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14 Manaos el corazón de la selva amazónica
Manaos es un hervidero, una ciudad caótica, un torbellino en el centro de la inmensa selva amazónica. La ciudad vive volcada hacia el Río Negro, uno de los grandes afluentes del Amazonas. Hasta hace bien poco Manaos era una isla. Solo se podía acceder a ella por el Rio, desde Belem, o en avión. Con un enorme sacrificio, incluso de vidas humanas, se construyó hace 10 años una carretera que une Manaos con Venezuela, atravesando la selva. Sin embargo Manaos está perfectamente comunicada por los RIOS, con Colombia y Perú, así como con los cientos de ciudades que los bordean, para las cuales los barcos son su medio natural de transporte.
Fue fundada por los portugueses en 1669 y toma su nombre de una de las tribus indígenas que vivían en esa tierra, y en lengua indígena significa Madre de Dios. Actualmente alcanza los 2,5 millones de habitantes, con un gran crecimiento en los últimos 10 años.
Manaos es hija del caucho. Los primeros habitantes de Manaos tuvieron que construir en altura para soportar la crecida de Río Negro. Una de las partes más antiguas de Manaos, construida junto al río, está constituida por casas de madera sobre palafitos. El río y toda la masa de agua tras la temporada de lluvias puede subir 10m. Esto produce la anegación de millones de Ha.
Los indígenas lo saben muy bien y viven en casas flotantes que están fondeadas en las orillas de algunos de los miles de ramales entre la confluencia de Río Negro con el Padre Amazonas.
El edificio más importante de Manaos es el teatro, construido en la época dorada del caucho, a finales del S XIX y primeros del XX, tomando como modelo La Scala de Milán. La película Fitcarraldo es la que mejor cuenta esa época. Sin duda fue una auténtica proeza contruir ese teatro en medio de la selva. Todo, absolutamente todo hubo de ser transportado por barco desde Belem, subiendo el Amazonas.
Al teatro asistieron las principales compañías de Ópera de la época. En aquellos años Manaos era la ciudad brasileña más avanzada y una de las más prósperas del mundo, ya que contaba con luz eléctrica, tranvías, alcantarillado, etc
De esa época data el espectacular Mercado, actualmente en estado de reforma, la Aduana o el Palacio de gobierno.
Los mercados de Manaos son uno de sus puntos vitales. En el de pescados por ejemplo se puede ver toda la gama de peces de agua dulce, algunos de ellos, como el pirarocú, de sabor exquisito y grandes dimensiones. Estos pescados o las pirañas, de las cuales hay 10 tipos distintos, te los preparan debidamente limpios y dispuestos para ser cocinados.
En el mercado central de frutas se apilan las bananas, las sandías (melancia), los mangos, las piñas, que en portugués se llaman abacaxi, y otras muchas especies que no conocemos en Europa, en una sinfonía de colores y aromas, entre los que se cierran las compraventas.
A lo largo del Río Negro han surgido numerosas urbanizaciones a las que normalmente se accede por barco. También abundan los bares y restaurantes muchos de los cuales son flotantes.
La gente de Manaos y en general la de Brasil no tiene ninguna sensibilidad ecologista. Para ellos la selva es un territorio inhóspito que esta ahí para ser urbanizado en cuanto se precise. Ahora mismo, Manaos y otras ciudades de Brasil sufren una gran fiebre constructora de cara al Campeonato del mundo de fútbol 2014, del que Manaos es subsede. El símbolo de dicha fiebre es un larguísimo puente sobre el Río Negro que supondrá un enorme salto adelante para esta ciudad y que la unirá con el resto del país. Por el momento y como en todo el mundo, los especuladores van por delante. El precio de los terrenos del otro lado del río Negro se ha triplicado en pocos meses.
- Por fin el ayuntamiento
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hace 18 horas 21 mins - Sííí, apuntandonos a este
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hace 21 horas 21 mins - Un curso para aprender a
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hace 23 horas 14 mins - Ya les pega mucho a los
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La verdad paseante que son estupendos estos viajes virtuales, hace años, allá por el 78 supe de la realidad de Manaos y de su pobreza y explotación...ahora cuando veo un camino de esperanza dentro del caos en que se defienden las democracias hispanoamericanas no puedo más que alegrarme.
Saludos
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