annaEl asesinato en Moscú de la periodista Anna Politkósvskaya ha puesto en evidencia el proceso de regresión democrática de un país, Rusia, que sigue siendo una de las potencias nucleares del mundo y que tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El artículo póstumo de Anna Politkósvskaya narraba con detalle el modelo de construcción de causas penales en Chechenia, que se realiza con el objetivo de tildar de terroristas a quienes pueden interesar al poder político.

Naturalmente nadie sabe absolutamente nada sobre los autores del asesinato, aunque todos los expertos señalan a los servicios secretos responsables de la lucha antiterrorista en Chechenia.

Anna Politkósvskaya llevaba desde hacía años señalando el déficit democrático de Rusia, que se había agravado especialmente con el conflicto checheno. Incluso llegó a ejercer como mediadora en el famoso y desgraciado atentado de la Opera de Moscú, en el que hubo decenas de muertos.

Había entrevistado a muchas madres de detenidos en Chechenia llegando a la conclusión de que el odio que se estaba acumulando en esa etnia producido por la represión indiscriminada rusa, prococaría inevitablemente nuevos y terribles atentados terroristas.

Mientras tanto sólo ha habido tímidas reacciones por parte de USA y de los países europeos, pidiendo que se aclare el crimen. Pequeñas escaramuzas que sin duda no harán variar el curso de los acontecimientos en Rusia y ese curso por el momento, no conduce a ningún camino democrático.