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Para Béjar.biz. 2005/2015. 10 años de historia. Siete años de mi vida.
Por Paulino Aliseda Hoya.
Salamanca, Julio de 2015.
Parece que hay cosas que están predeterminadas, como si estuviera escrito el destino. Otras simplemente suceden. Eso parece ser con el periódico semanal digital béjar.biz. Su director, Antolín, me pide que escriba algo relacionado con que el periódico cumple 10 años de historia este agosto próximo. Ante tal circunstancia yo no puedo quedar impasible.
Desde aquel noviembre del 2009 en que comienzo mis colaboraciones de forma permanente en este medio digital, han sucedido muchas cosas. En el planeta Tierra y evidentemente en la bendita tierra que me vio nacer, Béjar. Unas fechas marcadas por una inquietud, la de salir del estado en que me encontraba en ese momento, fruto quizás de mis propios miedos y también de mis propias inquietudes, mal canalizadas.
Ahora con los sentimientos puestos en Béjar y con esas "visiones" acerca de ella, escribo desde mi PC, desde Salamanca capital; los recuerdos, realidades, deseos y emociones que me produjeron este hecho y que se siguen produciendo en mi interior.
Comencé de la mano de Manuel Velasco, hermano de Antolín; editor del periódico. Recuerdo cómo empezó la cosa. El periódico buscaba personas para expresar o denunciar casos concretos y puntuales y había que mandarlas a la nueva sección del semanario creada de "visiones de Béjar". Yo lo hice con mis inquietudes que por aquél entonces tenía, y no eran otras que la de mejorar mi calidad de vida y la de mis padres, en un intento por mi parte también de salir del ostracismo en el que me hallaba entonces. Recuerdo mi protesta en esa carta (primera de mis "visiones de Béjar"), sobre mi situación personal. -Dicha "protesta" puede verse si pinchamos en la última pág. de la sección de "visiones de Béjar"-. Quizás, visitándola, muchos y yo personalmente entiendan o entendamos las razones que me llevaron a responder al llamamiento de béjar.biz en aquel momento.
Con el tiempo, lo que empezó como una reivindicación, podríamos decir, se convirtió en una sección mas del semanario con un hueco propio dentro del mismo y en la que cabía o cabe casi de todo, desde artículo de opinión (siempre constructivos por mi parte, eso es lo que he intentado), hasta reportajes, con documentación fotográfica.
Fruto de todo esto, recuerdo -con cariño algunas veces, otras con menos- los post que han ido colgando los lectores después de mis artículos, unas veces favorables a opiniones del artículo, otras en contra, y que han contribuido, pienso yo, a describir la realidad, el sentir, los deseos y las emociones de los bejaranos. Recuerdo también algún encontronazo, dialéctico que no físico, por medio emails a propósito de alguna opinión mía vertida en algún artículo, felizmente solucionado y solventado por esa vía email. ¡Afortunadamente hay libertad de expresión! También recuerdo felicitaciones y alientos de ánimo.
En este sentido recuerdo a los bejaranos y bejaranas que quisieron opinar en su momento y que sirvieron además de nexo de unión entre mi forma de pensar y la de estos lectores, contribuyendo todo ello, o eso quiero pensar, a una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de Béjar más necesitados; o a la calidad de vida de los ciudadanos de Bejar en general.
Como verán, y creo que estarán los lectores de acuerdo conmigo en este sentido, en el mundo en que me movía en Béjar, relacionado con mi padres, familia, amigos, deporte o carrera universitaria, Béjar se me quedaba pequeña, ya fuera por el simple hecho de haber alcanzado esa carrera o por el hecho de que la ciudad textil no daba para más, ante mi empeño en mejorar (sobre todo mi calidad de vida); viendo a su vez cómo la ciudad, por así decirlo, se desvanecía, aumentando su índice de paro, aumentando su envejecimiento, aumentando su emigración, incluso dejando tocada su propia idiosincrasia día a día. Día a día que he ido reflejando, a mi forma y a mi modo de ver las cosas, durante siete años de mi vida, marcada muchas veces por la "mala suerte" en cuanto a mi salud se refiere.
Día a día en el que he pretendido siempre ser una persona independiente, en un pueblo-villa-ciudad como Béjar, donde ya me pronunciara en esa primera carta que escribí a béjar.biz; así como lo pretendo ser, vaya donde vaya, con mis cosas buenas y mis cosas malas, con mis opiniones, unas veces acertadas, otras veces no tanto, pero que en definitiva trato de crear opinión siempre que puedo, por este medio digital sobre todo, enfrentándome quizás a mis propios miedos, como decía al principio.
No sé si lo he conseguido hasta aquí o lo conseguiré en un futuro, pues nunca se sabe lo incierto que puede llegar a ser éste…
Y ya para terminar, quisiera quedarme con un deseo. El deseo irrefrenable de que béjar.biz cumpla cuando menos otros 10 años de vida; y yo tenga mucha salud y muchas "visiones de Béjar". Serán, ambas, dos cosas muy positivas. ¡No lo duden!
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Felicitaros por estos 10 años, y por las oportunidades que dais a la gente para opinar y hablar de su pueblo, y que continúe así durante muchos años…
Enhorabuena a Paulino por seguir escribiendo a pesar de los baches que nos pone la vida, ya que estos artículos no sólo te ayudan a reflexionar sino también a ir superando esos miedos de los que hablas, a reivindicar lo que es justo, no sólo para ti, sino para los demás; estimulas a los lectores a iniciar un debate, una opinión, e incluso a aprender de los diversos temas que escribes. Animarte a que sigas escribiendo, a continuar con esa sinceridad y transparencia que te caracteriza, y sigas luchando por esa independencia y calidad de vida para ti y para todos.
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