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20 ¿Qué tiene Dalí?
Las imágenes de los telediarios del pasado fin de semana hablan por sí solas: largas colas de visitantes en la calle, a pleno sol veraniego, esperando turno para entrar en la exposición española del año. Los restaurantes de los alrededores del Museo Reina Sofía haciendo el agosto (nunca mejor dicho) al aumentar su caja un veinte por ciento. ¿Quién disfruta de un imán tan poderoso que embelesa a miles de personas? ¿Quién es el Flautista de Hamelin? No es un futbolista, ni un cantante, ni siquiera está vivo. Las notas surgidas de los lienzos de Dalí tienen la culpa. Dalí embruja aquí y en otros países. ¿Qué tendrá Dalí?
Durante su larga trayectoria artística el pintor catalán congregaba a las masas por su particular carácter, su don de gentes, su prosopopeya y sus llamativas escenografías. Tan pronto aparecía con un pan en la cabeza en una concurrida plaza de toros como se fotografiaba con mujeres desnudas vestido al estilo de un chamán o sacerdote sui géneris. El régimen franquista alojó al creador de talla internacional, acatando sus extravagancias sin rechistar, mientras Dalí cultivaba su vena artística religiosa con lienzos en los que Gala, a modo de Virgen María del Cinquecentto, oraba en un paisaje infinito inspirado en los agrestes acantilados de la Costa Brava, el mismo que décadas antes había servido de fondo a El gran masturbador. El franquismo destilaba así una imagen de modernidad que estaba muy lejos de ser cierta.
Los enhiestos bigotes de Dalí, tomados de su maestro Velázquez, se alzaban hacia el cielo mientras sus ojos parecían salírsele de las órbitas en revistas e incluso en el acartonado NO-DO. Un rostro llamativo, inolvidable para el gran público en un momento en el que en EEUU el Pop Art elevaba a categoría de mito artístico los rostros de actrices tales como Marilyn, Liz Taylor o Audrey Hepburn. Pintor, escultor, escritor (él mismo decía que ejercía mejor este arte que el de la pintura), diseñador, dibujante, actor, sacerdote de su propio mito, loco-cuerdo, filósofo y no sé cuántas palabras más podrían definirle porque quizá fuesen infinitas. Sólo había otro maestro que le igualaba en fama y fuerza artística: Picasso.
En la exposición del Reina Sofía se exponen lienzos, documentos, películas (en las que colaboró con Walt Disney o su amigo de la Escuela de Estudiantes Luis Buñuel), esculturas y algunos elementos de sus performance (como una chaqueta a la que se prenden vasos de plástico con pajita). Esto último, salvo en imágenes en movimiento o fotografías, es lo único que no se puede reproducir. Porque el maestro, precursor del espíritu artístico actual, realizaba performance para llamar la atención sobre su obra. Sonada fue la que ideó para reivindicar la figura caída en desgracia desde hacía décadas del gran maestro Gaudí en el Parque Güell. Sin embargo, y a pesar del éxito que está teniendo la muestra en Madrid y con anterioridad en París, creo que el espíritu de Dalí vaga en Figueras, en Portlligat y en las calas de la Costa Brava, donde el mar Mediterráneo viene a morir y a resucitar en el ir y venir de sus olas infinitas.
- Olga, tú no dijistes en un
hace 23 horas 5 mins - Claro que el tiempo pone a
hace 1 día 12 horas - El tiempo pone todo en su
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hace 2 días 14 segs - Por lo que yo recuerdo fue
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hace 4 días 16 mins - pues que eso ya es historia
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Tiene el don de asombrarnos con sus genialidades:))
Un beso Carmen.
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