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IPTV. La perspectiva del usuario
Fuente: Salvador Perez Crespo. BSI de Telefónica
Descubra en este ameno artículo por qué Internet y la televisión están destinados a entenderse y encontrarse en un futuro cada vez más cercano.
Hubo un tiempo en el que todos sabíamos perfectamente lo que era la televisión. Pero eso fue antes de la era de la convergencia de las telecomunicaciones, la informática y los medios de comunicación. Hoy pueden verse en un ordenador portátil, una iPod o un teléfono móvil, series de televisión que fueron originalmente concebidas para ser vistas en otro contexto.
En el futuro la televisión se verá a través de ordenadores. A corto y medio plazo serán ordenadores “camuflados”, como los que se encuentran en los set top boxes de los operadores de telecomunicaciones, en los teléfonos móviles o en los reproductores portátiles. Con el tiempo, la variedad de posibilidades que se ofrecerán alrededor de la televisión hará que se impongan las plataformas abiertas capaces de evolucionar, lo que hace inevitable la llegada del ordenador, bien en su potencia actual bien en formatos adaptados al medio.
De manera recíproca, el televisor no sólo será utilizado para ver la televisión sino que se convertirá en un dispositivo convergente más, especializado en presentar los contenidos audiovisuales, pero capaz de ser utilizado para muchas otras funciones.
• Las nuevas posibilidades de los usuarios
El creciente número de posibilidades a disposición de los usuarios determina que sus decisiones de consumo vayan a ver influidas por un conjunto de factores cuyo número no es pequeño. Esto podría llevar a situaciones poco habituales en la actualidad como la multiplicidad en la contratación de ofertas a distintos proveedores o a la elección de uno de ellos por parámetros notablemente diferentes a los tradicionales.
Los contenidos
El primer gran grupo de nuevas posibilidades disponibles para los usuarios es el relacionado con la cantidad y variedad de contenidos disponibles a la que contribuyen varios fenómenos. La llegada de la TDT supone la multiplicación de la oferta de canales tradicionales de forma que éstos todavía están en el proceso de estructuración de una oferta de calidad semejante a la de las emisiones a través del mundo analógico. A ello hay que unir el poder de Internet que es capaz de superar limitaciones propias del mundo físico a través del efecto “long tail”, con modelos de distribución que no eran viables pero que pasan a serlo cuando se es capaz de acceder con productos y servicios especializados a un amplio abanico de clientes interesados pero dispersos.
En primera instancia, este efecto se traduce en la aparición de canales de televisión muy especializados como los ejemplos “clásicos” del canal de cocina vegetariana VegTV o del canal para amantes de la navegación SailTV, ambos en inglés. A ellos se suman los contenidos semiprofesionales fundamentalmente distribuidos en forma de video podcasts, algunos de ellos tan populares entre los angloparlantes como “lonelygirl15” -que cuenta las tribulaciones de una adolescente- o “tiki bar” –episodios de humor alrededor de recetas de coktails-. Pero el salto en cantidad en el número de contenidos viene con la popularización de los sitios web que almacenan y difunden Contenido Generado por el Usuario.
Pero la proliferación de contenidos no significa que vayan a desaparecer los contenidos estrella y que el mercado se conviertan en exclusiva en lo que algunos llaman narrowcasting. Los propios estudios de Chris Anderson sobre la “Long Tail” muestran patrones de popularidad de contenidos que se rigen principalmente por leyes de potencias, es decir, que se reconoce que los contenidos más populares siguen siendo significativamente más populares que el resto de contenidos. Lo que ocurre es que fenómenos como Internet hacen que la ley de potencias se cumpla en un número mayor de productos ofertados. Por eso es previsible que los contenidos estrella seguirán teniendo su valor tractor en las ofertas de contenidos televisivos.
Figura 1. El efecto long tail en la oferta de contenidos de TV
Por el momento la única forma de acceder a todo (o a casi todo) este contenido es utilizar un ordenador personal. Principalmente porque contenidos como los canales creados en Internet, los video-podcasts o el contenido generado por el usuario requieren el uso de ese dispositivo de acceso. De hecho, es habitual que buena parte de los ciudadanos no identifiquen estos contenidos con el nombre de televisión y son considerados en muchos casos como “entretenimientos” disponibles en Internet. Es decir, por el momento hay una tendencia a considerar que sólo es televisión lo que se ve en el televisor.
La experiencia de la televisión
El segundo grupo de nuevas posibilidades sería el ligado a la calidad de la experiencia de ver televisión, a la que contribuyen factores de tipo muy diverso. Y entre ellos el que probablemente haya recibido mayor atención es la calidad de la imagen, sobre todo por la llegada de la televisión de alta definición. Su llegada crea un fenómeno hasta ahora desconocido en el mundo de la televisión: la existencia de distintas calidades de imagen. A corto plazo, las emisiones de mayor calidad estarán limitadas a los contenidos más populares, las emisiones de calidad estándar (la actual) serán lo habitual entre los contenidos clásicos de televisión y los contenidos con origen en Internet tendrán una calidad inferior incluso a la estándar.
También relacionado con la calidad de la experiencia se encuentra la posibilidad de ver el contenido en el lugar más preparado para ello, la televisión del salón. En una situación como la actual, como se comentaba antes, en la que buena parte de los contenidos sólo son accesibles por Internet a través de un ordenador personal, la posibilidad de acceder a esos contenidos en el placentero ambiente del salón de casa ha de considerarse como un valor añadido claro. A corto plazo el hueco lo cubren las cadenas de televisión generalistas con la inserción en su programación habitual de contenidos generados por los usuarios y originalmente difundidos por Internet. De ahí la relevancia que tienen las iniciativas encaminadas a llevar al salón contenidos que tradicionalmente “no le pertenecían”; productos como el AppleTV está diseñado para actuar como de 'bridging technology' ('tecnología puente') que facilite la tarea de la interconexión de dos mundos, el de la televisión y el de Internet, que habitualmente están separados en la mente de buena parte de usuarios. También habría que mencionar las múltiples iniciativas alrededor de los Media Center PC que buscan ubicar un ordenador como fuente de suministro de información hacia el televisor, que precisamente por esa separación mental de ambos mundos no han calado entre los usuarios.
Un tercer aspecto de mejora de la experiencia de usuario es el relacionado con la facilidad de uso de los servicios. Servicios relacionados con el acceso a contenidos multimedia como TiVo o Pandora han establecido nuevos parámetros de referencia en cuanto a cómo puede llegar a ser la interacción de los usuarios con los servicios. Su influencia comienza a extenderse entre los servicios de televisión estadounidense (ver el ejemplo adjunto), donde la presión es más fuerte por la proliferación de servicios que destacan por su facilidad de uso (como los mencionados anteriormente) y es previsible que llegue progresivamente al resto de países.
Figura 2. Nuevo interfaz de usuario del servicio FiOS TV de Verizon, lanzado en mayo de 2007
Flexibilidad para el usuario
El tercer grupo de posibilidades estaría formado por aquellas relacionadas con la flexibilidad del usuario, es decir, con la eliminación de la rigidez que suponen las parrillas de programación. La más popular de estas opciones es el timeshifting, consistente en la posibilidad de grabar el contenido deseado para ser visto en el momento más conveniente. El timeshifting puede hacerse desde hace bastantes años mediante el uso de videos domésticos pero su funcionamiento era lo suficientemente complejo como para que fuera una práctica minoritaria. El verdadero impacto viene de la conjunción de tres factores: la disponibilidad de guías electrónicas de programación, el uso de discos duros como soporte de grabación y la utilización de un software que proporciona al usuario un método sencillo de realizar las programaciones y acceder a las grabaciones. El precursor de este tipo de servicios es el estadounidense TiVo, que todavía perdura en el mercado y que, tras varios años de presentar resultados con pérdidas, en el primer trimestre de 2007 ha alcanzado números negros por primera vez en su historia. Su funcionamiento es sencillo: el usuario ve en su televisor una guía electrónica de programación y sobre ella puede decidir la grabación de un programa concreto, de todos los episodios de una serie, … Las grabaciones se almacenan en un disco duro interno y se accede a ellas a través de una lista que, como no, se presenta en la pantalla del televisor (ver la figura adjunta).
Figura 3. El timeshifting de TiVo
El timeshifting es una opción muy popular en algunos mercados en los que suele ser una opción frecuente entre los proveedores de televisión de pago. De hecho las previsiones de incorporación de este servicio a los set top boxes de IPTV son muy optimistas y se cree que puede ser uno de los servicio de valor añadido de mayor difusión en los próximos años. En este entorno, en el que la funcionalidad la ofertan los operadores de IPTV, las dificultades para subsistir de servicios como el de TiVo son cada vez mayores, aunque por el momento las ventajas de facilidad de uso del interfaz de TiVo (ampliamente comentadas en casi cualquier medio estadounidense) y la mayor innovación a la hora de incorporar nuevas funcionalidades están permitiendo resistir el envite.
Una variante del timeshifting es la que pueden realizar las cadenas de televisión. El ejemplo más reciente es el de la BBC, que tras un periodo de pruebas, ha aprobado la puesta en marcha de un servicio que permite el acceso a contenidos producidos por la cadena bajo la modalidad de televisión bajo demanda desde un ordenador. El BBC iPlayer, el software necesario para acceder a los contenidos, permite acceder a la programación después de que haya sido difundida por los medios tradicionales, lo que da la oportunidad a los usuarios de ponerse al día con contenidos emitidos durante los siete días anteriores. Además el software permite descargar y guardar los programas durante un periodo de 30 días.
Figura 4. Timeshifting de una cadena de televisión
Un concepto parecido es el placeshifting pero sustituyendo la disponibilidad temporal por la disponibilidad geográfica, es decir, la posibilidad de acceder a la programación desde cualquier lugar. El ejemplo más inmediato de placeshifting es la posibilidad de acceder desde cualquier lugar del hogar a las grabaciones de televisión almacenadas en algún dispositivo situado en el salón. Se trata de un servicio que ya comienza a estar disponible en las ofertas de algunos operadores (como el servicio “multi-room dvr” de FiOS TV) y que se extiende a la posibilidad de acceder desde cualquier punto del hogar a los contenidos multimedia (fotos, música, televisión) disponibles (como el servicio “media manager” de FiOS TV o el servicio “free player” de Freebox). En otro contexto, y ligados al uso de Internet, se encontrarían servicios como los de Orb Networks o Slingbox que permiten ver en un terminal conectado (ordenador personal, teléfono móvil, agenda electrónica,…) la programación de la que se dispone en el domicilio. La diferencia radica en que el producto de Orb Networks es un software que se instala en el ordenador personal del hogar que permite acceder remotamente al contenido disponible en él, incluyendo la televisión que se esté recibiendo a través de una tarjeta sintonizadora. En el caso de Slingbox el dispositivo permite el manejo remoto de los dispositivos que el usuario tiene en el salón de su casa, incluyendo los set top boxes de los operadores de televisión por cable o por satélite, y ver lo que se puede ver en el televisor del hogar.
Figura 5. El placeshifting de Slingbox
Otra opción de flexibilidad sería el video bajo demanda. Constituye en la actualidad una característica habitual de las ofertas de televisión de pago en algunos mercados, lo cual no es óbice para que recientemente se hayan producido hechos significativos. Por una parte se encuentra el acuerdo del operador de cable estadounidense Cox con las dos cadenas de televisión de mayor tamaño propiedad de Disney, ABC y ESPN, para ofrecer gratis series de gran éxito y fútbol en la modalidad de video bajo demanda pero con la condición de que los usuarios no puedan saltarse los anuncios que se incluyan. El anuncio supone un importante precedente para las redes de televisión que han estado luchando contra la erosión de las audiencias y el consiguiente descenso en la venta de anuncios porque la tecnología, especialmente los “digital video recorders” (DVR), permiten a los usuarios evitar la publicidad que subvencionaba las emisiones. Otra novedad es que los servicios de video bajo demanda a través de Internet se incluyan en las ofertas de televisión de pago. Un ejemplo reciente es el que involucra al proveedor de servicios de video bajo demanda Akimbo cuya oferta está ya accesible a través del servicio de ATT Homezone. En este caso ha sucedido, además, que Akimbo ha renunciado a ofertar su servicio a través de un dispositivo propio conectado a Internet como hacía en sus orígenes y ha preferido convertirse en una especie de mayorista del video bajo demanda.
Y, finalmente, existe la opción de flexibilidad por algunos llamada buyshifting. Se están refiriendo a la posibilidad de comprar programas o series de televisión que son descargadas por Internet, y la identifican con la posibilidad de adquirir este tipo de contenidos en iTunes para ser vistos en un ordenador personal, en un iPod o en la televisión del salón a través del dispositivo AppleTV. En esencia no es más que una variante de algunos servicios de venta de películas por Internet basados en la descarga al ordenador como MovieLink o CinemaNow.
Figura 6. El buyshifting de iTunes
El valor añadido a la emisión tradicional
Y el grupo final de posibilidades sería las que proporcionan algún tipo de valor añadido a la emisión tradicional. Podrían llegar de la mano de la digitalización de la señal de televisión terrestre pero para ello sería necesario que los televisores o los decodificadores de TDT incluyeran la tecnología MHP [1], cosa que en la actualidad es marginal. Su desarrollo actual viene propiciado por el uso del ordenador ligado a la televisión con las posibilidades que tiene como plataforma de desarrollo de aplicaciones, cosa impensable en un televisor tradicional. Por ello mismo se hablaría más de experiencias iniciales que de funcionalidades asentadas.
Un primer grupo de funcionalidades serían las de tipo generalista, aplicables a cualquier contenido. Entre estas encontraríamos las existentes en Joost, la televisión P2P de los creadores de Skype, que combinaría elementos de la TV tradicional, como un listado de canales entre los que elegir, con funciones de Internet como chatear entre usuarios, disponer de un ticket de noticias basado en el uso de sindicación RSS o usar un buscador para encontrar programas. Para ello Joost añade a la televisión tradicional la posibilidad de incluir pequeñas aplicaciones llamadas “widgets”, lo que constituye una plataforma sobre la que construir en el futuro nuevas funcionalidades. En la línea de Joost, la también televisión por Internet basada en redes P2P Babelgum, incluye facilidades como la capacidad de valorar clips, guardarlos en una lista de bookmarks (como en un navegador web) o crear una lista de reproducción (como el los reproductores de música portátiles). Babelgum también ofrece elementos sociales como el descubrimiento de nuevo contenido a través de personas con gustos compartidos y promete que gracias a ello el servicio “aprenderá lo que te gusta” (sic) con lo que con el tiempo “se hará mejor” (sic). Finalmente, y en otro contexto, otro ejemplo sería la funcionalidad que está probando Sling Media que permite a los usuarios realizar un clip de una emisión que está viendo y automáticamente ser subido a un portal web tipo YouTube para ser compartido con otros usuarios.
Figura 7. Sala de conversación de un canal en Joost (vacía porque el servicio está aún en fase beta)
El segundo grupo de funcionalidades estaría ligado a contenidos particulares. Un ejemplo, posible en la actualidad, sería el de un usuario que ve una retrasmisión de un gran premio de formula 1 en una ventana de un ordenador personal mientras que simultáneamente está conectado a la página oficial de la competición y accede en tiempo real a los tiempos de paso de todos los corredores. Una retransmisión avanzada podría integrar ambas informaciones en una sola señal y ofrecer a los usuarios distintas posibilidades de disfrutar de la carrera.
Salvador Pérez Crespo. Telefónica I+D
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