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6 De una vitrina de un museo a una bolsa de basura
Una historia aún no aclarada. Un códice, una catedral, un robo al más puro estilo Dan Brown. Registros, sospechosos, mercado negro, jeques árabes, cifras desorbitantes. Y un final casi berlanguiano: un electricista, una venganza, un garaje. Con estos parámetros bien podríamos escribir una novela de misterio, un best seller que nos reportaría suculentos ingresos.
Hace ahora exactamente un año desapareció una joya de valor incalculable de la catedral de Santiago de Compostela: el Códice Calixtino. Para entender su valor e importancia, la causa del revuelo, deberíamos fijarnos primero en la palabra que lo denomina, códice. Si nos dirigimos al diccionario de la RAE encontraremos la definición siguiente: «Libro manuscrito de cierta antigüedad y de importancia histórica y literaria. En sentido estricto, se dice de estos libros cuando son anteriores a la imprenta». En el caso que nos ocupa se trata de un libro escrito e iluminado (ilustrado con dibujos) a mano por varias personas. Su datación, según los expertos, podría situarse a mediados del siglo XII, en plena Edad Media, un momento en que la cultura estaba en manos de la Iglesia, siendo los monasterios los encargados de atesorar y copiar los escasos libros existentes, como bien retrató Umberto Eco en “El nombre de la rosa”. El Códice Calixtino, sin embargo, no era un libro netamente filosófico, ni religioso, sino la primera guía turística conocida. Cuatro amanuenses se dedicaron a recopilar los estadios por los que debían pasar los peregrinos en su camino hacia Santiago en la Ruta Compostelana, haciendo hincapié en las costumbres de cada región y las obras de arte que se podían contemplar, entre otras. Este precedente medieval de la Guía Michelín no rondaba de mano en mano en albergues, posadas y cruces de caminos, sino que se atesoró en la catedral para ser visto sólo por los canónigos y la alta jerarquía eclesiástica, los únicos que sabían leer y escribir en aquel momento. Mala práctica para una guía que no funcionaba como tal. Desde el siglo XII hasta el siglo XVII los manuscritos que formaban parte del códice fueron leídos por los canónigos en numerosas ocasiones, pues existen prolijas anotaciones en sus márgenes. Varios folios se perdieron y en general los cuadernillos de que se compone sufrieron un tanto el paso del tiempo, resolviendo el Cabildo su encuadernación a principios del siglo XVII. Durante dos siglos el libro durmió en el sueño del olvido y fue despertado en la década de los años 80 del siglo XIX. Por cierto, se llama Calixtino porque en su inicio, a modo introductorio, se incluyó una carta del Papa Calixto II en que se relataban los milagros atribuidos al Apóstol Santiago.
El año pasado por estas fechas el códice saltó a la palestra informativa al constatarse su desaparición de manera misteriosa y sin cerraduras forzadas, como si el ladrón conociese al dedillo cada uno de los recovecos de la catedral de Santiago; es más como si estuviese en posesión de la llave del cofre del tesoro. Se apuntó al deán, a los canónigos, a los visitantes del templo. Se organizó una redada policial espectacular, con registro de vehículos incluida, sin resultado alguno. Y hace unos días, toda vez que se creía el manuscrito en manos de las mafias del Arte, luciendo impoluto en una vitrina para los ojos ávidos de un comprador del mercado negro en vaya usted a saber qué país del mundo, aparece el valioso códice en el garaje de un antiguo y despechado electricista de la catedral.
Algunas de las preguntas que hasta el día de hoy me he formulado aún no han sido respondidas, o no de manera concluyente.
¿Qué valor exacto tienen este códice? Según expertos en la materia el valor sería incalculable. Algunos opinan que 100 millones de euros, otros que habría que compararlo a libros similares puestos a la venta en el mercado oficial. En todo caso, añaden, es un libro único y en buen estado de conservación. Por ejemplo, un libro escrito e ilustrado por Leonardo Da Vinci fue comprado por Bill Gates por 27 millones de euros.
¿Podría haber vendido un electricista o una persona cualquiera el códice?
En realidad podríamos estar ante una pieza pequeña de un entramado mucho más complejo. Es evidente que el manuscrito es conocido, está inventariado y catalogado, y que la policía le seguía el rastro por lo que no podía ser vendido legalmente en una subasta al uso. Podría haber pasado de manos directamente desde el electricista a una mafia de largos tentáculos para ser vendido a un comprador por encargo. En todo caso, una persona cualquiera en solitario no podría haberlo hecho él solito.
¿Conocía el ladrón el valor del códice? Evidentemente sí a juzgar por la elección del objeto del robo. No sustrajo de la catedral piezas de plata o de orfebrería, sino un manuscrito desconocido para la mayoría de los mortales, un objeto al cual no se le da la importancia ni el valor debido. En general, ante la pregunta de si es más valioso un cuadro de Cezanne o un manuscrito, la mayoría contestaremos que el primero, pero a veces no es así.
Junto al códice, la policía ha encontrado un millón y medio de euros y varias reproducciones facsímiles del manuscrito, junto a otros objetos robados a la catedral. ¿Faltan más piezas del mosaico por descubrir? Creo que la trama de esta novela de misterio aún no ha concluido.
- Cohabitación para el dúo
hace 5 horas 49 mins - A ver si las defensoras de
hace 5 horas 56 mins - A ver qué tiene que decir
hace 6 horas 12 mins - Que te resulta mas CANSINO
hace 7 horas 20 mins - Acabo de leer al invitado de
hace 9 horas 54 mins - Qué clase de alucinación
hace 18 horas 12 mins - Pero que de tiempo libre
hace 21 horas 12 mins - jajajajajajajaja, y el jefe
hace 1 día 42 mins - pero que digas que que han
hace 1 día 43 mins - Piensas que estan prigadas??
hace 1 día 1 hora
Espero que el Calixtino, vuelva a reposar en un sitio más apropiado que donde lo tenía "secuestrao" el electricista. Seguro que sabía lo que robaba.
Lo que yo me pregunto es, que tenía pensao hacer con él??
Buena información nos has dejado Carmen.
Un beso.
Pues no tengo la mejor idea, porque está claro que no podía venderlo así como así. En primer lugar hubiera necesitado de un comprador directo que le hubiera captado para robarlo en una especie de encargo. Por otro lado, podría ser una pieza más de un engranaje más grande dedicado al robo de objetos de gran valor, de una mafia del mercado negro, pero no creo que un electricista como él, que presumía en el bar de la esquina de dinero, pagando el café con billetes de quinientos euros, perteneciera a una red seria. También hay que tener en cuenta que el Códice era ampliamente conocido por los investigadores y estaba debidamente catalogado, por lo que no era nada fácil venderlo fuera de los dos casos previos que hemos comentado.
Entonces, volvemos a tu pregunta, ¿para qué lo quería? Quizás pensó que se podía vender fácilmente como las demás piezas robadas, como las bandejillas de plata, o quizás sólo lo hizo para ver las caras de preocupación de los canónigos en la tele, quién sabe.
Un saludo.
Carmen C.
No rasgarse las vestiduras. Peor hubiera sido robar a los pobres. Y hay muchos politicos que nos han robado a nosotros, los pobres. No justifico este caso, pero ladrones los hay en todas partes y algunos son muy ricos como Urdangarin. Y ahora viene el ca...ronazo de Rajoy a quitarles la paga extra a los funcionarios y a recortar los derechos de los parados.!ole sus coj..onazos! Suplico se me pubique el comentario, no digo nada que no se sepa y creo que hay libertad de expresiòn: articulo 20 1 A de la constituciòn: "Se reconoce y proteje el derecho a espresar y difundir pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro metodo de reproducciòn".
El hijo de la "gran urgangariana" no tiene vastante con lo que tiene. Apelo al mismo articulo de la constituciòn para que se me publique el comentario.
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