, normalmente mujeres que tenían que repasar los tejidos para corregir las faltas, ahora ya no es preciso”
En esa máquina se prepara la urdimbre con todos los hilos que se enrollan en grandes bobinas, que luego alimentan el telar, donde pasan de hilos a tejidos”
Yo le pregunto por las lanzaderas “Ya no hay lanzaderas”, me dice Ángel y me enseña el mecanismo que las substitúyele, donde una aguja coge el hilo y a toda velocidad lo hace pasar por la urdimbre de hilos y lo pasa a otra aguja del otro lado que hace lo mismo. Ángel para el telar, pone una marca, que al volver a arrancar el telar va avanzando rápidamente, según se va haciendo el tejido a toda velocidad. El ruido es ensordecedor, los operarios llevan cascos de protección.
Hay dos telares muy modernos como control electrónico y otros con controles mecánicos.
“Quizás habría que invertir en nuevos telares, pero son muy costosos y los tiempos tienen mucha incertidumbre”.
Le pregunto que como han sobrevivido a todos los problemas y acontecimientos. “Pues con mucho trabajo y esfuerzo y una gran capacidad de adaptación, ahora por ejemplo tenemos un proyecto para producir nuestra propia energía con energía solar, también somos productores de energía fotovoltaica que vendemos a la red.”
Le pregunto que si el textil bejarano tiene futuro. “Está en manos de los políticos, si se convencen de que tenemos que proteger lo nuestro, lo tendrá. En la pandemia se ha demostrado qué pasa cuando toda la capacidad de fabricar está fuera del país, espero que hayamos aprendido.”
A preguntas de que si le gusta su trabajo Ángel responde que sí, que se siente orgulloso cuando ve que el propio Rey lleva un traje con sus telas, pero que es muy duro el tener que llevar una empresa.
Ángel nos acompaña a la puerta y nos despedimos, me deja la sensación de haber conocido una empresa que ha buscado su nicho con éxito y a una gran persona, humilde y trabajadora que hace cosas extraordinarias sin darse ninguna importancia, un bejarano de los que nos hace orgullosos de serlo.
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Al dia de hoy es imposible no depender de fuera,me areveria a poner la mano en el fuego que alguna parte de esas maquinas que fabrican las telas tienen componentes fabricados en China.La culpa la tenemos nosotros que nunca hemos analizado que comprar barato,nos va a salir caro.
Todos tenemos en casa un microondas,pues fijate,no fabricamos ni un solo componente de ese aparato ni un triste fusible.
De la Pandemia se ha aprendido una cosa,que si yo compro una mascarilla a 20centimos y te la puedo vender a un euro lo voy hacer y sin inmutarme.
Lo de esta fabrica tiene un merito que muy pocos saben apreciar,Hay que poner mucho empeño y mucha ilusion para que la fabrica siga adelante,y practicamente con todo en contra.En una cosa se equivocan ,el futuro no esta en mano de los politicos,esta en ellos mismos,si fuera por los politicos ya hace tiempo que hubieran cerrado.
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