Matadero de MadridAmalia Hoya
Hoy empiezo una trilogía que reseña antiguos edificios construidos a partir de la revolución industrial, desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX. Los nuevos materiales utilizados en ellos fueron el hierro forjado, acero laminado, hormigón, ladrillo y vidrio, lo que daría paso a nuevos estilos arquitectónicos en Europa y América.
Estos inmuebles albergaron fábricas, estaciones de ferrocarril, bancos, mataderos, cuarteles, hospitales y un sinfín de actividades todas ellas más afines al mundo empresarial y fabril que al de la cultura. Con los años y los avances tecnológicos, algunos de ellos desaparecieron al ser demolidos y otros muchos quedaron abandonados, en ruinas y pasaron a denominarse arqueología industrial. Afortunadamente, y sobre todo desde finales del siglo XX, los gobiernos, ayuntamientos, instituciones de todo tipo y particulares han sido sensibles a la belleza de estas obras y las han recuperado y restaurado para un uso totalmente distinto al que tuvieron en su día.
Lo importante, a la hora de llevar a cabo estas rehabilitaciones, es que se ha respetado la arquitectura y características originales, así como las antiguas instalaciones de uso original que han sido integradas, como una parte más, en su nuevo destino; ya que, los arquitectos actuales, han sabido realizar una fusión perfecta entre el diseño antiguo y el nuevo requerido para completarlos. Y, de esta manera, han pasado a ser museos, centros culturales y comerciales, salas de exposiciones y conciertos, talleres infantiles y juveniles, hoteles, restaurantes y, en algunos países extranjeros, viviendas. Además, al recuperarlos, se ha conseguido revitalizar, poblar y dar un nuevo impulso a las zonas de la ciudad donde estaban ubicados, casi siempre periféricas, a veces despobladas, degradadas y con escasa o nula oferta cultural.
Esta primera entrega, para llamarla de alguna manera, se la dedico a Madrid. He elegido unos cuantos espacios que cualquier turista debería conocer, cuando visita la ciudad, no solo por la rehabilitación, que ha sido magnífica, sino por el arte que exponen y las actividades que programan que no dejan a nadie indiferente:

ESPACIO CULTURAL MATADERO (Legazpi). Fue el Matadero Municipal y el Mercado de ganado. Erigido sobre el río Manzanares entre 1910 y 1924 en una zona entonces despoblada. Cerrado y abandonado en 1996, fue protegido por el Ayuntamiento, y restaurado al año siguiente para dedicarlo a actividades culturales, fue inaugurado en 2006. Es una construcción hermosa en estilo neomudéjar, en piedra y ladrillos, algunos de los cuales enmarcan azulejos vidriados, formando cenefas. Ha conservado, íntegramente, la estructura, las chimeneas, los adornos de las fachadas y aleros que recuerdan el uso al que fue destinado: por ejemplo, cabezas de animales, etc.
Uso actual. Es un centro de creación contemporánea que programa exposiciones, festivales diversos, música en vivo, conferencias, talleres, exposiciones; la Nave 16 está dedica a proyectos audiovisuales; hay un teatro: Las Naves del Español; La Casa del Lector; la Central de Diseño; Cineteca de Madrid con dos salas de cine y plató de rodaje, cafetería. Todos los años programa y celebra mercadillos, fiestas y verbenas populares, dada la magnitud de su superficie. En la Cineteca es donde más se aprecia la fusión entre antigüedad y modernidad, puesto que ha conservado la estructura original que ahora, iluminada por lámparas leds, consigue crear una zona casi onírica.
​La Casa del Reloj, está justo al lado. Llamada así porque tiene una torre central con un reloj. Fue el pabellón de servicios generales del matadero y hoy alberga la Junta Municipal del distrito de Arganzuela. Tiene salas y algunos pabellones anexos dedicados también a exposiciones temporales, talleres y conferencias. Al lado del complejo, discurre Madrid Río, un largo paseo arbolado a lo largo del río Manzanares.

LeguidúBIBLIOTECA Y ARCHIVO REGIONAL JOAQUÍN LEGUINA (Arganzuela). Fue la Fábrica de Cervezas El Águila, edificada en 1912-1914, junto a la estación de Delicias, por el arquitecto Jiménez Correa, en estilo neomudéjar y ladrillo rojo. Funcionó hasta 1985 y estuvo cerrada hasta que, en 1994, la Comunidad de Madrid encargó la recuperación del complejo a Tuñón Álvarez y Moreno Mansilla. Los arquitectos respetaron los silos, depósitos, turbinas, molinos, bombas etc.; es decir, toda la maquinaria que servía para procesar la cerveza, visibles en algunas de sus salas e integradas, perfectamente, en las estructuras modernas. Ocupa una superficie de 12.075 m2 divididos en ocho plantas.
Uso actual. Es la Biblioteca y Archivo Regional de Madrid que fue ya creado en 1989 con el fin de conservar y difundir el patrimonio bibliográfico y ubicado en otra zona, hasta su traslado, en 2002, a las instalaciones de esta antigua cervecera. También acoge el Depósito Legal, Mediateca, Hemeroteca, tiene salas de consulta, exposiciones, conferencias, conciertos, cine, imparte cursos de historia etc.

Centro Nacional Artes VisualesCENTRO NACIONAL DE LAS ARTES VISUALES (Embajadores). Fue La Real Fábrica de Aguardientes y Naipes. Ocupó un terreno de 8.000 m2, y las obras se llevaron a cabo entre 1780 y 1792, en estilo neoclásico. Desde 1809 fue la Antigua Fábrica de Tabacos de Madrid que cerró en el año 2000. Estuvo vacío hasta 2003 que pasó a ser propiedad del Estado.
Uso actual: Hubo dudas de a qué actividad se destinaría, pero los vecinos lo reclamaron para uso social y fue aceptado. Está dividido en dos áreas: Promoción del Arte que ocupa la planta baja y los sótanos y gestionado por Bellas Artes. Dedicado a exposiciones temporales de arte contemporáneo, fotografía, vídeo arte etc. y La Tabacalera de Lavapiés: talleres, teatro, mercadillos de artesanía, exposiciones de pintura, biblioteca y otras actividades.
Fue rehabilitado por los arquitectos Nieto y Sobejano, pero el interior es sorprendente porque da la sensación de no se ha tocado: tiene las paredes desconchadas, el suelo de cemento, las puertas y ventanas son las antiguas, grandes arcos con cortinas de plástico; es oscuro, fresco, casi frío en cualquier época del año y un remanso de paz en la zona bulliciosa de Embajadores y el barrio de Lavapiés.
Lamentaría profundamente que este lugar de aspecto inhóspito e inquietante, pero a la vez, atractivo y sugerente fuera restaurado de forma convencional y perdiera su peculiar fisonomía. Merece una visita por él mismo pues, al tiempo, exhibe y compite con las obras expuestas. En un lugar así, hasta una silla podría convertirse en objeto de culto.

La NeomudejarMUSEO C.A.V. LA NEOMUDÉJAR (Atocha-Retiro) Antiguamente fueron los Talleres del MZA Ferrocarril Madriz-Zaragoza-Alicante, propiedad de la Compañía del Ferrocarril que usaba estas naves para la formación de ferroviarios.
Uso actual: Abrió en 2013 de la mano de Néstor Prieto y Francisco Brives, ambos artistas y gestores del programa. Es un centro de vanguardia y experimentación de arte y creación urbana: performance, videoarte, parkour, música experimental, new media art, talleres, cineclub La Fragua, fotografía y, además, cuenta con una Residencia Artística Internacional, en el propio museo y en dos lugares más: Zapadores Ciudad del Arte en el barrio de Fuencarral y Cañada del Hoyo en Cuenca, donde acoge a varios colectivos artísticos. El fin del centro es promocionar y dar visibilidad a colectivos menos favorecidos artísticamente, a los que permite desarrollar sus creaciones. Una apuesta de vanguardia y modernidad que no tiene nada que envidiar a las que existen en otros países y ciudades europeas.
El edificio se muestra en su interior tal como fue en origen, tampoco ha sido restaurado de manera convencional, ni falta que hace: resulta interesante, original y sugerente tal como está. Constantemente programa inauguraciones, y las obras expuestas pueden gustar o no, pero es arte emergente que merece la pena conocer.

Centro Cultural Conde DuqueCENTRO CULTURAL CONDE DUQUE (Arguelles). Antiguamente fue el Cuartel del Conde-Duque. Diseñado por Pedro de Ribera, en 1717, en estilo barroco churrigueresco. Por mandato de Felipe V, alojó a los Reales Guardias de Corps, famosos por sus vistosos uniformes. (600 guardias y 400 caballos). Fue destruido parcialmente en un incendio, lo que motivó su decadencia y abandono. En 1969 dejo de tener uso militar. El Ayuntamiento se hizo cargo de él y fue restaurado en dos ocasiones distintas; la última, en 2006, por el arquitecto Carlos de Riaño e inaugurado en 2011 como centro cultural.
Uso actual: Museo de Arte Contemporáneo, salas de exposiciones, conciertos, teatro, cine, danza, conferencias y festivales al aire libre. Alberga, además, el Archivo de la Villa, la Biblioteca Histórica y la Hemeroteca Municipal. La afluencia de público se incrementa en el verano: programa conciertos de primeras figuras, al aire libre en sus grandes patios.

Centro Cultural GalileoCENTRO CULTURAL GALILEO (Chamberí). Fue Tanatorio y Sociedad de pompas Fúnebres. Se proyectó en 1898 para ser usado como cocheras de pompas fúnebres, ocupó un gran solar con fachadas a tres calles de la zona. Su arquitecto fue Martínez-Zapata Rodríguez, es de ladrillo visto y en estilo neomudéjar. Mantiene la factura original, incluida la torre en chaflán por la que se accede al centro.
Uso actual: Reconvertido en 1986 como centro cultural, consta de 18 salas, dos de ellas dedicadas a exposiciones y, en el resto, imparte cursos y talleres. También acoge al famoso Teatro Galileo, con programación para adultos y niños, a precios populares.

UNED LavapiesUNED, UNIVERSIDAD DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (Lavapiés). Antiguas Escuelas Pías, propiedad de la orden de clérigos de la Madre de Dios y también la Ermita del Pilar. Obra de G. Escribano, realizada entre 1763 y 1791 con donativos de los reyes Carlos III y Carlos IV. Durante la guerra civil, la iglesia y el colegio fueron incendiados y saqueados. Posteriormente, sobre las ruinas se llevó a cabo el Mercado de San Fernando, la Escuela de Trabajo y viviendas.
Uso actual: Medio siglo más tarde, en 1980, las ruinas de la iglesia se rehabilitaron para acoger la Biblioteca y Centro Asociado de la UNED, con el fin de cubrir las necesidades de los alumnos de esta universidad, en Madrid. El arquitecto que llevó a cabo la rehabilitación fue J.I. Linazasoro que mantuvo el ladrillo visto y ubicó la biblioteca en el interior de la antigua iglesia, cuyos muros la envuelven como una piel; añadió aulas de nueva planta. Aglutina: Aulas, tutorías, biblioteca, librería, salas de conferencias, una cafetería con terraza y vistas sobre la zona.

Hay otras dos edificaciones que, a pesar de ser muy importantes, he querido dejarlos para el final porque creo que son de sobra conocidos.

Museo Reina SofíaMUSEO DE ARTE REINA SOFÍA (Atocha). Uno de los mejores museos del mundo en arte contemporáneo. Fue el Hospital General de Madrid y luego el Hospital Provincial en el siglo XIX y parte del XX, aunque su origen se remonta a siglos anteriores. Es de estilo neoclásico, y en su diseño participó, entre otros, el arquitecto Sabatini. En 1974, ya sin uso, pasó a poder del Ministerio de Educación
Uso actual. Museo de arte contemporáneo con un contenido que no deja de crecer y reúne a los mejores artistas contemporáneos del mundo. Inaugurado en 1992, se realizaron todo tipo de mejoras, siempre manteniendo la estructura y el estilo del proyecto original, al que se anexó un ascensor de cristal panorámico al lado de la entrada principal. Forma parte de lo que se conoce como Triángulo del Arte en Madrid, junto con el museo de El Prado y el Thyssen.
En 2005 el arquitecto Jean Nouvel llevó a cabo una ampliación espectacular, emblemática y llamativa por su tejado rojo, unida a la construcción antigua por un amplio patio. La ampliación contiene salas de exposiciones temporales, biblioteca con más de 10.000 volúmenes, auditorio, salas de lectura, un restaurante de moda etc.

Palacio de CibelesPALACIO DE CIBELES (Los Jerónimos). Fue la Sociedad de Correos y Telégrafos de España y más tarde el Ayuntamiento de Madrid. Diseñado por los arquitectos Palacios y Otamendi en estilo modernista, con añadidos neo platerescos y barrocos. El interior es grandioso: por una escalinata doble se accede al amplio vestíbulo, al que se asoman los pisos superiores; está rematado por vidrieras, luminarias, adornos arquitectónicos, alegorías etc.; como curiosidad, ha mantenido los buzones y las mesas auxiliares usadas de cuando fue la sede de correos. La fachada se ilumina con diferentes colores según el festejo del momento: San Isidro, La Paloma, Día del orgullo Gay, etc.
Uso actual: Restaurado por el Estudio Arquimática, se abrió al público en 2011. Programa exposiciones, ferias y congresos, es centro de información ciudadana, auditorio, tiene salas de lecturas, dos restaurantes y una terraza con visas panorámicas sobre la Pza. de Cibeles, Gran Vía y c/Alcalá.

Por supuesto, quedan muchos más, pero no intento ser exhaustiva. Voy a concluir diciendo que este tipo de iniciativas debería ir en aumento por parte de las instituciones, asociaciones y mecenas para evitar que se degraden o desaparezcan lugares que formaron parte de nuestra historia y patrimonio y para que, al mismo tiempo, las nuevas generaciones visualicen los usos, costumbres y métodos productivos de otras épocas. De esta manera, además de aprovechar la oferta cultural que estos espacios ofrecen, nuestros hijos serán aún más conscientes de que, si hoy tenemos televisión, Internet, móviles, cámaras digitales, redes sociales, cine, videojuegos, plástico, vinilo y otros inventos y materiales, debemos agradecerlos a personajes como: Edison, Tesla, Marconi, Lumière, Daguerre, Watts, Graham Bell, Curie, Morse, Cartwright, Goldmark y muchos más inventores.
Y no debemos olvidar a las cigarreras, cuyas manos liaron cientos de cigarros en las tabacaleras, antes de que alguien inventase la máquina que lo hacía. El mismo caso que el de las mujeres que trabajaban en las fábricas de hilados y tejidos, cuyos dedos urdían tramas, escardaban motas o anudaban hilos, algo de lo que en Béjar saben mucho, y donde disponen de un buen número de instalaciones fabriles que merecerían ser rehabilitadas y utilizadas para nuevos usos. Y, si nos remontamos a tiempos lejanos, deberíamos dar gracias a sumerios y egipcios porque, tal vez, de no haber sido por ellos, no tendríamos cerveza.