Bajo licencia de Creative Commons.
De amigos y otros telares
Si buscas la palabra “amigo” en el diccionario, encuentras lo siguiente: “…del latín amicus, amigo, que posiblemente se derivó de amore; amar”. El semblante que te provoca la definición no es claro hasta que buscas la palabra amar o amor: “… sentimiento, inclinación o afecto vivo experimentado hacia una persona….” Ahora es cuando vamos centrando el asunto.
Si experimentas un sentimiento o afecto hacia una persona eso significa que eres su amigo, no su telar.
Tengo una amiga, al menos me provoca afecto, nacida en León y habla de los telares como acepción de cosas, asuntos o personas y tiene razón. Un telar es ruidoso, se hace notar, siempre presente, con su estruendo, bullicio y algarabía. Es imposible no escuchar la charla del telar; se siente, se presiente, a veces, te supera y se superpone a tu tranquilidad. Cualquiera no sabe manejar un telar, hay que aprender, con calma, con paciencia, con precisión. Sobre todo para que no te pille los dedos y te lastime el gesto. Cuando el ruido se hace ensordecedor, es mejor huir, aunque no debas, aunque parezca que lo haces mal, aunque se te queden los sentimientos por el camino. Es mejor alejarse de un telar que quedarse sordo.
Un amigo no es un telar. El amigo camina quedo a tu lado, casi ni le sientes. Siempre presente, aún cuando no se lo permitas, ni cuente con tu autorización más certera. No necesita libro de instrucciones, porque no hay instrucciones que seguir, sólo señales. Debes estar atento, si las disipas y equivocas el camino se pueden malgastar.
¿Cómo devolverle a un amigo el tiempo, el sueño, las palabras, las emociones y las llamadas de socorro siempre atendidas? Complicado, desde luego.
Hoy un amigo me ha traído un regalo. Sin más, sin estridencia, sin ruido, sin telares. Con el paso sereno, con las manos llenas y el corazón alegre. Algo suyo, personal, algo que llenó su vida durante mucho tiempo y que la sigue llenando… sólo porque me gustaba y llegó a emocionarme.
Yo no sé pintar cuadros recreando el otoño, ni hacer fotografías con dragones alados, no sé llenar el aire con música sonora, ni realizar objetos que proyecten la luz. Pero tengo palabras que cuentan lo que siento, puedo juntar algunas y lanzarlas al viento. Recoger con mis dedos letras, comas y acentos. Meterlo en una bolsa de terciopelo verde, cerrarla suavemente, casi sin apretar, para que cuando lleguen con mi voz a tu casa, no te cueste trabajo echarlas a volar.
Marina Hernández Martín “…En el umbral de la noche”.
- FE DE ERRATAS y defectos de
hace 13 horas 50 mins - Lo que diga Esther va a
hace 2 días 13 horas - POr cierto Esther.¿ Que
hace 3 días 8 horas - Y a AYUSO.
hace 3 días 8 horas - Gracias Esther por decir hoy
hace 3 días 14 horas - Ya no cuela este tema. Que
hace 4 días 9 horas - Aquí el caso es poner pega
hace 4 días 9 horas - Aquí huele a Koldo
hace 5 días 5 horas - La PSOE es como la gata
hace 5 días 11 horas - También había
hace 5 días 14 horas
Me gustaría tener una amiga que me hiciera un regalo como este.
Está bien, como siempre, pero deberías decidir si quieres escribir prosa o pesia y no mezclar. El final es una poesía clara que seguramente no te atreves a escribir.
Invitado de las 14:41, creo que te refieres a que debería estar en verso. Lo escrito por Marina ya es poesía aunque esté en prosa.
Marina. Es emocionante tu poema, sin versificar, describiendo el sentimiento de la amistad.
La alusión a los telares ha hecho que recuerde un poema que Arsenio Barco dedicó al padre de un amigo mío; tejedor, como tantos en este pueblo.
Tus amigos se habrán emocionado al ver con que transparencia expresas tus afectos y dudarán si desanudan la bolsa o dejan tus palabras guardadas para los momentos en que la esperanza no aparezca y poder recuperarla con ellas.
Gracias Marina.
Gracias a todos por vuestros comentarios. me da un poco de pena no saber quien me escribe cosas tan bonitas, pero respeto la voluntad de cada uno.
Al invitado de las 14,41, le digo que tal vez tenga razón, pero más que no atreverme, me falta tiempo. La poesía, al menos para mí, es más elaborada, pensada y cuidada. Yo necesito mucha tranquilidad para escribirlas y ahora, ando metida en otros "telares". Gracias por tu comentario, me hace pensar.
Un abrazo a todos. Marina
Pues a mí me parece bien que Marina escriba como escribe. Es más, le pido que, aunque haga poesías si ella quiere, no abandone la prosa poética, que, si mal no recuerdo, así se llama la forma en que ha escrito este último artículo.
Además, es muy original. Nunca se me hubiera ocurrido relacionar la amistad y los telares.
Muy bien Marina. Sigue deleitándonos con tus artículos.
Enviar un comentario nuevo