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La competitividad y el rendimiento del dinero público
En el complejísimo panorama de la Crisis Económica, la competitividad es un factor del que se habla con frecuencia. Para opinar en propiedad sobre éste y otros elementos macroeconómicos hay que ser especialista y para entender lo que ellos plantean, también. La competitividad es inherente a la productividad y la rentabilidad; no obstante, puede ser otro de los males que paga con sacrificios personales el que trabaja, que es el ente culpable de todas las angustias y amargos desengaños de la concentración del capital financiero y de los desmanes de la banca.
Para redondear, pedimos a un pequeño empresario privado de la construcción que nos calculara la mano de obra que él cobraría por ese mismo trabajo. La respuesta no se hizo esperar: “Yo solo, 3 días. Con un empleado, 2 días”. O sea, un ayuntamiento competitivo podría rendir tres veces más o pagar tres veces menos... si se lo propusiera.
Los sacrificios son, como indica la palabra, para el que tiene que apretarse el cinturón para seguir viviendo. Los bancos y las grandes empresas no se sacrifican: tienen períodos en que ganan más y otros en los que ganan menos. Pero vayamos al grano.
La competitividad, de acuerdo a las definiciones que de ella hacen los economistas y los políticos, es la capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico.
Una organización, cualquiera que sea la actividad que realiza, si desea mantener un nivel adecuado de competitividad a largo plazo, debe utilizar antes o después, unos procedimientos de análisis y decisiones formales, encuadrados en el marco del proceso de "planificación estratégica". La función de dicho proceso es sistematizar y coordinar todos los esfuerzos de las unidades que integran la organización encaminados a maximizar la eficiencia global.
Por tanto, siendo los ayuntamientos entidades públicas de gobierno que manejan presupuestos destinados a la mejora de las condiciones de vida de una localidad, que llevan a cabo obras de beneficio social y emplean a numerosas personas, tendrían en la competitividad uno de sus pilares. En cambio, para hablar claro, la mayor parte de la población no sólo no cree en la competitividad de muchos ayuntamientos sino que generalizan la labor que realizan como una especie de manga rota, donde lo importante para sus trabajadores es hacer lo menos posible en el mayor tiempo posible. Por su parte, el empleador, que no juega con su dinero, termina dilapidándolo.
La falta en muchos ayuntamientos de verdaderas “decisiones formales” y de una “planificación estratégica” trae aparejada la opción de la baja productividad, la escasa calidad del trabajo y lo que podría ser más interesante aún, la posibilidad de llevar a cabo trabajos dentro de unos márgenes inauditos de pérdidas económicas y de una irrentabilidad traumatizante a costa del dinero público.
No creo que sea preciso exponer los ejemplos que tenemos a mano en Béjar. No sólo los recientes sino los que ya van quedando para dar cuerpo a la leyenda del despilfarro.
No obstante, un pequeño ejemplo, de los tantos posibles, podría ilustrar la naturaleza acompetitiva municipal. El pasado día 18, trabajadores del ayuntamiento -no importa si personal fijo o contratado bajo alguna subvención- emprendieron la ampliación de un pequeño segmento de la calle Colón. Sobraba acera y faltaba calle. Buena idea.
Extensión del tramo: 25 metros (de un solo lado de la vía). Tarea: rebajar unos 60 centímetros del ancho de la acera. Recuperar los bordillos de hormigón, hacer una zanja de escaza profundidad a lo largo del tramo para pasar un tubo de cables eléctricos y reubicar una arqueta de desagüe. Por supuesto, volver a colocar los 25 segmentos de bordillos y tapar la zanja. La obra fue finalizada el día 28 de junio con la recogida de los escombros. Días de trabajo efectivos: 7. En la obra participaron, simultáneamente, hasta 7 trabajadores.
Haciendo una cuenta muy superficial, nada científica, tenemos que la productividad diaria de ese equipo de trabajo fue 3'5 metros de acera reconstruidos por día. Siendo hasta 7 los trabajadores de la obra, cada uno de ellos necesitó una jornada laboral completa para modificar 50 cm de acera. O sea, algo así como el largo de una barra de pan por día.
Para redondear, pedimos a un pequeño empresario privado de la construcción que nos calculara la mano de obra que él cobraría por ese mismo trabajo. La respuesta no se hizo esperar: “Yo solo, 3 días. Con un empleado, 2 días”. O sea, un ayuntamiento competitivo podría rendir tres veces más o pagar tres veces menos... si se lo propusiera.
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¿Nadie pensó en eliminar TRES aparcamientos en vez de estrechar la acera? quizás hubiera sido lo mas razonable. los coches se siguen cediendo el paso porque no ha sido suficiente el "arreglo".
Pensar, qué dices, aquí primero se hace y se (mal)gasta, y luego se dan cuenta, no ellos sino los ciudadanos, de que lo que han hecho, dilapidando el dinero público, está mal casi siempre. Pensar y mandar, en este pueblo son antónimos.
En este ayuntamiento nadie piensa, independientemente de quien estè sentado en el sillòn. ¿Para que estàn los tècnicos? Para asesorar. Pero aquì tenemos unos tècnicos que son de risa, empezando por la secretaria como he leido en otro comentario y terminando por Alejandro "el grande"
Como sigais subiendo al de los burros le haceis ministro, en un ayuntamiento tecnicos son funcionarios con carrera especifica, llamese arquitecto, aparejador, secretaria, interventor, ingeniero, luego vienen lapepollas que los das una gorra de plato y se creen capitanes generales, y ahi es donde entran el de los burros, el de las centrales electricas, los dos de valdesangil amigos del psoe, y una serie de fauna parasita que esta a chupar todo lo que puede con estos y antes con alejo.
¿Cómo es Usted tan valiente de escribir este tipo de comentarios en un foro que todos los bejaranos pueden ver y sin embargo firma como Anónimo?
Leyendo su comentario me quedan serias dudas acerca de si es Usted un funcionario con carrera o uno de los simples "lamepollas" a los que tanto estima.
Reynaldo , con todo mi cariño, MANDA HUEVOS QUE VENGAS TU A DARNOS LECCIONES DE PRODUCTIVIDAD.
Pues como demos nombres y apellido ya veremos quien hace que funcione el ayuntamiento jaja
Bienvenidos a España
Eso digo yo bienvenidos. Con la calaña que entra a trabajar ¿que podemos esperar? Unos por amigos del concejal, otros por parientes de funcionarios , uy perdon de tecnicos, y otros por ser lo mejor de cada casa, total, que el pueblo hecho una mierda y estos personajes llenando la cartilla sin dar palo. BIENBENIDOS
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