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9 Mi visión del último concierto de Manolo García en Salamanca
La letra de “Nunca el tiempo es perdido” resonaba en el pabellón mientras centenares de voces la coreaban. Brazos en alto, cabezas mirando en una sola dirección: el escenario. La masa humana iba y venía en un vaivén, no desenfrenado ni loco, sino acompasado al son de las guitarras y la batería. Luces de colores apuntaban aquí y allá sin que nadie, aparentemente, las hiciese caso, programadas para animar a los de ya de por sí animados congregados. Miles de gargantas tronaban y el aturdimiento llegaba a la máxima expresión, pues los sentidos, alucinados, no distinguían ya entre la realidad y la ficción.
Manolo García encandiló a las 2.000 personas en el pabellón multiusos “Sánchez Paraíso” de Salamanca la pasada semana. “Nunca el tiempo es perdido”, cantaba en un momento en que la economía se hunde y en el que el mundo hasta ahora conocido parece tambalearse, no al son de la música, sino al de los mercados. ¿Seguro que estos años que vivimos no son tiempo perdido? Pero, fuera de reflexiones eruditas, los salmantinos olvidaron su situación para disfrutar de la música. ¡Abajo los problemas! ¿No es lícito disfrutar de la alegría aunque sea en tiempos adversos? La música es alimento del alma…
Hace un par de años el cantante ya visitó Salamanca con idénticos resultados: pabellón abarrotado y animación a raudales. Manolo García no es un cantante al uso, de ésos que se amarran al escenario y al micrófono sin moverse del área preestablecida, sino que se atreve a entremezclarse entre el público para desesperación de sus guardaespaldas. De repente, salta de la tarima, se aleja de las vallas y corre cantando entre las miradas alucinadas de sus seguidores. Centenares de smartphones y cámaras de fotos se alzan siguiendo los movimientos del cantante con el fin de colapsar de imágenes los facebooks de los congregados con el típico pie de foto de “yo estuve ahí, a dos palmos”. Y todo ello sin que baje la expectación lo más mínimo.
En esta ocasión Manolo García, el mítico cantante del grupo “El último de la fila” creado en la década de los años 80, presentaba su quinto álbum titulado “Los días intactos” (que ya cuenta con el Triple Disco de Platino) con temas tan escuchados como “Sombra de la sombra de tu sombrero” o “Un giro teatral”. Parecía, en todo caso, que la presentación de su último disco no era esencial aquella noche, pues deleitó al público con canciones pertenecientes tanto a su antiguo grupo musical como a su andadura en solitario, en la que lleva ya desde 1998. Quizá el paroxismo no llegó con “Pájaros de barro” o “Somos levedad”, en pleno concierto, sino con la primera canción, la inaugural, perteneciente a sus primeros pasos en la música: “Pájaros plateados”.
El éxito de Manolo García le viene de su gusto por la fusión de sonidos, desde el acercamiento a la guitarra eléctrica al flamenco, pasando por el coqueteo con los sones orientales tales como los ritmos musulmanes o la integración de instrumentos típicamente hindúes. No creo equivocarme al afirmar que estamos ante un poeta de la música a la altura de Joaquín Sabina.
Carmen Cascón Matas
- Acciones formativas
hace 8 horas 3 mins - Si es que ella se cree que
hace 11 horas 16 mins - Si, eso dijo. Está grabado
hace 1 día 10 horas - Eso se lo dijo el Alcalde a
hace 1 día 10 horas - Olga, tú no dijistes en un
hace 1 día 12 horas - Claro que el tiempo pone a
hace 2 días 1 hora - El tiempo pone todo en su
hace 2 días 13 horas - Yo también fui socio de
hace 2 días 13 horas - Por lo que yo recuerdo fue
hace 3 días 17 horas - Tengo mis serias dudas de
hace 4 días 13 horas
Un buen tipo este Manolo. Hace algunos años colaboró con la sociedad protectora de animales de Ávila, que editó un calendario con fotos de él y de su perro; prestó toda suerte de facilidades para el asunto con toda llaneza. Enhorabuena por el artículo, Carmen.
Hola Carmen: veo que te gusta Manolo García, espero que te lo pasaras y disfrutaras tu también del concierto, como esas 2000 personas que dices que asistieron la concierto. A mi me gusta también manolo García creo que es un crack de la música, ahora mismo.
Yo tuve la suerte de asistir a un concierto suyo, cuando hacía dueto, en el grupo el Último de la Fila,la vedad es que disfruté como un enano.
Ojala pudieramos traer (me refiero a nuestros gobernantes y empresas de espectáculos), personas de la talla y catadura de Manolo García, por ejemplo en las fistas patronales de la Virgen del Castañar o en Ferias.
saludos,
Paulino
Lo primero muchas gracias a vosotros por leer mis letrillas y dejar un comentario. Y, la verdad, tenéis razón en eso de que Manolo García, además de ser un gran músico y profesional, es lo que se dice un buen tío. Se mueve en el escenario como pez en el agua y hace que el público le quiera por sus intervenciones llenas de palabras que infunden buen rollo en estos tiempos que corren. Y es más: no se lo tiene creído ni, como es evidente, destaca por su forma de vestir estrafalaria o por su nombre artístico. ¿Cuántos Manolo García hay en el mundo? Sencillez es lo que hace falta en el mundillo de la fama.
Saludos,
Carmen Cascón
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